Crisol Internacional: “Señales de humo desde… Norteamérica”
En retrospectiva histórica siempre nos podemos encontrar con verdades “a medias”, sesgos y clichés y no es fácil mantener puntos de vista y objetivos claros. Por ejemplo, para los antiguos romanos, los pueblos germanos eran considerados como bárbaros, los sajones le temían a los “cuernos de los vikingos” como si fueran la encarnación de demonios sobre la Tierra. Similarmente, ni que decir de los múltiples enfrentamientos bélicos entre Cristianos y Musulmanes que duraron siglos encendiendo y apagando las denominadas “guerras santas” hasta la era moderna. Indiscutiblemente la historia universal nos revela y reitera que existe el temor y los prejuicios a lo desconocido y a todo lo que podría resultar diferente a lo habitual y eso incluye por ejemplo, las creencias religiosas, el color de la piel, el lenguaje, la vestimenta y otros elementos culturales como son y han sido las muy diversas y distintas tradiciones, ritos y costumbres alrededor del mundo. Situaciones que históricamente han llevado sin duda tristemente a la intolerancia, al racismo, la persecución de minorías y por supuesto, lo que ha generado también una gran barrera para la comunicación base de la comprensión mutua y promotora de una sana convivencia.
Sin embargo, el tema de los últimos nativos norteamericanos podría convertirse en literalmente “Señales de humo”, entorno a los temas del entendimiento, la armonía cultural y la paz social. Cabe recordar y se debe resaltar que estos pueblos equivocadamente llamados genéricamente “Indios”, como por ejemploa los Apaches, Sioux, Cherokees y los Cheyennes entre muchos otros, habitaron casi la totalidad de los territorios que actualmente ocupan los Estados Unidos y Canadá. Estos pueblos fueron particularmente identificados entre más de un centenar de tribus distintas que convivían en relativa paz o que se enfrentaban en disputas territoriales según el momento y las circunstancias.Estas tribus nativas basaban su economía en la caza y la agricultura, prácticamente viviendo siempre en una profunda relación con el entorno natural en el que basaban su supervivencia y también en sus dioses. Con el paso del tiempo la imagen que se tenía y tiene de las distintas tribus es variada y matizada y por lo general refleja que eran un pueblo pacífico, respetuoso en tiempos de paz, pero temidos guerreros que cortaban cabelleras en tiempos de guerra. Asimismo, también hemos observado el uso recurrente del termino los “indios” como sinónimos de “salvajes primitivos y enemigos”, lo que se ha fortalecido y utilizado en las películas clásicas del género Western, contribuyendo a distorsionar y a que esa imagen perdure actualmente en la mente de muchos. A pesar del esfuerzo desarrollado por grandes cineastas que han tratando de encontrar y presentar otra versión más cruda sobre la feroz colonización de Norteamérica y sus nativos, como por ejemplo a través de producciones como son “Danza con Lobos”, “Indian Horse” o “Gather”, narrando historias que adquieren otras matices y un rostro diferente, reivindicando así para el mundo la cultura ancestral de los nativos norteamericanos y resaltando valores como son su originalidad y valentía.
En definitiva, la realidad o más bien dicho, el pasado, como suele suceder es más complejo y no muy fácil de comprender y según los historiadores y antropólogos nos indican que tanto los pueblos de los nativos norteamericanos, así como también lo ocurrido con el resto de pueblos indígenas de América, tuvieron “una relación cambiante con los colonos y europeos que variaba desde el comercio y la colaboración hasta las guerras por tierras y recursos.”El territorio llamado “indio” antes del descubrimiento por Cristóbal Colón en 1492 según las estimaciones correspondientes, contaba entre los 10 millones y los casi 20 millones de personas. Las aproximadamente 150 tribus nativas se distribuían por todo el territorio, ocupando desde los verdes bosques de la costa Este hasta las llanuras del Medio Oeste, abarcando tambiénel frío Norte. La colonización europea de estas ricas y fértiles tierras trajo muchos conflictos violentos y dejo marcadas por largo tiempo cicatrices en el legado norteamericano. Además, cuando comenzó la llamada ‘fiebre del oro’ en 1848 y el gobierno estadounidense aceleró su plan para despojar a los nativos de sus tierras. Las guerras contralos indígenas se extendieron principalmente por el Oeste del país. Siendo hasta 1876, cuando el General Custer fue masacrado en Little Big Horn y el Gobierno Federal reforzó sus esfuerzos para finalmente someter a los pueblos nativos.Cabe recordar también que el Gobierno de los Estados Unidos, buscando apoderarse del oro y los recursos naturales del “territorio indio”, aprobó en 1851 la Ley de Apropiación Indígena e intentó someterlos y controlarlos cambiando su modo de vida durante años, convirtiéndolos en “ciudadanos de segunda” y sorprendentemente la denominada Ley de Derechos Civiles Indígenas no fue aprobada hasta después de un siglo en 1968, sin que esta tampoco reconociera todos los derechos y libertades establecidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Pero previamente a esta fecha en 1944, se logró fundar el Congreso Nacional de Indígenas Americanos, organización con mayor tamaño de representación y sin ánimo de lucro en Norteamérica. Esta organización reúne más de un centenar de tribus diferentes de los Estados Unidos y Alaska que buscan “defender y equiparar los derechos establecidos en la Constitución para estas comunidades, así como mejorar las condiciones de vida y oportunidades educativas y laborales de los nativos americanos por todo el país.”
Hoy, gran parte de la población de nativos americanos se encuentra concentrada en reservas indígenas, es decir territorios soberanos no sujetos a las leyes federales, pero ligados al gobierno estadounidense que actúa como soporte financiero, pero no siempre todos sus integrantes acceden al sistema educativo y de salud y sanidad y muchos de ellos están viviendo principalmente del sector turístico. Otras asociaciones, como por ejemplo IWGIA (Grupo Indigena) intentan preservar el pasado de estos pueblos y proteger su legado cultural. Según los informes recientes de IWGIA “La población indígena en los Estados Unidos de América se cifra entre 2.5 y 6 millones de personas, de los cuales el 20% vive en áreas indias americanas o aldeas nativas de Alaska. El estado con mayor población nativa es California y el lugar donde reside elmayor número de nativos es curiosamente la ciudad de Nueva York. Aunque los indicadores socioeconómicos varían ampliamente entre las diferentes regiones, el índice de pobreza para quienes se identifican como indios americanos o nativos de Alaska ronda aproximadamente en el 27%.”
La meta común de esas organizaciones es preservar y conservar la cultura y tradiciones “india”, como por ejemplo su pesca tradicional de salmón en el Lago Flathead de Montana, las danzas ceremoniales de los Hopi en honor a los kachinas o espíritus animistas de los elementos que dirigen la existencia de todas las cosas, utilizando la vestimenta de sus mujeres con trajes de cuero adornados con flecos y abalorios de colores característicos y reproducidas actualmente con exactitud; así como también las muñecas con las que jugaban las niñas Cheyennes o bien, los trajes típicos de guerra de los Sioux, con penachos adornados con plumas de grandes aves como símbolos de respeto y reconocimiento y también, las máscaras para representar a los dioses como por ejemplo Haschogan, el Dios del Hogar de los navajos y primordialmente la importancia del Sol, espíritu creador de la luz y la vida…Sin olvidarnos de la famosa “pipa de la paz” , símbolo de tantas situaciones que permean a nuestra época, nuestra realidad y en nuestras vidas cotidianas, como son la negociación, la curación y la amistad, emitiendo el mensaje que con del paso del tiempo son y serán “Señales de humo”…para siempre…
https://future-iq.com/es/project/national-congress-american-indians-usa-2016/
https://www.iwgia.org/es/estados-unidos/3760-mi-2020-estados-unidos.html