Crisol Internacional: “¡Salúdame!”

Quién no ha pasado por la situación, que caminando por las calles, de repente te encuentras con alguien desconocido que te mira por unos instantes, casi de una forma penetrante y sin embargo todo eso es fugaz e intenso pero esa persona NO TE SALUDA… y por ello nos preguntaremos ¿Qué tan relevante es la cuestión del saludo? En principio podríamos considerar que no es tan importante y prestarle poca atención al asunto. No obstante, este bondadoso ritual del SALUDO significa algo muy especial, único y es distintivo de cada cultura y región del mundo; es en general una fórmula de cortesía y una demostración de respeto y amabilidad. El saludo en cualquier país reviste un gran valor simbólico y dependiendo de cómo lo expresemos, será interpretado como un gesto de cercanía, como una muestra de apertura, buenos modales y de educación…

No se sabe a ciencia cierta cómo se originó la costumbre del saludo, pero el gesto de estrecharse las manos ya existía desde la antigüedad y las tribus primitivas lo cultivaban con esmero. Existen vestigios muy antiguos de la era pre-romana que lo documentan, así en las llamadas “tesseras de hospitalidad”, documentos portátiles de bronce o plata, muchas veces con ornamentos de animales que mostraban “manos entrelazadas”. Estos pactos de hospitalidad eran una costumbre muy arraigada entre los pueblos indoeuropeos, una garantía de protección mutua y el reconocimiento de las leyes y reglas de la región vecina. Los guerreros de aquellas épocas remotas se apretaban las manos para demostrar que no traían armas, a manera de una señal de no agresividad, tratando de manifestar o exteriorizar la paz, la amistad y la cordialidad entre los pueblos. Resulta muy interesante saber que los antiguos egipcios ya inclinaban su cuerpo y bajaban la mano hasta la rodilla para expresar respeto, costumbre que los judíos retomaron al bajar la cabeza e incluso dando un abrazo, mientras que los griegos se daban la mano como símbolo de cordialidad y los romanos se estrechaban peculiarmente el antebrazo.

El saludo del beso y particularmente el de besar la mano de una mujer, surgió hasta el siglo XVII en Europa, ya que hubiera sido un verdadero atrevimiento besarlas en la cara. Si a una persona de mayor nivel social se le besaba la mano, por ejemplo a los cardenales u obispos era una muestra de respeto; mientras que a una persona de igual a igual se le besaba en la mejilla como una señal de afecto y cercanía, como sigue ocurriendo en diversas partes el mundo. Mucho antes de que eso ocurriera, en otras culturas como la celta al Norte de Europa, se decía que el beso tenía un poder curativo. Muchas de las normas y reglas de la Edad Media eran tan estrictas y rigurosas que besar a una mujer desconocida exigía el matrimonio con ella casi al instante. Hasta principios del siglo XIX la mayoría de los saludos eran solemnes y formales, casi rigorosos y a los mayores de edad se les tenían que saludar siempre con mucho respeto y con inclinaciones, casi en ángulo recto, lo que era un deber en muchas culturas, especialmente aquellas cuya sociedad se habían construido sobre una monarquía. Con el paso del tiempo la referencia con la cabeza se redujo a una breve inclinación que se consideró suficiente en términos de la etiqueta y del protocolo de las buenas costumbres y bastaba entonces con descubrirse y quitarse el sombrero ante otra persona…

Retomando el tema del BESO como saludo, este era prácticamente un tema tabú hasta que socialmente se empezó a considerar bien aceptado y se ha mantenido en nuestros tiempos modernos, especialmente entre algunos países europeos y latinoamericanos después de la década de los años sesentas. Los franceses por ejemplo suelen a darse dos o tres o más besos en la mejilla a manera de saludo, mientras que los latinoamericanos se caracterizan por sus buenos abrazos y un beso sincero y decidido en la mejilla. En contraste, la mayoría de los orientales evitan este entusiasta ritual, optando solamente por una breve inclinación y un saludo con la cabeza.

Como haya sido la historia del SALUDO, tanto ayer como hoy tiene un valor altamente emblemático, una negación u omisión se sigue considerando como una falta de delicadeza y casi de mala educación o respeto, aunque también puede ser interpretado como una muestra de enfado o irritación. No siempre es necesario saludar a alguien con la mano y mucho menos de BESO, basta con una sincera sonrisa, un saludo verbal como “Buenos días, tardes o noches…o bien un simple hola, hasta luego” en el idioma correspondiente, acompañado con un gesto que implique saludar, acción que puede mover mundos, causar un mejor entendimiento entre las personas, los vecinos y a veces también entre los extraños para mostrar interés y cordialidad…

En fin que entre los saludos mundiales se encuentran los extremos desde el formalismo de la inclinación ceremonial japonesa, el fuerte y ruidoso abrazo latino, especialmente del brasileño o mexicano, el distante saludo británico de mano que difiere del firme apretón de manos de los estadounidenses acompañado de fuerte contacto visual. Como sea, deberíamos reconocer que la formalidad de un SALUDO nos puede abrir y mejorar nuestras relaciones personales o de plano cerrar puertas. El SALUDO franco y oportuno ayuda además enormemente a causar una buena primera impresión, así como lo es en todo momento aplicar la sabia fórmula de RES, es decir guardar Respeto, ser Educado y usar el Sentido común, lo que sin duda nos puede auxiliar ante cualquier interrogante o duda sobre el comportamiento adecuado y más aún cuando viajamos a lugares diferentes o cuando estemos en eventos o ceremonias con personas de diversas nacionalidades y quisiéramos simpatizar y agradar a todos y eso finalmente dependerá en gran parte de saludar sincera y correctamente. Así la próxima vez que veas a alguien quien te mira y te sonríe, no esperes y “SALUDALO”.…

P.S.: Sobre la importancia y el significado del saludo: http://psicopas.blogspot.mx/2010/11/la-importancia-de-saludar.html http://www.saludos.us/amigos/cumpleanos/postales/origen_y_evolucion_del_saludo/ https://www.protocolo.org/social/presentar_saludar/historia_del_beso_como_saludo.html