Crisol Internacional: SAGAS VIKINGAS, LAS SELKIES DE LAS ISLAS FEROE

Con la llegada del otoño y especialmente del mes de noviembre, característico por pronta oscuridad en las latitudes del Norte, neblinas y luz de una luna misteriosa, llena de sombras e historias y cuentos de fantasmas y espíritus, nos invaden también sentimientos de nostalgia y melancolía. Las regiones del Norte prácticamente cuentan en esa época con apenas 6-8 horas de luz y consecuentemente con noches muy largas y frías. A medida que se acerca el mes de diciembre, el hemisferio Norte se inclinará cada vez más lejos del sol y recibirá menos de sus rayos en un ángulo más pronunciado, lo que dará lugar a días más cortos y oscuros y a condiciones climatológicas más frías, propias del invierno boreal. Es la época que la mayoría de nosotros, nórdicos o no, buscamos la comodidad acogedora y el calor de la casa, realizando actividades tranquilas, relajantes y sobre todo el refugio en la lectura. Así, los cuentos cortos siguen gozando de mucha popularidad en todas las generaciones y el hábito de leer es un excelente aliciente para desarrollarse personal y socialmente. Sabemos también que la lectura constante nos ayuda a fomentar el lenguaje y despertar el intelecto. Asimismo, la lectura nos puede transmitir valores como la amistad, la lealtad, la honestidad, entre muchos otros y sin lugar a dudas, aportarnos nuevos conocimientos y cultura. Leer en familia puede además fortalecer la unión, comunicación y confianza entre sus miembros y desde luego poder pasar el tiempo JUNTOS. Bien es conocido que especialmente las fábulas y leyendas han sido capaces de estimular las fantasías y la imaginación de muchos y entre más remoto o exótico el lugar donde supuestamente ocurrieron los hechos, mayor el misterio y más curiosidad, interés e intriga se provocan en el lector.

Hay lugares muy apartados del resto del mundo, especialmente de las masas continentales, como lo son las Islas Feroe, un archipiélago compuesto por 18 islas de origen volcánico, situadas en el Atlántico Norte, entre Gran Bretaña, Noruega e Islandia y que representan un país autónomo dentro del Reino de Dinamarca. Estas islas en conjunto cuentan con menos de 50 mil habitantes que en su mayoría viven del mar, salvaje y generoso a la vez por la pesca en esa región y las industrias derivadas de ella. A pesar de una relativa escasez de otros recursos naturales y un clima generalmente frío, propio de las latitudes nórdicas, sus habitantes gozan de un alto nivel de bienestar y desarrollo y particularmente de un gran legado cultural que se remonta a los celtas y posteriormente a los noruegos y daneses. Desde 1948 la Islas Feroe tienen un Primer Ministro y un parlamento propio, así como dos representantes en el Parlamento danés; políticamente son casi autogobernados en casi todas las esferas, excepto: la defensa, relaciones exteriores, sistema legal y la política cambiaria, que dependen directamente del de Dinamarca.

La cultura de las islas Feroe tiene sus raíces en la cultura nórdica, y debido a su aislamiento geográfico las principales corrientes y movimientos culturales provenientes históricamente de Inglaterra y Francia no impactaron mucho en ellas. Por esta misma razón fueron capaces de conservar una gran parte de su cultura tradicional y de las costumbres de ataño. También cabe comentar que el idioma que se habla es propio de las Islas Feroe y según los lingüistas “es una de las tres lenguas escandinavas insulares que descienden de la lengua nórdica antigua, que se hablaban en los países escandinavos en la época vikinga, siendo las otras la islandesa y la norn, actualmente extintas.” Además, hasta el siglo XV, las Islas Feroe  tenían una escritura y ortografía parecida a la islandesa y noruega, pero después de la Reforma en 1538, una sentencia danesa prohibió su uso en escuelas, iglesias y otros documentos oficiales. A pesar de una tradición oral rica que ha sobrevivido durante 300 años, el idioma no se escribía. Esto significa que todos los poemas y relatos fueron transmitidos en forma oral: sagnir (histórico), ævintýr (cuentos) y kvæði (baladas), a menudo acompañado con música y la danza medieval de la cadena. Finalmente, ese importante acervo cultural regional se escribió en el siglo XIX dejando así testimonios oficiales.  Dentro de todas estas expresiones culturales se encuentran también los mitos y leyendas de las “Selkies”, que justo provienen de los países nórdicos y de entre ellos también de las Islas Feroe.

Así, cuenta la historia que las “Selkies” “son grandes focas que poseen la capacidad de cambiar de forma, desprendiéndose de su piel en tierra pasando a ser hermosas y cautivadoras mujeres. “La mayoría de estos fantásticos relatos se refieren a bellas mujeres como protagonistas, aunque algunos también mencionan hombres fuertes y apuestos entre estas criaturas. Sigue la leyenda citando que “en las noches de luna llena salían del mar, dejando sus pieles en la playa para celebrar y bailar bajo la luz plateada de la luna. Las pieles de las Selkies se consideran como únicas… si las pierden NO pueden regresar al Océano. Quien posee una piel de esta fantástica criatura la ata complemente bajo su voluntad y dominio. Así los marineros y pescadores esperaban que las Selkies salieran del agua dejando sus pieles para adueñarse de estos hermosos seres con dulces almas. Son pocas las que conseguían recuperar la piel robada porque muchos la destruían o la escondían impidiendo su libertad. La mayoría de estas “mujeres” permanecían entonces atrapadas hasta que morían enfermas por haber dejado tanto tiempo su verdadero hogar… el mar.” También se cuenta que “en ocasiones eran los hijos e hijas que rescataban las pieles de sus madres para que pudieran regresar al océano y ser libres otra vez”.

Como haya sido o como siga siendo, en estas latitudes del Norte, llenas de luces y sombras, historias y fantasías ancestrales, las leyendas de las “Selkies” de las Islas Feroe son poderosas, llenas de simbolismo, de valor, romance y tragedia a la vez, enseñándonos importantes lecciones sobre la individualidad, sobre juegos de roles y también de amor y libertad.  Así, estas “Sagas vikingas de las Selkies” han sido contadas a través de generaciones desde los primeros pobladores de las islas hasta la actualidad, tanto a los nativos como a sus visitantes, hablándonos también de belleza, sueños y singularidad, pero también de engaño, opresión y violencia, que ojalá se queden en el puro mito y que no se tornen realidad.

P.S.:  https://www.bibliotecaspublicas.es/zaragoza-ij/seccion_501029_97421.jsp, Schei, Kjørsvik Liv and Moberg, Gunnie. 1991. The Faroe Islands. https://morganascoven.com/La-leyenda-de-las-selkies, https://www.ancient-origins.es/noticias-general-mitos-leyendas-europa/las-dulces-selkies-las-grandes-olvidadas-los-mitos-mar-003674