Crisol Internacional: “Sin rumbo… Honduras”
En algún momento de nuestra vida la gran mayoría de nosotros hemos sido “migrantes” o bien somos descendientes de ellos. Sin embargo, el término migrante ha adquirido durante las últimas décadas nuevas y no siempre positivas connotaciones y dimensiones. En si el fenómeno de la migración es tan antiguo como la humanidad misma, ya que los historiadores afirman que hace aproximadamente 60 mil años los primeros hombres, originarios de África Oriental, transitaron por la Península arábiga y desde allí se fueron extendiendo y ocuparon muchos rincones del mundo, primeramente por las costas del Mar Rojo y del Océano Índico, luego hacia Australia e Indonesia y más tarde hacia climas más fríos de Europa y Asia central para eventualmente atravesar el Estrecho de Bering hacia las Américas. Lo notable y valioso del proceso de la migración desde una perspectiva histórica y humanística muestra que los hombres y las mujeres cada vez se fueron desarraigando y desprendiendo de sus tierras de origen y de sus pertenencias, forzados la mayoría de las veces a volver a empezar, muchas veces desde cero, en lugares lejanos y cultural y totalmente extraños lo que realmente revela tanto su fortaleza, como el espíritu de lucha y sobretodo, la capacidad de adaptación. Al reflexionar sobre la historia de la migración humana podemos observar ciertos patrones repetitivos de personas que persiguen el sueño de poder mejorar su vida y alcanzar la felicidad en un nuevo sitio, dispuestos a soportar y pagar con sacrificios y sufrimientos en el camino…
Hoy en día a nivel global estamos inmersos a nuevas oleadas de migrantes que ocurren en muchas partes del mundo como lo son los incesantes flujos de migrantes y refugiados de África y Asia Menor hacia Europa y desde Centroamérica hacia el Norte y en la medida que la globalización ha estado echando raíces el mundo se ha hecho más pequeño, mejor comunicado pero también generando graves problemas de desigualdad e inestabilidad en las regiones menos desarrolladas circunstancias que propician la migración o el abandono de las tierras de origen de muchos habitantes. Escenarios muy frágiles como son: Siria, Somalia, Sudan, Eritrea, el Congo, Filipinas, Pakistán y algunos países Centroamericanos evidencian la situación con bastante claridad, ya que parte de su población emigra en búsqueda de mejores condiciones de vida están huyendo de zonas de riesgo o conflicto. Sin embargo, y muy lamentablemente sigue imperando la ambición de muchas compañías y de múltiples negocios transnacionales de poder contar y contratar mano de obra barata para hacer ciertos trabajos… no siempre del todo lícitos, que tanto otros como inclusive nosotros no quisiéramos realizar, creándose no solamente una paradoja moral al “abrir“ las puertas a los migrantes para que sean ellos los que lleven a cabo estas tareas poco deseables por la mayoría, sino también dándoles la espalda o guardando silencio e indiferencia ante ese tipo de abuso y situación. Tristemente cabe referirnos al término del “esclavo moderno”, vendido al mejor postor y explotado al máximo posible sin considerar el poner en peligro no solamente su integridad física sino más aún su dignidad humana.
Las recientes caravanas de migrantes que durante las últimas semanas están cruzando actualmente México son un claro ejemplo de las desventuras humanas que motivan esas decisiones y que llevan a los migrantes a emprender desafíos físicos y emocionales como son las largas y extensas caminatas, con y sin rumbo, llenos de ilusiones y esperanzas, marchando por un mejor porvenir y siempre con un futuro incierto ya que constantemente pueden surgir complicaciones y peligros. También nos pueden surgir dudas al considerar el fenómeno sobre sus razones y motivos verdaderos de emigrar. Según la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos Honduras, país centroamericano y tierra de legendarias civilizaciones prehispánicas y refugio de una gran biodiversidad natural, hoy registra índices de violencia alarmantes que atemorizan a su población que poco puede expresar una opinión política públicamente y que carece además de servicios básicos y de seguridad interna. A pesar de las constantes advertencias y recomendaciones de parte del Alto Comisionado de Naciones Unidas por los Derechos Humanos persisten las injusticias y desigualdades en esa población, ocasionando inconformidad, malestar y descontento social que a la vez provoca mayores tensiones y que dispara agresiones que se tornan violentas. Ante la falta de oportunidades y el temor a la represión de un Estado cada vez más militarizado muchos hondureños han decidido de abandonar su patria; la “sobrevivencia económica” se ha convertido también en uno de los principales motivos de las caravanas que quieren llegar hasta los Estados Unidos y hacer realidad el célebre “Sueño Americano”. Sin embargo y como bien sabemos, ante la rigidez de la política migratoria del país del Norte, pocos podrán cumplir este sueño y a pesar de que para muchos de los migrantes la decisión no fue voluntaria sino obligada por las circunstancias, su camino lleno de penurias, también lleva la luz y el espíritu de la esperanza y los sentimientos más profundos de hermandad y amistad.
Como sea, central es en este tema son las reflexiones sobre política y economía internacional y especialmente la pobreza que genera desigualdad y también la falta de empleos, propiciando la criminalidad y la violencia, no solamente en Honduras sino en muchas otras partes del mundo, sociedades que a la vez tejen una obscura telaraña de miedo y desconfianza; ya que en vez de contar y poder destinar más fondos a la educación, investigación y programas efectivos de capacitación, para de esta manera fomentar el empleo y el emprendimiento, observamos el constante despilfarro de recursos por doquier, “cuentas turbias” en muchos gobiernos y derroches que malamente motivan el éxodo que por instantes parece tener un futuro “Sin rumbo”…
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http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/10/23/honduras-por-que-se-van/
https://www.elpais.com.uy/mundo/claves-entender-masiva-migracion-honduras.html
https://www.estudiosdemigracion.org/2017/04/13/estadisticas-2/