Crisol Internacional: “Sana, sana, colita de rana, la sabiduría de la Tierra”
Cuando de salud y bienestar se trata, cada cultura y región tiene su propia historia y también un arsenal de remedios y consejos de salud que ofrecer; lo cierto es que desde tiempos ancestrales el hombre ha tenido que aprender a sobrevivir en condiciones extremas, encontrando los remedios para sus curaciones y la medicina necesaria para sobrevivir y superar las adversidades que se le han ido planteando y que con la ayuda de la Madre Naturaleza ha resultado en una fuente de recursos casi inagotable para ayudar en el proceso de la sanación. Desde la antigüedad el célebre médico griego Hipócrates ya afirmó que “Es el médico, que cura, pero la naturaleza que sana”… Si tomáramos esta reflexión con seriedad, hallaríamos más salud en nuestra vida cotidiana y en el entorno natural y por ende cuidaríamos también más a la Tierra.
La historia y evolución de las ciencias médicas es vasta y compleja y, a la vez, fascinante y realmente asombrosa en cuento a los nuevos descubrimientos y los avances gracias al impacto científico y tecnológico. Sin embargo, en ningún momento deberíamos de obviar todas las sustancias naturales que contienen muchos de los fármacos y que gracias a ellas seguimos gozando de buena salud. Uno de los ejemplos más claros que es atribuible a uno de los recientes ganadores del Premio Nobel de Medicina, fue el descubrimiento, tras de revisar más de 2 mil antiguas recetas herbales, que llevó al doctor Tu Youyou al hallazgo de un medicamento revolucionario, la artemisinina, substancia derivada del ajenjo, utilizada contra la malaria, lo que ya ha salvado a millones de vidas. Así existen y han perdurado muchos tesoros y secretos en la naturaleza descubiertos poco a poco desde tiempos remotos y que ahora sabemos que nos brindan beneficios médicos confiables y plenamente acreditados.
De hecho, hoy hay una rama de las ciencias médicas la etnofarmacología como también de especies como la asclepía o savia blanca, conocida como el “algodoncillo” que es un eficaz tratamiento contra las verrugas, al igual que las sanguijuelas que hace unas épocasfueron uno de los métodos más civilizados para la extracción de sangre y que hoy en varias regiones es una forma popular de curar enfermedades. Hoy curiosamente y a pesar de los avances tecnológicos, los modernos hospitales de Francia e Inglaterra las vuelven a emplear con mucho éxito para drenar el exceso de sangre en microcirugías ayudando a la curación natural, ya que producen una proteína que evita la coagulación de la sangre y esto permite a las venas pequeñas a volver a soldarse. Otro ejemplo es el uso de una a de las plantas más antiguas y comúnmente utilizada que es la corteza del sauce y que probadamente sirve para aliviar el dolor, su efectividad llegó a motivar su aprobación de la Royal Society de Inglaterra y más tarde en 1915 fue patentada por el gigante farmacéutico alemán Bayer y que desde entonces se ha vendido como la ultra mundialmente famosa “Aspirina”, que a muchos les ha quitado dolores de cabeza y otros malestares. La lista de las plantas y sustancias naturales es impresionante y casi interminable. Otro ejemplo son las flores tan bellas como las campanillas de invierno, que curiosamente anuncian la llegada de la primavera en Europa y América del Norte y que contienen galantamina ha sido empleada para tratar el Alzheimer en la Unión Soviética. Igualmente,la sabiduría popular dice que los antepasados búlgaros ya se frotaban las flores en la frente para curar el dolor de cabeza. Recetas tan exóticas como la aplicación del jugo estomacal de las vacas, mezclado con ajo, cebolla y vino, fraguándose todo en una vasija de bronce durante noche días y noches aliviara como pomada cualquier “mal de ojo”.
La medicina tradicional definitivamente para el mantenimiento de nuestra salud se ha ganado un lugar en la atención mundial y gracias al estudio que los primeros herbolarios pudieron realizar sobre determinadas plantas; hoy por hoy, podemos usar determinados medicamentos o tratamientos con base en componentes que provienen directamente de la naturaleza. Además habiendo un uso arraigado en condiciones aisladas donde los accesos a los sistemas de salud son limitados o se carecen y en donde esta alternativa ha jugado un papel clave en el cuidado y desarrollo de esas comunidades. Pasar las antiguas recetas y remedios de generación en generación se puede considerar un arte y un legado cultural invaluable, aportando sabiduría y con ello las bases para nuevos medicamentos y tratamientos, porque con el paso del tiempo también han surgido nuevas enfermedades que en muchas ocasiones ya han sido abordadas por prácticas ancestrales de curación eficaz.
Resulta casi fantástico, imaginarnos: la botica, último bastión de luchapor la vida de los enfermos y en donde hombres o mujeres trabajan en un lugar lleno de matraces, pinzas, botellas, morteros, botes, una hornilla y algunos libros de carácter enciclopédico, preparando pócimas con diversas hierbas y minerales, . Semejándose a un tipo de laboratorio farmacéutico primitivo y a la vez mágico. Aún existen estas “farmacias naturistas, droguerías o herbolarios” distribuidos en varios rincones del mundo, no solamente en aquel lugar muy apartado del resto en África Central, Asía o alguna Isla del Pacífico, sino también existen bajo el moderno concepto tecnificado y moderno como sucede en: Suecia, Inglaterra, Alemania o Italia donde se siguen preparando fórmulas, pomadas y remedios naturales casi al instante para ayudar a aliviar el malestar y para curar ciertas enfermedades. Al respecto y a pesar de que existe una fuerte discusión entre médicos especialistas, respaldados unos y otros por la industria farmacéutica los defensores de la llamada “medicina alternativa” existe hoy con un relativo consenso sobre el uso de determinadas plantas o hierbas como es el caso de las medicinales: la tila, la manzanilla, la sábila y la alcachofa entre muchas otras, que pueden aliviar y/o prevenir algunos síntomas de enfermedades y ayudar a recuperar o equilibrar y mejorar nuestra salud y nuestro bienestar. En otras palabras, ojalá que seamos capaces de mantener y trasmitir a futuras generaciones el viejo poema de “Sana, sana, colita de rana…” para que esta medicina y fuente de salud tenga un eco alrededor del mundo, conservándose así y con esto “ la sabiduría de la Tierra”.
P.S.: https://www.dimensionantropologica.inah.gob.mx/?p=1458,
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/11/151028_finde_cinco_remedios_antiguos_usamos_ac
https://www.importancia.org/herbolaria.php
https://revista.cnic.edu.cu/revistaCB/sites/default/files/articulos/CB-2004-1-019-036.pdf