Crisol internacional “¡Salirse con la suya…!"
Para muchos empezar el Año Nuevo significa un tiempo especial y muy personal para iniciar nuevos proyectos tratando además de cumplir los propósitos trazados, así que una de las interrogantes más importantes es: ¿Cómo llegar a las metas y cumplir los propósitos personales proyectados …? Entonces, lo que para algunos resulta relativamente fácil, para otros se torna difícil y complejo y muchas veces casi imposible de realizar. De esta suerte, hay personas que al parecer constantemente, “Se salen con la suya…” y logran sus planes y objetivos…Pero realmente qué significa esta expresión coloquial y popular? Según los psicólogos “salirse con la suya” se relaciona directamente con la facultad del “autodominio”, es decir “la capacidad humana que ayudará a controlar los impulsos y productos de nuestro carácter ya que; el autodominio nos ayudará a afrontar con calma y serenidad los problemas y los contratiempos normales de la vida, es decir, nos anima a cultivar la PACIENCIA y a desarrollar mucha comprensión en las relaciones interpersonales establecidas y también en las que están por establecerse.”…
En relación a esto también se sabe que lo que popularmente se llama “salirse siempre con la suya”, NO ayuda a desarrollar la capacidad del autocontrol. Así tal vez recordemos algunos incidentes llamados o conocidos coloquialmente como “berrinchitos” principalmente en algunos pequeños consentidos cuando a fuerzas se empeñan y quieren algo, ya sea un dulce, un juguete, ver un programa de la televisión o bien quedarse eternamente en el parque y si papá o mamá y responden con un claro NO, empieza el “teatrito” de llorar, gritar, patalear y otras manifestaciones de protesta, disgusto o enojo…hasta que se genere un nuevo “acuerdo de paz” sobre el tema o asunto, tal vez por la oportuna mediación de un tercero, o bien por el ofrecimiento de alguna recompensa alternativa, o el planteamiento de un razonamiento que convenza al pequeño o en casos extremos hacerlo merecedor de un castigo o finalmente ceder al antojo del pequeño que “se sale y saldrá con la suya…” Si esta última decisión se perpetúa resulta importante identificar sus motivos y causas para evitar un consentimiento excesivo y posiblemente de esta forma limitar positivamente el desarrollo infantil y juvenil pleno.
En este mismo contexto coinciden los psicólogos que: “dejarse llevar por los primeros impulsos, por obtener una respuesta o una recompensa placentera y rápida a costa de lo que sea es muy común en cierto tipo de personalidades impulsivas.” Es más, uno de los mayores daños que uno puede auto-infligirse procede del afán de hacer siempre lo que nos apetece, buscando satisfacción inmediata por encima de todo y todos…Y si miramos a nuestra alrededor, definitivamente abundan los ejemplos del consumismo excesivo y del estilo de vida del “fast track”; es decir de obtener y ofrecer las cosas por la vía rápida… lo que probadamente NO siempre es saludable, ni recomendable, porque en el fondo ese “tren de vida” se vuelve muy intenso, exigente y por instantes sin duda hasta superficial…
Siguiendo esta misma reflexión sobre el “Salirse con la suya”, tampoco se trata de restringir o reprimir nuestros deseos, gustos y preferencias y muchos menos privarnos de aspiraciones, sueños y placeres… Pero bien, lo resaltan los neurocientíficos que “al rehuir la frustración por sistema y evitar constantemente el enfrentarse a retos y contratiempos y sólo buscar el placer de sus actos, se verá destinado más pronto que tarde a perder el control sobre aspectos relacionados con su vida diaria y hábitos como son su alimentación, su salud, sus gastos, sus maneras de comportarse socialmente con los amigos y la familia, su comunicación y hasta de sus bienes en casos especiales.” Por lo mismo es muy relevante aprender a manejar y enfrentar al llamado “autocontrol” para llegar a ser una persona estable que logre examinar y controlar sus impulsos y emociones, proceso que se vincula directamente con nuestros pensamientos y expectativas, regulando además nuestra conducta y en consecuencia mejorar nuestra relación y trato con los demás.
Para desarrollar esta habilidad de autocontrol es fundamental tomar conciencia de nuestros hábitos y conductas emocionales no favorables, tratando de corregirlas o como bien decía el experto en “Inteligencia Emocional” Daniel Goleman, “la habilidad para hacer una pausa y NO actuar por el primer impulso se ha vuelto un aprendizaje crucial…” En este camino definitivamente debe existir la llamada “hora de la verdad”, es decir sincerarse con nosotros mismos y admitir que estamos tristes, enojados o frustrados, buscando las posibles causas de nuestro estado emocional, antes de actuar precipitadamente y afectar a los demás. Expresado de otra forma, el autocontrol también se relaciona con una conducta asertiva que a la vez nos permite defender nuestros ideales, derechos, opiniones y sentimientos, SIN herir o afectar a los demás; o como bien lo decía, Daniel Kahneman, Premio Nobel de Economía del año 2002, “Nada es tan grave como parece cuando lo piensas”, podemos y debemos tomar conciencia tanto de nuestros pensamientos como emociones para aclararnos y recuperar el autocontrol.”
Así, es posible potenciar nuestro autocontrol, “NO saliéndonos siempre con la nuestra”, al hablar de nuestros deseos y sentimientos con las personas más cercanas a nosotros, en vez de reprimir o negarlas. Asimismo, podemos aprender a expresar lo que sentimos de una forma tranquila y no conflictiva…como por ejemplo:”Me hiciste enojar porque…” en vez de hacer rabietas y berrinches o crear enemistades y generar y guardar rencores, reconociendo a la vez los sentimientos de los demás que son tan legítimos como los propios, porque también son reales. Esta actitud nos ayuda a liberar tensiones, estrés y una “carga emocional negativa.” Usar gestos de buena voluntad y amabilidad como una sonrisa sincera, una palmadita en la espalda o un saludo cordial pueden ayudar a expresar respeto y desactivar literalmente las emociones negativas y si estas manifestaciones están acompañadas por un dialogo constructivo y templado, se facilitara la comprensión mutua y harán sentirse mejor a cada uno de las personas involucradas y con ello el tema de “Salirse con la suya”, quedará solucionado, y al final vale la pena reflexionar sobre el dicho anónimo de que “Lo que hoy siente tu corazón, mañana lo entenderá tu cabeza”…