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Crisol Internacional: “Un sueño nostálgico: el legendario Orient Express”

Escrito por Andrea König Fleischer en Viernes, 01 Enero 2021. Publicado en Artículos de opinión en BCS, Andrea König Fleischer, Columnistas, Columnistas BCS , Crisol Internacional, Opinión, Sociedad

Venice Simplon Orient Express FAQs and Tips - The Luxury Train Club

Con la llegada del Año Nuevo, surgen nuevos planes, proyectos y anhelos y también muchos están soñando seguramente con poder hacer un viaje después de haber permanecido confinados en casa durante meses debido a la pandemia del 2020. Además porque la ilusión de un viaje siempre nos refresca la mente y revive al espíritu de aventura evocando el deseo de nuevas experiencias. Bien afirman los psicólogos que “viajar representa una gran motivación, además de una fuente de alegría, reflexión y autodescubrimiento. Viajar nos permite explorar nuevos climas y culturas, sumergirnos en ellos y estimular nuestra mente.” Además de otros plausibles beneficios para el cuerpo y la mente al haber adquirido experiencias positivas durante un viaje, los cuales pueden mejorar nuestra  visión y comprensión  del mundo y de la cultura universal. Bien lo expresaba la historiadora y activista  estadounidense Myriam Beard: “Viajar es más que ver lo que hay para ver; es iniciar un cambio en nuestras ideas sobre lo que es vivir, que continúa en nosotros de manera profunda y permanentemente….”

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Ahora bien, ¿quién no sueña y desea con viajar a  destinos muy lejanos y exóticos o simplemente tener tranquilidad y un relax al 100% para olvidarse de las rutinas y los problemas cotidianos? Sueño que existe desde tiempos muy antiguos y especialmente en todo aquel dotado con un alma viajera  y con “sed de conocimientos”. Así, para algunos basta y es suficiente dar unos pasos fuera de su casa para empezar a sentir esa sensación de “Viaje”, mientras que otros realmente necesitan subirse a una bicicleta, un coche,  avión, barco o ferrocarril y con ello iniciar la aventura y magia del viaje. Justo hablando de los últimos… ¿quién en nuestro tiempo no ha escuchado del legendario “Orient Express” y de sus múltiples aventuras?…

Sobre este fascinante tema los archivos históricos nos revelan que a partir  del año 1883, París y Estambul quedaron unidos por una red ferroviaria y particularmente por un ferrocarril fenomenal y lujoso, llamado el Expreso de Oriente (Orient Express), que se puso en marcha iniciando sus viajes justo durante la  era de la nostálgica y a la vez glamurosa Belle Époque. En esos tiempossus relumbrantes vagones fueron escenario de selectos festines, de amores clandestinos y también de toda suerte de intrigas diplomáticas. A la fecha es considerado como uno de los trenes más lujosos del mundo que existieron, con pasajeros que incluían desde millonarios, políticos y desde luego miembros de la más alta aristocracia europea.

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El trayecto original del Orient Express empezaba en de la estación Gare de l'Est, en Parísy atravesaba Francia y posteriormente uno a uno los imperioscentrales, pasando por las grandes capitales de entonces, es decir Múnich, Viena, Budapest y Bucarest. Posteriormente desde  la ciudad romanade Giurgiu, los pasajeros eran transportados a través del río Danubio hasta la ciudad de Ruse, en Bulgaria. De allí otro tren los llevaba hasta la ciudad búlgara de Varna, donde podían tomar un transbordador hasta Estambul.

UN RECORRIDO POR Y EN EL ORIENT EXPRESS"

En aquella época, el tren hacía este extraordinario recorrido dos veces por semana quedando abruptamente interrumpido con la Primera Guerra Mundial (1914-1919) para cambiar posteriormente sus rutas, paradas y estaciones, ofreciendo el servicio llamado Simplon Orient Express, que igualmente saliendo de París pasaba por LausanaMilánVeneciaTrieste y Zagreb; uniéndose desde ahí a la ruta original en Belgrado, evitando  así las zonas de conflicto político en el Sur de Alemania y Austria.


Históricamente, fue el 4 de octubre de 1883, cuando en la parisina Gare de l’Est hervía de expectación: veinticuatro arriesgados pasajeros se aprestaban a subir al lujoso tren que, a las 19:30 horas, lo que  iniciaría por primera vez un largo viaje de  justo 81 horas y 30 minutos,  con una tarifa aproximada entonces de 586 Francos franceses y que terminaría finalmente en Estambul, Turquía. La idea de un ferrocarril que uniera Europa de Oeste a Este había nacido de la iniciativa del ingeniero belga Georges Nagelmackers (1845-1905), fundador en 1876 de la Compagnie Internationale des Wagons Lits (CIWL). Un proyecto ambicioso que competía con la del norteamericano George Mortimer Pullman, quien había creado previamente el “coche-cama” conocido como el “Vagón Pullman”, que contaba entonces con dos coches cama de 20 compartimientos de literas cada uno y con, espacios que además durante el día se transformaban en salones. Adicionalmente  se tenía un coche restaurante con infinidad de lujos y múltiples detalles elegantes e inimaginables para la época como por ejemplo: paneles de madera de teca, nogal y caoba en los vagones, además de tapicería repujada en oro, sábanas de seda, sanitarios de mármol, copas del mejor cristal y cubiertos de plata, los suelos forrados de gruesas alfombras, estando los vagones magníficamente aislados y dotados de iluminación a gas, calefacción central y agua caliente que era un auténtico lujo para aquella  época y que en conjunto singularmente lo distinguían.

Fue en la década de los años treinta cuando el Orient Express alcanzó fama mundial contando entonces con tres servicios que cruzaban Europa: el Orient Express original, el Simplon Orient Express y el nuevo Arlberg Orient Express, que cubría la trayectoria París-Budapest pasando por Zúrich e Innsbruck en Austria  y que destinaba además algunos vagones siguiendo el rumbo hasta Bucarest o bien hasta Atenas. En esta época Londres ya contaba con los servicios del Simplon Orient Express mediante el cual los pasajeros salían inicialmente en tren con la British Southern Railway desde la estación Victoria en Londres hasta Dover, donde entonces tomaban un ferry hacia Calais en Francia.  A partir de allí seguían en tren hasta la estación La Gare de Lyon, en París, donde los vagones se acoplaban al Simplon… rutas que sólo con dinero o fama se podrían disftutar ya que el Orient Express era el medio de transporte de moda y el capricho de la nobleza europea que viajaba en la primera clase, gozando de una decoración de lujo que se inspiraba en los mejores hoteles del mundo: los techos eran de cuero repujadolas lámparas  provenían de la fábrica de Émile Gallé, lel más famoso vidriero de aquellos tiempos y todas las vitrinas fueron  inspiradas con la excelencia del Art nouveau; las cortinas eran de terciopelo, los muebles de caoba, la cubertería de plata y los adornos de bronce. Además, se podía disfrutar de los platillos más delikatessen de la época y de la diferentes regiones que atravesaba, como por ejemplo: ostras, pastas italianas, rodaballo en salsa verde, pollo à la chasseur, solomillo de ternera, semi-frío o bien de venado, acompañados de diversas ensaladas y de postres pudding de chocolate y una repostería fina y ampliamente variada. Todo ello acompañado por los mejores vinos de Burdeos y Borgoña y el inevitable champán francés….

Revelando tal  grado de lujo y extravagancia,  no nos debe sorprender que el Orient Express fuera  el escenario de grandes novelas  como el “Asesinato en el Orient Express” de Agatha Christie y películas como de la clásica saga del super-agente 007, James Bond, “From Russia with Love” y también la prestigiada compañía  francesa de perfumes Chanel realizó un spot publicitario en él. Además que se había convertido en el medio de transporte más lujoso de la época trasladando a través del tiempo a artistas como Greta Garbo, Marlene Dietrich, bailarines del Ballet Bolshoi, además de famosos espías como Mata Hari y personajes como “Lawrence de Arabia”, es decir al actor británico Sir Lawrence Olivier. Sin embargo, como todo en los procesos evolutivos de la historia de la humanidad, la Guerra Fría y el mismo desarrollo tecnológico de los medios de transporte  alumbraron un mundo nuevo en el que la “deliciosa frivolidad” del Orient Express hoy día representa un verdadero lujo,  ya que su boleto más “económico” para el trayecto de Londres a Venecia cuesta alrededor de 2,700 Euros por persona y un circuito de 6 días y 5 noches, recorriendo desde Estambul, Bucarest, Budapest  hasta Venecia supera los 6 mil Euros, siendo el legendario Orient  Express sin duda  “Un sueño nostálgico…”,  para todos los amantes de los viajes y aventuras, que ojalá  nunca  se desvanezca  como tampoco  nuestra ilusión de poder VOLVER A VIAJAR Y SOÑAR….

UN MUY FELIZ 2021!

Feliz año 2021 | Panorama Digital 

P.S.:https://psicologiaymente.com/psicologia/beneficios-psicologicos-viajar
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/intrigas-fiestas-y-amores-clandestinos-orient-express_15134
https://www.azureazure.com/es/viajes/cruceros-trenes/orient-express-130-anos-de-lujo-y-leyenda/
http://www.viajesyvacaciones.es/orient-express/

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