Crisol Internacional: “Persiguiendo el espíritu navideño….”
Bien expresaba el gran novelista británico Charles Dickens, sin dudala voz más influyente de la clase trabajadora a finales del siglo XIX, en su Cuento de Navidad:”Tú y yo no hemos tenido ninguna querella, al menos por mi parte; pero he hecho esta prueba en honor a la Navidad y mantendré el espíritu de la Navidad hasta el final…” Esta cita histórica claramente retoma la idea de NO darse por vencido a pesar de las circunstancias adversas, buscando momentos positivos y poder así mantener el ánimo y la esperanza especialmente durante las fiestas decembrinas. El llamado “espíritu navideño” puede estar por doquier, si tenemos la capacidad de mirar con detenimiento a nuestro alrededor, revalorando todo aquello que nos importa en nuestra vida y particularmente lo que realmente se celebra en estas fechas tan significativas. Así la palabra “espíritu” bien puede tener varios significados, pero en el contexto de la Navidad se refiere claramente a un “vigor natural y una virtud que alienta y fortifica el cuerpo y el alma, dándole ánimo y brío,” para recordar así, y celebrar y honrar tanto los valores personales como todos aquellos que universalmente son compartidos.
No dejemos que las avalanchas publicitarias, las redes sociales y la “infodemía” nos confundan, ostentando que el “espíritu navideño” consiste en la decoraciones navideñas, los dulces y regalos en abundancia o los mensajes vacíos de los programas televisivos y algunas películas que aparentemente y a todas horas repetidamente están relacionadas con la Navidad, pero que realmente poco tienen que ver con el verdadero “espíritu navideño”. Al respecto, y lo que sí que tiene que ver con este concepto, son la solidaridad, unión y armonía, y sobre todo de cariño y amor y el poder renovarnos casi de forma mágica año con año. Esto no quiere decir que no busquemos en el “baúl de los recuerdos”, fotografías de navidades pasadas, villancicos para cantar, recetas para hornear o bien preparar las delicias típicas de la temporada y también que le demos brillo a nuestras casas limpiando, arreglando y decorando conforme a nuestro gusto, presupuesto y creencias para crear así un ambiente más acogedor, original y festivo.
Curiosamente en Dinamarca la tierra de las galletas de mantequilla más sabrosas del mundo, en estas fechas, sus científicos aportaron evidencias de la existencia o presencia en nuestro cerebro del “espíritu navideño”. Los neurólogos daneses compararon mediante imágenes de resonancia magnética funcional las zonas del cerebro que se activaban en personas que celebraban la Navidad con respecto a otras que, por su formación religiosa y/o cultural, no incluían esta tradición en su lista de festejos de fin de año. A todos los participantes se les mostraron imágenes navideñas, como calles y casas con adornos y únicamente en el cerebro de quienes festejaban Navidad se activaron áreas enambos lóbulos parietales. Otros estudios han demostrado que están asociados también con nuestra predisposición a la auto-trascendencia o en otras palabras, a la espiritualidad. Al respecto, estudios complementarios mostraron que “La corteza somato sensorial permite que reconozcamos emociones faciales”, un aspecto muy relevante cuando estamos pensando en las caras de los niños al abrir los regalos de Santa o de los Reyes Magos según sea el caso. Los neurólogos daneses consideraron que en conjunto, estas áreas cerebrales constituyen la red neuronal responsable de lo que el resto de nosotros llamamos el “espíritu navideño”; es decir que existe una respuesta neuronal ante los estímulos sensoriales correspondientes y en este caso todos están relacionados con las tradiciones navideñas y seguramente cada lector tendrá su propia respuesta ante los diferentes estímulos como son los aromas, colores y también las melodías de la estación navideña…
También han surgido otros investigadores, especialmente neuro-científicos, que han tratado de explicar el binomio de “Santa y sus renos”, aplicando sus conocimientos y habilidades especialmente en la resolución de problemas tan trascendentes como averiguar el efecto que sobre la salud de Santa tiene el cargar durante horas un saco lleno de regalos, o explicar la razón de porque la nariz del reno “Rodolfo” sea roja, llegando a la conclusión de que “Santa Claus es multi-task o multitareas y que a pesar de su avanzada edad cuenta con amplia experiencia y entrenamiento previo que le ha permitido desarrollar fuerza, agilidad y equilibrio suficiente para emprender y atender los encargos de esta época”…Mientras que sobre los renos, según los biólogos noruegos, determinaron que “el famoso Rodolfo tiene una nariz densamente vascularizada (25% más que la de la especie Homo sapiens), por lo que fisiológicamente le permite proteger a sus congéneres de congelarse al tirar del trineo de Santa, además de ayudar a regular la temperatura del cerebro “renal”… Dicho en otras palabras, el “espíritu navideño” también debería esta impregnado por una muy buena porción de humor y sobre todo de alegría, no importa dónde y con quién nos encontremos, “Persiguiendo el espíritu navideño”, que significa compartir, no caer en excesos y sobre todo mantener el ánimo positivo a pesar de las tempestades que se hayan vivido durante el año mostrando un rostro, más noble y especialmente dejando que el brillo de nuestras sonrisas abra los corazones de los que nos rodean…
¡UNA FELIZ NAVIDAD 2020 PARA TODOS!
P.S.:https://navidad.es/espiritu-de-la-navidad/
https://www.bekianavidad.com/tradiciones/10-tradiciones-navidenas-curiosas-mundo/
https://www.muyinteresante.es/salud/articulo/el-espiritu-navideno-se-encuentra-en-el-cerebro-451450430306
