Crisol Internacional: “Tan verde como salvaje, la Selva Amazónica”
A quién no le puede atraer la idea de explorar y perderse un rato en un bosque o una selva desconocida para vivir una nueva aventura y a la vez descubrir paisajes, lugares y especies jamás antes vistas. Antes de cuestionar esta idea, quizá un poco descabellada para algunos, deberíamos en primer lugar recodar todos los beneficios que se derivan y que nos deja el poder estar en contacto directo con la naturaleza; como por ejemplo mejorar nuestros niveles de concentración, aliviar el estrés, despertar la curiosidad y el interés por lo desconocidos y desde luego, volvernos más resistentes y confiados y seguros de nosotros mismos. Bien afirman los médicos y psicólogos que “los colores y sonidos de la naturaleza estimulan la abstracción y facilitan la meditación. Por eso, nos ayuda a conectarnos con nosotros mismos y reflexionar. “Asimismo este contacto “aumenta la autoestima y el autocontrol. Realizar una actividad física por lo menos durante un rato breve en un entorno natural, incluidos parques urbanos, mejora el ánimo y la autoestima.” O dicho de otra manera, el contacto directo con la naturaleza contribuye a aumentar el rendimiento y a potenciar nuestra disciplina y con ello el control de la de nuestros impulsos…
Afortunadamente, el mundo aun nos ofrece muchas oportunidades para “vivir la aventura” y explorar lo desconocido y a la vez conocer un poco más sobre nosotros mismos. Un claro ejemplo de ello lo representa sin lugar a dudas la gran Selva del Amazonas o Amazonia, que es el bosque tropical más extenso del mundo y por ello el más importante a diversos niveles. El Amazonas es una gran región de la zona horizontal y septentrional de América del Sur en la que se incluye la selva tropical de la cuenca del Río Amazonas. Se trata del bosque tropical más extenso del Planeta con 7 millones de kilómetros cuadrados, que son compartidos entre nueve países predominantemente y con mayor extensión Brasil y Perú, así como también Bolivia, Colombia, Guayana Francesa, Venezuela, Ecuador y Surinam; abarcando el 40% del subcontinente sudamericano. Realmente nos encontramos ante una de las eco-regiones con la mayor biodiversidad del mundo. Teniendo también por ello un importante papel como regulador del ciclo de carbono y del CAMBIO CLIMÁTICO teniendo un efecto estabilizador sobre el clima global. Por eso la tala de árboles y de su exuberante vegetación es uno de los grandes problemas en esa extensa zona de la Tierra. Además cabe resaltar que la Selva Amazónica es una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo, declarado así por la UNESCO.
Justo ahora que el mundo entero está preocupado por el suministro del agua y de la ya apremiante escasez del ese vital líquido en muchas zonas áridas del Planeta, hay que recordar que la Selva Amazónica ayuda a producir grandes cantidades de agua, no sólo para Brasil, sino para toda Sudamérica los llamados "ríos voladores"; es decir las masas de aire cargadas con vapor de agua producido por la evapotranspiración que se produce en esa extensa zona del mundo y que gracias a ello se transporta la humedad a grandes partes de Brasil. Estas enormes nubes con lluvia influyen también en la precipitación anual de de Bolivia, Paraguay, Argentina, Uruguay e incluso en el extremo Sur de Chile. Asimismo existen estudios recientes del INPA (Instituto Nacional de Pesquisas da Amazônia) de que “un árbol de 10 metros de diámetro puede soltar más de 300 litros de agua a la atmósfera en forma de vapor al día, más del doble de lo que un brasileño consume diariamente. La preservación de la Amazonía es esencial para la agricultura, la producción de alimentos y la producción de energía de Brasil.” Reconociendo este alto potencial cabe advertir una vez más que “La deforestación interrumpe la evapotranspiración, dañando la extensión de los "ríos voladores" y afecta las precipitaciones en muchos países de América del Sur”…
Ahora bien, explorar la Amazonia es una maravillosa e inigualable posibilidad de encontrarse con más de 400 especies de de mamíferos, 1300 especies de aves, casi 400 especies de reptiles y más de 400 especies de anfibios. Algunos de los animales que viven en la Selva Amazónica incluyen jaguares, perezosos, delfines de río, guacamayos, anacondas, ranas de cristal y otras muchas especies de ranas como la dardo venenoso. La belleza y riqueza natural de este inmenso bosque tropical es tan asombrosa que una de cada diez especies conocidas en el mundo viven en ella, asimismo también una de cada cinco especies de aves que se conocen en el mundo habiendo muchas especies endémicas como son los guacamayos, tucanes, águilas entre muchas otras especies exóticas. Igualmente se pueden encontrar una gran cantidad de especies de tortugas, caimanes, cocodrilos o serpientes. Respecto a los mamíferos destacan el jaguar, el puma, el delfín rosado, y el tapir.
Si estas bellezas naturales fueran pocas, la Amazonia es un auténtico edén si hablamos de su flora, ya que alberga al 20% de las especies existentes a nivel mundial. En los bosques hallamos árboles, plantas y flores de muy variado tipo y además de la importancia que tienen para el propio ecosistema, existen entre ellas muchas especies medicinales, por lo que también su existencia es muy benéfica en la curación y medicina tradicional de los habitantes nativos, como por ejemplo los indígenas Nahua, Cashibo-cacataibo, Masco-piros, Nanti y Matsigenkas que aún habitan en lo profundo de sus bosques. En este último paraíso sobre la Tierra crece por ejemplo la “uña de gato", una planta nativa de la Amazonía, que no sólo se puede utilizarse para tratar la artritis y la osteoartritis, sino que también según las investigaciones en medicina tradicional puede reducir la fatiga y mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer avanzado. Además, los productos de la selva tropical se venden en todo Brasil, abarcando: bayas de acai, guaraná, frutas tropicales, palmitos y productos autóctonos, además de la nuez del Brasil, la jarina, que es una especie de palma, el rutilo y el jaborandi el palo de rosa, derivado de un árbol y las resinas y aceites que en conjunto son sólo algunos de los principales productos de exportación.
Definitivamente, la Amazonía es un verdadero tesoro del Patrimonio natural de nuestro Planeta y para asegurar su futuro sustentable, por ese vital motivo, TODOS tenemos que crear consciencia, cuidarlo y protegerlo, porque junto con los Océanos, los bosques de la Amazonía son los principales “pulmones de la Tierra”, “Tan verdes como salvajes” o bien como lo decía una frase célebre de un autor anónimo:”Cambiamos de conducta o cambiamos de planeta…”
P.S.: https://www.bmicos.com/blog/7-beneficios-de-tener-contacto-con-la-naturaleza/,
https://www.fundacionaquae.org/amazonia/
https://www.dw.com/es/por-qu%C3%A9-la-amazon%C3%ADa-es-tan-importante-para-el-mundo/a-50144163