Crisol Internacional: “Princesas o La misma mujer… Armenia”
Quizá algunos lectores no lo recuerdan o incluso lo sepan que pero cada 8 de Marzo representa una fecha importante e imborrable en la historia de la lucha por la igualdad y la justicia de las mujeres alrededor del mundo y cada Día Internacional de la Mujer también es un respetuoso y atento recordatorio a un mundo salpicado aún por la intolerancia, el machismo y la misoginia o peor aún, dominado por la indiferencia e insensibilidad tanto de gobiernos como de la mayoría de los ciudadanos…
Hay regiones en el mundo de los que por extraño que parezca en esta época y de comunicaciones cibernética, de internet y satélites poco sabemos y por ello algunos mucho sospechamos, especialmente en las zonas remotas de Eurasia, algunas Ex repúblicas soviéticas y en particular, el caso de la República de Armenia, ubicada en el Cáucaso Sur, entre Europa y Asia que es justo una de ellas. Históricamente Armenia albergaba las civilizaciones más antiguas del mundo como lo fueron la persa, la romana y la otomana, resguardando aún un increíble patrimonio cultural y en la actualidad, tras casi tres décadas de independencia de la Ex Repúblicas socialistas, transitando un largo y espinoso camino hacia la democratización y una nueva libertad política y social. Sin embargo y a pesar de que Armenia representa un Estado secular, con la fe cristiana en su concepción tradicionalista y conservadora sigue jugado un rol muy relevante en la sociedad que actual y particularmente afecta a las mujeres y niñas.
Al escuchar las voces de algunas de las activistas y defensoras de las mujeres como Heriknaz Galstyan es preciso haceruna profunda reflexión sobre nuestra propia educación y la que estamos dando a nuestras hijas, qué valores e ideales les estamos fomentando y si éstos realmente les ayudan a ser libres e independientes…
En el caso concreto de Armenia organizaciones civiles como United Human Rights Council reportan que “Cuando una mujer armenia nace, es considerada una princesa, la princesa de la familia. Cuando se casa, se convierte en una criada", agregando "Ninguna de las princesas había soñado con esto"…Al respecto la dramática crónica fotográfica con el nombre “Princess to Slave” ha dado la vuelta al mundo denunciando abusos y violencia en contra de las mujeres armenias. El primer entrecomillado está ilustrado con la foto de una niña sonriente disfrazada de princesa de cuento para una función escolar. El segundo aparece al lado de la cama de una mujer asesinada por su marido. Tristemente y según las estadísticas oficiales de… Armenia se han registrado crecientes casos de violencia machista y doméstica, con la mayor condescendencia social hacia el maltrato y con menos mecanismos legales, sociales y económicos para ayudar y proteger a las víctimas. Este reportaje es de la fotoperiodista armenia Anahit Hayrapetyan y se ha convertido en un libro estrujante editado por FotoEvidence, una organización dedicada a la difusión de proyectos relacionados con las violaciones de la justicia y de los derechos humanos. La fotógrafa comenzó su trabajo que consiste de —una recolección de situaciones en extremo crueles sucedidas en los últimos años y de los dramas subsiguientes— cuando una familiar le contó por ejemplo que había "matado" a los dos bebés de los que estaba embarazada. "Pensé en un aborto, pero la realidad era mucho más cruel: su suegro la había obligado a trabajar duramente pese a que estaba embarazada. “Mientras cargaba un objeto pesado perdió al primer niño y a las pocas horas al segundo", explica Hayrapetyan. La pena máxima por homicidio conyugal, 10 años El caso coincidió con el de Zaruhi Petrosyan, la chica de 20 años a la que mataron a golpes su marido y la madre de éste en 2011. Aquel proceso fue el primero que llamó la atención internacional sobre la situación de alto riesgo de las mujeres armenias y la notoria falta de protección legal que padecen: el asesino fue condenado a diez años de cárcel —la pena máxima en casos de homicidio conyugal de la esposa— y la suegra de la víctima fue declarada inocente pese a las pruebas de que había participado en los malos tratos y la golpiza…Situaciones extremas como estas nos pueden horrorizar tanto a hombres como a mujeres, o quizás diciendo solamente “pobrecitas”… o bien interesarnos y adoptar la frase de la joven y talentosa actriz británica Emma Watson: ”Nunca vamos a ser capaces de volar tan altos, al menos que no nos apoyemos unos a otros.”
Reconsiderando que el lema oficial de Armenia expresa “Una nación, una cultura”, falta aún mucho trabajo en defensa de los derechos civiles y particularmente en defensa de los derechos humanos de la mujer. La situación de la mujer en Armenia durante los últimos años ha sido difícil ya que los datos oficiales de la policía registraron alrededor de 600 casos de violencia doméstica, pero las organizaciones no gubernamentales estiman que las estadísticas están maquilladas y que una cifra realista sería 2,000. Eso afirma Lara Aharonyan, directora del Centro de Recursos sobre la mujer de Armenia en el prólogo de su libro Silent Violence (Violencia silenciosa). Para esta activista, tanto las investigaciones policiales como la instrucción de procesos judiciales "carecen de credibilidad" en el país cuando se trata de crímenes sexuales o de maltratos contra las mujeres, hechos que llevan a la necesidad de una ley específica "Ni las víctimas ni sus familias confían, porque los agresores suelen salir libres de cargos o con condenas ínfimas.” Además y muy lamentablemente existe también la opinión del casi 70 por ciento de los agresores afirmando que su comportamiento está “justificado” por supuestas infidelidades de las víctimas, mientras que la mitad se defiende aduciendo que las mujeres desatienden a los hijos….
Resumiendo la situación socio-económica de Armenia, vislumbra que el país cuenta con un gran potencial para desarrollarse y alcanzar el progreso y bienestar e incluso la adhesión a la Unión Europea de sus más de 3 millones de habitantes de los cuales el 50 por ciento son mujeres, una voz y un poder silencioso que no puede quedarse como “La bella durmiente”, encantada y pasiva PRINCESA sino tomar consciencia de que TODAS tenemos la capacidad y fuerza de convertirnos en LA MISMA MUJER, dispuesta a luchar, defender sus derechos, la que además marca un alto a la discriminación, la agresión y violencia… la mujer que se organiza y apoya, la que jamás se queda con los brazos cruzados y la que nos recuerda que en el antiguo Código Shahapivan que data del 443 A. C. que cita que las mujeres eran tratadas como miembros iguales y libres de la sociedad…
https://humanrightshouse.org/articles/fighting-womens-rights-equality-armenia/
http://www.socialwatch.org/es/book/export/html/11619
Foto: Anahit Hayrapetyan
