Crisol Internacional: “Praga, Sabor a nostalgia”
Algunos de nosotros podemos estar hechizados por paisajes y escenarios de ensueño, lugares mágicos, llenos de tradiciones que se parecen a los de los cuentos de hadas. ¿A quién no le gustaría vivir un momento de profunda nostalgia combinado con experiencias culinarias excepcionales y el bullicio de los coloridos mercados típicos? Mucho se ha escrito y escuchado sobre la antigua ciudad de Praga, situada prácticamente en el corazón de Europa, antigua capital de la región de Bohemia y de la casi impronunciable Checoslovaquia, que a partir de 1993, constituye la República Checa, país independiente y soberano. No es una mera casualidad que la ciudad de Praga orgullosamente lleva el distintivo de Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO y debido a su belleza y encanto, es una de las veinte ciudades más visitadas del mundo cualidad que ha ostentado desde hace muchos siglos. La importancia histórica de esa ciudad del Viejo Continente es innegable y a partir el siglo IX ha sido un punto de encuentro clave tanto para nobles, como comerciantes, o intelectuales y artistas de Este y Oeste y del Norte y Sur. Praga está acompañada por enigmáticas leyendas y así se dice que a la princesa Libuse se le relató la siguiente profecía:” «¡Veo una gran ciudad, cuya gloria tocan las estrellas! Veo un lugar en medio de un bosque donde un empinado acantilado se eleva sobre el río Moldava. Hay un hombre, que es el trabajo umbral (prah) de la casa. Un castillo llamado Praga (Praha) que se construyó allí.”
Praga también ha vivido momentos políticos y sociales muy intensos a lo largo de su historia desde los tiempos medievales: enfrentamientos entre católicos y protestantes, la Guerra de los 30 años, la ocupación nazi, el bombardeo estadounidense al confundirla tristemente con la ciudad alemana de Dresden, la opresión política de “la cortina de hierro” bajo el régimen estricto del Socialismo, la histórica revuelta de Primavera de Praga, le Revolución de Terciopelo y finalmente su gran salto hacia la economía del libre mercado tras el derrumbe del Muro de Berlín (1989) y con ello la caída del antiguo régimen.A pesar de todos estos turbulentos y muchas veces violentos momentos y acontecimientos que han marcado a esa ciudad, su rostro no ha cambiado substancialmente, conservando gran parte de su imagen urbana medieval y sobre todo, sus costumbres y tradiciones y una de estas muy característica es el de sus mercados tan auténticos y genuinos a la vez, muy populares entre su gente y sin duda un atractivo memorable para sus visitantes.
Los mercados y mercaderes de Praga cuentan con una larga tradición y siempre ejercen una gran fascinación aunado a un sentimiento de nostálgica alegría y euforia en sus visitantes. Ahí se pueden encontrar artesanías tradicionales sobre todo juguetes y objetos decorativos de madera, pero también dulces regionales de muchos sabores y aromas. Uno de los más famosos mercados es el Havelský thr o Mercado Havel, que está harmónicamente integrado al ambiente de centro histórico y donde su visitante pueda adquirir deliciosas obleas de Karslbad. Ahora bien, si se tiene la suerte de conocer a este mercado durante las Pascuas se pueden admirar y adquirir auténticos cascarones de huevos checos pintados a mano como un excelente souvenir. Durante las cuatro estaciones del año hay una gran variedad de frutas y verduras con ello, una gran variedad de productos comestibles. Igual y notoriamente se hallan los típicos y mundialmente reconocidos cristales y porcelanas checas, eternamente bellas
El Mercado de Pražska tržnice es otra opción para entrar en contacto directo con la cultura y las costumbres checas; el mercado trabaja diariamente y reúne a muchos artesanos y campesinos de los alrededores que surten una gran variedad de productos, sabores y sobre todo la cultura de su región. Para todos aquellos amantes del “buen vestir” y de lo local, siempre hay artículos interesantes en el Mercado de Tržnice Pankrác, que casi siempre está muy concurrido. En Praga desde los tiempos medievales existen los mercados de los campesinos y artesanos, hoy conocidos en el mundo como los “Farmer´s markets”. El Mercado Naplavka, ubicado cerca del fuerte de Vysehrad, en la orillas del rio Moldavia, es un claro ejemplo de ello y no sólo muestra las costumbres y productos típicos, sino también como se conectan puentes entre el pasado y presente al conservar la tradición del típico mercado. En un escenario muy pintoresco, donde cisnes nadando suavemente sobre el río, enmarcado por la bella silueta de la antigua ciudad y en donde es posible conocer gente de diferentes generaciones y nacionalidades, probar deliciosos productos, comprando verduras, frutas, dulces y cárnicos muy frescos y sabrosos para prepararlas en casa. Qué mejor escenario para enamorarse no solo de un lugar, sino también de sus costumbres y tradiciones siempre vivas y originales que nos deberían recodar “El Sabor de la Nostalgia” que aún está presente en muchos rincones del mundo, solo es cuestión de re-descubrirlo a través de nuestros sentidos y nuestra actitud…
P.D. Sobre los mercados típicos: http://www.prague.eu/de/artikel/bauernmrkte-in-prag-10964
https://www.pragueexperience.com/shops-markets/markets.asp
http://www.tasteofprague.com/pragueblog/farmers-market-in-prague-where-to-go-and-what-to-taste
Sobre urbanismo: http://www.historiaurbium.org/deutsch/blaschke_stadt.pdf