Crisol Internacional: “Más allá de la tradición, Pigmeos en África….”
Para algunos la idea que aún existan pueblos que vivían y que sobreviven como sus ancestros de hace miles de años parece un tanto insólito, increíble y hasta retrógrado; pero a la vez hay
también personas que guardamos una profunda admiración hacia estos pueblos ante el simple
hecho de haber preservado sus valores y costumbres a pesar del paso vertiginoso de la
modernidad y del progreso que en muchas partes ha estado arrasando despiadadamente con el pasado y con ello también de grandes civilizaciones y sus huellas culturales…
Entre estos grupos étnicos se encuentran los pigmeos, un grupo de cazadoras y de recolectoras que viven en las áreas forestales de África Central y Occidental cerca del Océano Atlántico y que son conocidos por su baja estatura, manteniendo sus milenarios hábitos de vida a pesar de los avances de la tecnología y modernidad. Cabe recordar que los descubridores europeos al llegar a África les dieron el nombre de "pygme";, basándose en la palabra griega"πυγμή" que significa puño; así hicieron referencia a que estos individuos de baja estatura contrastando con la de los europeos y a quienes consideraban que eran “del tamaño de un puño”, ya que medían en promedio 120 centímetros de altura. Según estimaciones científicas recientes se calcula que en la actualidad hay aproximadamente 120 mil pigmeos y que la mayoría de ellos vive en las áreas boscosas de Camerún, a una relativamente corta distancia del Océano Atlántico. Sin embargo, también se han encontrado la presencia de pequeños grupos de tribus de pigmeos en Ruanda, Burundi, la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Zambia, Gabón y Angola. Lo más sorprendente de todos los hallazgos ha sido la preservación de sus costumbres
milenarias y una de las principales es su modo de sobrevivencia basado en la caza, contrastando y disputando fuertemente con la tendencia mundial de preservar a las especies y particularmente protegerlos en zonas y parques que son refugios naturales. Se encontró también que: “en toda el África Central los pigmeos experimentan una amplia gama de adaptaciones culturales, muchas similares a las de los bantúes y los agricultores africanos de idioma sudanés.”
Así, muchos de los hábitats originales de los pigmeos también se han visto amenazados ante
diversos intereses económicos impulsados por la minería y la industria de la madera. Los esfuerzos de los distintos gobiernos como es el caso preciso de Camerún de integrar a las población de los pigmeos en una vida más estable y menos amenazada y vulnerable no han tenido el éxito deseado y por supuesto hay que tratar de entender ambos lados de la moneda, como son la preservación de las civilizaciones milenarias y por el otro lado la discusión política, ambiental y por supuesto económica. Según las investigaciones realizadas por antropólogos trabajando en estas zonas: “A los pigmeos no les gusta comunicarse con los extranjeros y mucho menos que les tomen fotos…” ,
porque llevan un estilo de vida diferente al de los pueblos asentados del continente africano y sus tradiciones que tienen más de cinco mil años de existir y respetarse entre ellos, pasándose los códigos de comportamiento y hábitos cotidianos de una generación a otra.
De esta forma la caza en la profundidad de los bosques tropicales más espesos y tupidos forma una parte medular en su existencia, al igual que la recolecta de frutas, especialmente las de los árboles de mangos, ciruelas y avellanas silvestres, además de hierbas y semillas, tarea de recolección que generalmente recae sobre las mujeres del grupo. La cacería que emprenden los pigmeos ocurre justo como hace miles de años cuando los jóvenes guerrero preparaban sus flechas, lanzas de madera y piedras filosa y machetes para perseguir a monos antílopes, gacelas y hasta elefantes.
Para una mayor sorpresa del lector moderno cabe contar que en estas poblaciones se desconoce el dinero y que cualquier transacción bancaria habitual y moderna; de esas comunidades funcionan y han sobrevivido a través de los siglos mediante el intercambio en especie, conocido también como trueque, que unían a las grandes civilizaciones en el pasado, satisfaciendo sus necesidades y también uno que otro caprichito o antojo. Hoy los líderes de estos grupos legendarios y a la vez enigmáticos aseveran que: "Queremos continuar nuestras vidas pescando, cazando y cosechando frutas en el bosque. Pero nos preocupa que algunas personas estén comenzando a talar árboles en nuestros bosques y quieran apoderarse de nuestras casas". Es más, muchos de ellos también viven bajo la filosofía de la autosuficiencia al haber nacido en estos bosques donde quieren morir, ya que el bosque les ha brindado TODO lo que necesitan tal y como lo declaró el miembro más viejo de la familia Pygmy Amoura, que vive en la región boscosa de Bikuitsi-Njule de Camerún ante la prensa internacional y las autoridades locales.
Realmente cabe agregar que los integrantes de los grupos de pigmeos carecen de toda asistencia y seguridad social y tristemente ni siquiera cuentan con un estatus como “ciudadanos” de algún país de esa vasta región. No obstante, ellos han aprendido gracias a sus mayores de cómo cuidar su salud, utilizando hojas, cortezas y plantas silvestres como medicinas, especialmente un jarabe elaborado con las hojas del árbol de Moringa, que consideran milagroso y que se emplea para regular su presión arterial en caso de ser necesario; asimismo conocen los remedios naturales contra los cólicos, dolores estomacales, dolencias de las articulaciones, además de los antídotos en caso de envenenamiento y la ayuda natural en los partos. Todos son tratamientos naturales que nos pueden asombrar y desde luego aprender las lecciones de la sabiduría ancestral, invocando también al padre fundador de la medicina Hipócrates con su celebres frase de. “Allí donde el arte de la medicina es cultivado, también se ama a la humanidad.”
Por último, una casa o más bien dicho una choza pigmea se construye a base de ramas y hojas anchas del árbol de Nzon y Mbunde y puede ser levantada en tiempo record de una hora; muchas de estas casas son temporales, ya que los cazadores migran en búsqueda de comida y les encanta comer, bailar y escuchar las historias de sus mayores alrededor de una fogata, preservando la tradición oral de los cuentos, mitos y leyendas, creyendo en una vida “Más allá”, basado en un “animismo”, es decir que todo en la naturaleza posee un espíritu, envolviendo y escondiendo a sus muertos en pequeñas embarcaciones o cuevas para que puedan trascender y vivir “Más allá de la tradición de los pigmeos de África…”
P.S.: https://www.aa.com.tr/es/cultura/los-pigmeos-no-renuncian-a-su-milenario-estilo-de-vida-
https://www.fao.org/4/w1033s/w1033s03.htm
https://kumakonda.es/pigmeos-baaka/