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Crisol Internacional: “Sazones de la vida…”

Escrito por Andrea König Fleischer en Viernes, 04 Mayo 2018. Publicado en Columnistas, Crisol Internacional, Cultura, Sociedad

Vivir la vida intensamente requiere usar cotidianamente nuestros CINCO SENTIDOS y a veces también aprovechar el famoso “SEXTO SENTIDO”, lo que puede ayudar a vivirla plenamente  disfrutando cada instante y sacarle diariamente el mayor provecho. Así al  tomar consciencia sobre nuestros CINCO SENTIDOS nos damos cuenta que cada célula de nuestro cuerpo tiene una habilidad extraordinaria que nos permite en conjunto ver, oír, sentir oler, degustar y realmente poseer un gran potencial para gozar.  Justo cuando de esto se trata no es lo mismo saborear una comida de ingredientes altamente procesados, que tomarse el tiempo y preparar con calma una comida casera sana y con ingredientes frescos, especialmente sazonadas con  especias que desde la pre-historia han dado sazón a la vida del hombre. Así,  a la mayoría de nosotros nos encanta el olor y aroma auténtico de la vainilla, canela, y el sabor de la pimienta, del curry,  del orégano, de la albahaca, del romero y del tomillo, y desde luego del chile, por mencionar solamente algunas.

Las plantas, hierbas y especias se han utilizado desde de la Antigüedad tanto para condimentar los alimentos, como para elaborar pócimas curativas, cosméticos naturales y también para incorporarlas en lociones y perfumes e incluso enjuagues para embalsamar a los muertos.  Particularmente, las ESPECIAS, al igual que las HIERBAS AROMÁTICAS, han sido materia prima indispensable en la historia universal, tanto por sus propiedades curativas como también por su importancia culinaria. Prácticamente su uso en cualquier comida le dan un toque y sabor especial convirtiéndose en la “gracia” y muchas veces en el secreto del platillo. Interesantemente las especias han estado toda la vida relacionadas con Oriente y con  sus sabores y gustos exóticos y lo cierto es, que la mayor parte provienen originariamente de esa región y sus aromas y sabores envolventes y densos nos recuerdan justo al exotismo oriental. También  históricamente es conocido que desde tiempos bíblicos, ciertas especias valiosas crecieron en los Jardines Colgantes de Babilonia, mismos que como un tributo especial le regaló la Reina de Saba a Salomón. Estos tesoros naturales constituían la sección “delikatessen” de los barcos fenicios  que dominaron distancias y el comercio de su tiempo También las especias fueron otros de los motivos que esperaba encontrar Alejandro Magno cabalgando durante sus épicas conquistas hacia el sol naciente.  Asimismo los historiadores y filósofos griegos  Heródoto y Teofrasto señalaron que la canela originaria de Ceylán, era una especie muy apreciada  desde  aquellos remotos  tiempos y lo sigue siendo hasta nuestros días. En Sri Lanka esta especie, se decía que crecía en lagos custodiados por serpientes aladas y que el cinamomo lo transportan aves de enormes proporciones a inaccesibles riscos; conseguirla, por lo tanto, podía significar arriesgar la vida. Así como el legendario marinero Simbad y los comerciantes de su época utilizaban leyendas de monstruos y de tribus antropófagas para justificar abusivos precios que a pesar de ello nunca contuvieron la demanda. De esta manera, hablar de las ESPECIAS  alrededor del mundo siempre invoca historias, cuentos, mitos y leyendas como aquella anécdota clásica que nos narra que Cleopatra conquistó tras un banquete sagazmente preparado con  abundante azafrán al gran Emperador Romano Cesar. El periodo del Imperio greco-romano definitivamente se caracterizó por opulentos banquetes en los que nunca podían faltar los condimentos básicos de todos los tiempos: la sal, aceite de oliva, ajo, cebolla, vino, vinagre, leche, miel y particularmente las especias nativas de esa región como la albahaca, orégano, salvia, eneldo, perejil, tomillo, menta; de esta manera en la Europa grecorromana  los precursores de la gastronomía aprendieron pronto las múltiples y sabrosas posibilidades derivados de la canela, del jengibre, de la nuez moscada, del cilantro, del clavo de olor y de las pimientas, blanca y negra, “reinas indiscutibles” de la cocina desde ese tiempo y primordiales objetos del deseo de muchos, pues según “producen calor reconfortante, sanan los malos humores y motivan los deseos del placer”…

En consecuencia la historia del comercio de las especias es muy antigua y baste recordar también  la época de las Cruzadas que abarcaron siglos XI-XIIX, cuando se mezclaron tanto la efervescencia religiosa y el comercio marítimo  para  garantizar el aprovisionamiento  y deleitar los paladares de las mesas aristócratas. Más tarde con la llegada de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo se descubrieron no solamente nuevas tierras, sino también nuevas riquezas aromáticas y también especies como por ejemplo la pimienta negra, conocida también como “allspiece” o pimienta inglesa, que combina  el aroma del clavo, la canela y la nuez moscada y desde luego la vainilla, exquisita esencia para todo tipo de postres y los chiles. Todas tenían el don de convertir el alimento no sólo en una necesidad como lo había sido, sino también en un placer alrededor de las mesas  de los nobles de Venecia, Florencia, Marsella,  Madrid, Lisboa y Londres y en este contexto surgió también  la  percepción del “Dime qué comes y te diré cuán civilizado eres” y también ha permitido el catalogar a los diferentes pueblos según sus costumbres alimenticias…

En ocasiones el comercio de las ESPECIAS,  aparte de las grandes aventuras y singulares hallazgos que se habían hecho en distintas partes del mundo, arrojo jugosas  ganancias especialmente en Oriente, América y Oceanía. Baste con tomar un fragmento del histórico  del Diario de A Bordo de Cristóbal Colón,  del 15 de Enero de 1593 para convencerse de la riqueza que representaron y constituyeron  las especias y las diversas exquisiteces culinarias  encontradas en ultramar de aquellos tiempos y  de que  hoy afortunadamente seguimos disfrutando. Así el descubridor escribió:”Toda la tierra que no sea desierto de arena o hielo ofrece plantas aromáticas y medicinales, que ambas propiedades aparecen combinadas la mayoría de las veces, así el orégano que perfuma una salsa de tomate cura catarros y alivia reumas– sobre las que recae un importantísimo protagonismo en la gestación de la culinaria, arte tan antiguo, humano y civilizador como pintar bisontes policromos, tallar Venus gordas, o fundir el cobre.”

Fue entonces por el mismo progreso de la humanidad, el crecimiento de la población, el desarrollo de villas, pueblos y ciudades  el comercio marítimo  que motivo la búsqueda de nuevos sabores, esencias y también técnicas de conservación. De aquellos tiempos se conservan muchos aromas como perfumes inconfundibles, recordándonos con ello a grandes civilizaciones e imperios, pero también la riqueza de la vida misma y dentro de ese universo de sabores y olores, surge también  la grandeza de nuestro auténtico Sabor a México, culinariamente siempre sobresaliente e internacionalmente reconocido por sus contribuciones en los “Sazones de  la vida” que hay que aprovechar, saborear y disfrutar cada día…

 

P.S.: https://www.artofliving.org/ar-es/la-naturaleza-de-los-cinco-sentidos-es-conocimiento

https://www.altonivel.com.mx/estilo-de-vida/las-especias-y-su-relevancia-en-la-historia/

http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=33439206

http://www.cocinista.es/web/es/enciclopedia-cocinista/especias-de-la-a-a-la-z.html

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