
Crisol Internacional: “Más allá del mar, los Marae de la Polinesia…”
Cada uno de nosotros puede tener un lugar preferido para rezar, meditar, descansar la mente y el espíritu e independientemente de la fe o no de cada uno, tener ese sitio especial para estar un momento en paz y tranquilidad con uno mismo lo que puede resultar muy reconfortante y también de consuelo en momentos difíciles. Estos refugios nos permiten tener una pausa en nuestras vidas ante el desgaste cotidiano y también poder contemplar “nuestro ser y como somos….” No se trata de escapar y esconderse del resto del mundo, aunque a veces eso se nos antoja, sino para fortalecernos en todo el sentido de la palabra: en lo mental y espiritual para poder enfrentar nuestros miedos, superar nuestras tristezas y frustraciones y a la vez recuperar nuestras alegrías, el amor y el equilibrio emocional…
Alrededor del mundo existen un sinfín de recintos religiosos y cada uno de ellos emite su propia espiritualidad; según Quora hay aproximadamente 37 millones de iglesias en el mundo y se presentan 34 mil denominaciones cristianas…PERO, para muchos cada vez se observa más la tendencia de buscar la paz y conectar con la naturaleza…y No en un sitio específico, ya sea una iglesia, un templo, una mezquita o un recinto preestablecido. Nuestros antepasados construían altares y monumentos al aire libre para venerar a sus dioses y en la Polinesia aún existen muchos misterios en torno a los sitios sagrados y uno de ellos son losllamados Marae.
El significado etimológico de “Marae” se divide entre la segunda sílaba “rae” que significa “puro y noble” y la primera que es “ma”, que hace referencia a los valores fundamentales de la vida, como la humildad, el amor, el respeto, la bondad, la paz y la belleza. Según los archivos documentales:”La historia de los pueblos polinesios es sorprendente, más allá de lo que habitualmente se conoce en Occidente ya que su cultura, es sin duda una que es grandemente desconocida, a pesar de que se extendió a lo largo y ancho de las tierras emergidas del mayor océano del mundo, el Pacífico, cubriendo un área de 155 557 000 kms² y albergando a 25 mil islas.”
Ahora bien, los Marae son construcciones ceremoniales religiosas que se hallan en muchas partes de la Polinesia, es decir la zona que forma unos triángulos entre Hawái, Nueva Zelanda y Isla de Pascua o Rapa Nui al Sur, frente a las costas chilenas. Se construyeron entiempos y formas, de diferentes dimensiones y relevancia; no obstante, ellos cumplen con determinados patrones muy reconocibles, tanto por los materiales con los que están construidos, como el coral, en la lengua polinesia Te-Papa-Farepu’a y con basalto o Te-Papa-Māhora, una conjunción que une al cielo con la tierra y el mar.
Gracias a las investigaciones arqueológicas y antropológicas ya se podido determinar que los Marae no solo fueron construidos como ofrendas a los dioses, sino también que pueden tener un fin comunitario como por ejemplo para honrar a ciertos clanes, personas o elementos que conforman a la naturaleza. Así, a cada pieza o a cada ser le corresponde un Marae, que une a modo de cordón umbilical, la parte visible que corresponde a los humanos, llamada Te-Ao y la parte invisible dedicada a los Dioses o Te-Pō. Asimismo, las primeras construcciones que se han hallados datan aproximadamente del año 1400 D.C. y según las investigaciones correspondientes se encontró un auge en la construcción de estos emplazamientos a partir del Siglo XVI.
En ese mundo de miles de islas dispersas por el mar azul turquesa hay islas como Nuku Hiva, la más grande de las Islas Marquesas dondese pueden encontrar Maraes de cientos de años con varios elementos y vestigios de las civilizaciones ancestrales que valen mucho la pena visitar, tratando de descifrar su misticismo y viviendo su magia, tras recorrer también selvas tupidas de una exuberante vegetación y posteriormente explorar también las Cascadas de Vaipo. Ahora bien, el Marae más importante, y destino de una peregrinación anual desde todos los puntos de la Polinesia, es el Marae de Taputapuatea, ubicado en una de las islas de Sotavento del Archipiélago de las Islas de la Sociedad; esas rutas de peregrinación literalmente se parecen a los tentáculos de un pulpo extendidas por el vasto Pacífico, uniéndose para llegar a su destino ceremonial.
Afortunadamente aún hay muchas maneras de encontrar a los Marae, ya que muchos se ubican a lo largo de los bordes de los caminos y carreteras que rodean las diferentes islas, como por ejemplo en Tahití o Bora Bora.; otros, están en medio de la selva como el mencionado de Nuku Hiva y otros más en entornos casi mágicos como los que se encuentra a lo largo del camino de ascenso del Belvedere del Monte Rotui en Moorea, que forma parte del Archipiélago de la Sociedad, en la Polinesia Francesa. En la actualidad el centro de Taputapuatea es uno de los centros sagrados más visitados, ya que aún encierra muchos misterios de las culturas enigmáticas de la Polinesia y que definitivamente nos hace recordar el pensamiento reflexivo del poeta y activista francés Thomas Merton que decía: “Tropezamos y caemos constantemente incluso cuando estamos iluminados. Pero cuando estamos en la oscuridad espiritual ni siquiera sabemos en qué hemos caído…”; encontrando quizás “Más allá del mar…a Los Marae, de Polinesia” un espacio de reflexión y de paz mental…
P.S.: https://triptahiti.com/es/blog/marae-los-conjuntos-ceremoniales-de-polinesia/
https://namya.es/la-importancia-del-refugio-espiritual/
https://www.expeditions.com/expedition-stories/stories/marae-taputapuatea-the-sacred-center-of-polynesia