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Crisol Internacional: “Ni Pérdidas, ni Ganancias”…

Escrito por Andrea König Fleischer en Viernes, 09 Febrero 2018. Publicado en Crisol Internacional, Cultura, Política, Sociedad

Cuando la vida da vueltas y el eco de la violencia y los tambores de la fragilidad humana retumban por doquier, bien vale la pena pensar y considerar los conceptos sobre las “Pérdidas y Ganancias”  de nuestra existencia o bien dicho de otra manera y más directa: ¿cuál es el balance de nuestra vida? ¿Deberíamos entonces decidir entre sumar o restar esfuerzos, participar o ignorar, involucrarnos o mantenernos indiferentes en los tiempos actuales? Algunos opinan que los abuelos y bisabuelos siempre tenían consejos y remedios para todo y los míos no fueron la excepción, así mi bisabuela solía decirle a mi mamá: “Mira hija, la vida es demasiado corta para pasarla mal, disgustada y sobre todo SIN HACER NADA…”, en aquel momento y sin más preámbulo ella  sacó su cinta métrica, mostrando a mi mamá con orgullo y en números  a través de la tira el centímetro 84, que era su edad y  también el número 9 que correspondía justo la edad de mi madre que se quedó perpleja ante esa comparación y las ideas que de ella se generaba sobre el necesario quehacer en la vida. Aquel símil, que como oportuna anécdota se contó una y otra vez en mi familia, se volvió relevante para mi vida, casi como un amuleto que debería traerme suerte, mostrándome el Norte cuando la vida se volvía confusa o  complicada…

En esta nuestra vida, TODOS eventualmente sufrimos pérdidas y algunas muy dolorosas que conllevan un largo proceso de duelo, sanación, introspección y recuperación, asimismo TODOS “ganamos” algo con cada día de existencia. No estamos hablando de los aspectos materiales o monetarios, sino de las “Pérdidas y Ganancias” en el plano humano y personal, en nuestras relaciones, nuestros lazos familiares y de amistad y también de aquello que nos une a una comunidad, una nación y  al mundo entero: la disposición de querer o no ayudar solidariamente, mantener la paz y aportar nuestro propio granito de arena para provocar un cambio por más pequeño que éste sea y que permita hacer la diferencia en nuestro ser. Ahora bien, gran parte de la cultura occidental conserva un pensamiento dual, es decir piensa solamente en dos direcciones y por lo general opuestas: lo bueno y lo malo, lo bonito y lo feo, el éxito y el fracaso, la vida y la muerte. Así  constantemente se ponen códigos y etiquetas en todos los rincones de una  sociedad, como si fuera un sistema  sellado y cerrado. Sin embargo, la vida misma es más que “blanco y negro”, no siempre fluye en línea recta, sino toma sus propios zigzags y conlleva también situaciones de muchos colores y matices, que la propia esencia de nuestro SER posee y tiene y con muchas gamas y tonalidades que sorprendentemente se ajustan a las condiciones y circunstancias que cotidianamente se nos manifiestan.

Al respecto existe una fábula china sobre la esencia de la vida, contada por generaciones que narra que: “Erase una vez un campesino  que tenía un solo caballo que se escapo una noche y todos los vecinos expresaron su lástima por la pérdida… al día siguiente retorno el mismo caballo con otros siete potros salvajes y toda la aldea quiso festejar con jubiló la ganancia, fue tan así que el hijo del campesino trató de domarlos, pero se cayó y se lastimó gravemente, generando tristeza que ante el suceso invadió a la comunidad. Al día siguiente llegó el ejército para reclutar soldados para la guerra, pero el hijo del campesino fue perdonado”… durante todos estos días su padre se había mantenido calmado, con una actitud serena, que muy probablemente hizo la diferencia en su vida…

Esta fábula muestra con claridad lo difícil que es hablar de pérdidas  y ganancias o cuando uno trata de hacer un balance de su vida, ya que el tiempo mismo puede trasformar un suceso lamentable en algo positivo y viceversa y lo único cierto es que  TODO  depende de nuestra actitud ante las adversidades y contratiempos, así como  también de la habilidad de dejar fluir la vida misma, en vez de querer controlarlo TODO. Prestar atención ante lo que ocurre, experimentar a cabalidad el instante y actuar en función de eso, sin temor a la pérdida, ni mucho menos ansiedad por la ganancia pueda marcar la diferencia; es decir valorar el sólo aquí y ahora, con la mente y con las manos y con un actitud abierta tratando de comprender y discernir para vivir más tranquilo y plenamente. Todo eso implica comprender que la vida es más que un juego, donde al final de la jornada hay perdedores y ganadores.  Al respecto, últimamente se han difundido resultados de investigaciones científicas y a través de las redes sociales cada vez más opiniones que coinciden que es muy valioso crear ambientes positivos y  de afecto donde el individuo puede participar para formar parte de algo, asumiendo compromisos que le permiten crecer como persona a cualquier edad y poder gozar de  un  bienestar integral que le pueda permitir felicidad.

Seguramente algunos han escuchado la analogía de que “la vida es como un viaje en tren” – aunque hoy día parece más bien en un Jet por el ritmo de vida tan acelerado que la mayoría de nosotros lleva- al que muchas personas se van subiendo a lo largo del camino, algunos se bajan cuando apenas comienza el viaje, otras a la mitad del mismo y otras más llegan contigo hasta tu destino final. A veces resulta muy agradable escuchar la bulla de todos los pasajeros, justo cuando el tren está lleno, cuando nuevas personas se sientan a tu lado y charlan contigo, pero conforme que se avanza en el trayecto, uno prefiere estar más cómodo, tener más espacio y tranquilidad para poder estar consigo mismo disfrutando en silencio y soledad para siempre como objetivo mejorar.

Una vez más nos damos cuenta que aún podemos  aprender mucho de nuestros antepasados y de sus vidas en contemplación y calma, así como de la filosofía oriental, que se centra en la introspección, la  meditación y  el crecimiento espiritual. Tal vez la Madre Teresa de Calcuta  nos pueda  también motivar para reflexionar más  profundamente sobre el tema de las  “Pérdidas y Ganancias”, al expresar que: “Pasamos mucho tiempo ganándonos la vida, pero no el suficiente tiempo viviéndola…”

P.S.:http://pijamasurf.com/2018/02/ni_perdidas_ni_ganancias_esta_parabola_nos_recuerda_que_la_vida_es_mas_rica_fuera_de_la_dualidad_video/

http://www.upsocl.com/mujer/algunas-veces-las-perdidas-son-el-realidad-ganancias/

https://www.maimonides.edu/noticias/328--en-todas-las-etapas-de-la-vida-hay-perdidas-y-gan

http://www.upsocl.com/mujer/algunas-veces-las-perdidas-son-el-realidad-ganancias/

https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/filosofia/article/download/17742/1725

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