Crisol Internacional: “¿ Que si sería mujer… otra vez? Laos”
Apropósito de la celebración del “Día Internacional de la Mujer” que se conmemorará justo este 8 de Marzo, siempre vale la pena una reflexión sobre la situación actual de las mujeres en el mundo, de cómo ha evolucionado su rol y del impacto qué tienen actualmente en la sociedad global. De este tema abundan las estadísticas sobre los avances y retrocesos en cuanto a la equidad de género, los casos de estudio y también las propuestas para alcanzar el 50/50 en la necesaria igualdad. Precisamente en el seno de las Naciones Unidas el Secretario General, António Guteres recalco que “Conseguir la equidad de género y empoderar a las mujeres y las niñas son tareas pendientes de nuestra época y constituyen el mayor desafío en materia de derechos humanos del mundo.” Por ello, para este 2018 las mujeres se han unido bajo el lema de “Ahora es el momento”, reuniéndose activistas tanto rurales como urbanas que reclaman la transformación de la vida y sociedad, uniendo sus fuerzas con el movimiento mundial que sin precedentes lucha por los derechos, la igualdad y la justicia de las mujeres, ya que tristemente el acoso sexual, la violencia y la discriminación en contra de las mujeres persiste y marca a muchas regiones del mundo donde la desigualdad social y laboral sigue siendo muy evidente, ya que la mayoría de las mujeres del campo ganan menos que la mitad de lo que ganan los hombres, trabajando la misma jornada y muchas veces en condiciones más desfavorables en cuanto a la infraestructura y servicios, sin ninguna protección social y volviéndose por ello más vulnerables ante cualquier infortunito natural o socio-económico. Sin embargo, las mujeres rurales también han mostrado su tenacidad de trabajar la tierra, organizarse en gremios, siendo abiertas para aprender nuevos métodos agrícolas, conocimientos y variadas habilidades, llevando poco a poco y con sacrificios y especialmente tenacidad sus pequeños negocios al éxito y alcanzar así un mejor bienestar para sus familias.
Así en la República Democrática Popular de Lao, conocido generalmente como Laos que está ubicada realmente en el corazón del Sudeste Asiático ya que está separada al Norte por China, al Noroeste por Myanmar (la antigua Birmania), al Este por Vietnam, al Sur limitada con Camboya y al Oeste por el Rio Mekong que la separa físicamente de Tailandia. Ahí sus mujeres han marcado clara y ejemplarmente una ruta del cambio, buscando con ello la transformación de sus vidas. Del antiguo reino de Lan Xang, la “Tierra del millón de elefantes”, Laos históricamente se convirtió en una colonia de Francia durante la época de la Indochina francesa (1893-1954) de la cual se independizó tras la Segunda Guerra Mundial para sufrir durante más de dos décadas de una guerra civil e iniciar con ello un nuevo rumbo bajo un régimen comunista que hoy día ha evolucionado y que ratifica la propiedad privada y la economía del libre mercado. Las mujeres de Laos desde generaciones pasadas y muchas veces luchando contra tabúes sociales se han esforzado para participar en la vida política y social de su nación, impulsando a la par un mayor desarrollo y una transformación hacia modernidad y así, cada vez se observan en ese país más mujeres en la esfera de los negocios, aparte de los servicios de salud y de la alimentación. La constitución política de Laos establece la igualdad entre hombres y mujeres, incluyendo también el derecho al voto y el de poder heredar una propiedad, aunque esto último en ocasiones se liga con la obligación de cuidar de los mayores de su familia a cambio de los beneficios de la tierra o de un negocio o patrimonio familiar. De forma paralela la Ley Familiar en Laos dispone que “las mujeres al contraer matrimonio adquieren el derecho de bienes comunes, mientras que las propiedades que se obtuvieron en su estado como soltera, como por ejemplo las tierras heredadas de sus padres, se conservan y se respetan como una propiedad individual”, permitiendo así a la mujer tener una posibilidad de crecer económicamente e independientemente…
Ahora bien, planteando el tema inicial “Que sí sería mujer… otra vez”, esto se traduce en el desafío constante para las mujeres de Laos, ya que en las décadas recientes han surgido programas de micro financiamiento, como por ejemplo SEDA ( Social Economic Developers Association) para apoyar a las iniciativas y proyectos, facilitando las capacitaciones y entrenamientos para mejorar sus capacidades de creación y administración de empresas, planeación estratégica, negociación, marketing y empoderamiento para alcanzar con ello una estabilidad económica y el éxito comercial. Otra organización importante en Laos es eldenominado Women´s Development Centre, institución que apoya a las mujeres que sufren de alguna discapacidad para poder integrarlas plenamente a su sociedad y la vida laboral a través de talleres y seminarios. Con ello se han registrado importantes avances en la inclusión de cada vez más mujeres en posiciones importantes de la política, economía y la vida de los negocios de su país, aprovechando todas las oportunidades disponibles para superarse en un mundo que tradicional e históricamente ofrece menos obstáculos para el desarrollo y la inclusión de los hombres. Por todo ello y definitivamente la actitud ante los múltiples retos que como mujeres profesionistas y madres actualmente enfrentamos, marca la diferencia, no solamente en Laos, sino alrededor del mundo y la Agenda de Igualdad de Género 2030 propuesta por las Naciones Unidas marca claramente los objetivos cruciales vinculados con la salud, la educación y la seguridad en todos sus sentidos y alcances, como elementos claves para un más justo y mejor porvenir de las mujeres del mundo. Entonces, cumplida la esta misión, la gran mayoría de NOSOTRAS nos levantaríamos nuevamente para manifestar: “QUE SÍ, SERÍA MUJER… OTRA VEZ…”
P.S.: http://www.un.org/es/events/womensday/
https://unstats.un.org/unsd/publication/Seriesk/SeriesK_19s.pdf
https://www.wvi.org/gallery/8-women-laos-empowered-knowledge