Crisol Internacional: “Tenerlo y perderlo, Nauru”
Los tiempos de crisis con sus distintos rostros y matices, dolores, angustias y esperanzas, han sido históricamente también una oportunidad tanto de la humanidad como del individuo para recuperarse; literalmente estos momentos representan la posibilidad de generar una profunda introspección para todos los seres humanos y en esa tregua poder valorar lo que se tiene, tal vez añorar con nostalgia lo que se tuvo y definitivamente buscar el cómo seguir adelante. Los tiempos de crisis son indudablemente una prueba para TODOS los involucrados, que nos permiten apelar a la razón y madurez, una tarea compleja cuando nos quieren ganar las emociones e impresiones. Los típicos consejos de “mantener la calma”, “tranquilizarse”, “respirar profundamente” o “no perder el buen sentido del humor”, pueden ayudar temporalmente para sobrellevar momentos difíciles, pero tampoco son la llave maestra para salir del bache. Quizás algunas historias de pueblos o civilizaciones que vivieron un esplendoroso auge y posteriormente cayeron en decadencia puedan ilustrar con más claridad “el tenerlo prácticamente todo y perderlo” y especialmente cómo recuperarse…
En múltiples ocasiones se ha hablado y también escrito sobre las más de 25 mil bellas y enigmáticas islas del Pacífico y para nuestra gran sorpresa, siempre surge y puede haber más información relevante y algún dato adicional sobre alguna de ellas que en particular, nos cuenta una historia o leyenda que nos deja un aprendizaje ejemplar y significativo. En medio de la extensa región de Micronesia, justo al Sur de la línea del Ecuador, al Este de Kiribati y al Sur de las Islas Salomón, a una distancia aproximada de 4,000 km de las costas del Suroeste de Australia se encuentra la República de Nauru, el Estado soberano más pequeño de toda Oceanía con apenas 21.3 km² de extensión territorial. Nauru es un atolón de curiosa forma ovalada, con elevaciones naturales y costas esculpidas por las mareas y la fuerza del majestuoso Océano Pacífico. Similar a otras islas de la región la historia ancestral de sus antiguos pobladores se basa en los asentamientos de tribus micronesios y polinesios que en sus canoas cubrían grandes distancias para alcanzar otras costas y asentarse en esas tierras. Sorprendentemente, la isla de Nauru pasó también a ser a finales del siglo XIX una de las pocas colonias en ultramar del Imperio alemán y tras la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial, se convirtió en un protectorado de la Sociedad de las Naciones siendo entonces administrada por Australia, Nueva Zelanda y el Reino Unido. Posteriormente con el estallido de la Segunda Guerra Mundial fue ocupada por las tropas japonesas que al término de esa guerra tuvieron que abandonar la isla para dejarla bajo el mandato australiano hasta el año de su independencia en 1968.
Económicamente la República de Nauru llegó a ser debido a uno de sus valiosos recursos naturales el país más próspero sobre la faz de la Tierra con un ingreso per cápita más alto que el de los Estados Unidos o Japón en sus mejores momentos históricos. A principios del siglo XX, se descubrieron fosfatos en la isla que se comenzaron a explotar. Este recurso, indispensable para la agricultura, ya que el fósforo fortalece las raíces de las plantas y las ayuda en su metabolismo es un mineral que era utilizado para la creación de fertilizantes, mMaterial que se acumuló después de muchos siglos de ser una parada obligatoria de millones de aves durante sus procesos migratorios, Nauru por ello se había convertido entonces en un territorio muy rico en guano. Tras las alternancias de sus administraciones políticas por fuerzas extranjeras se suponía que las riquezas de este Estado insular le iban a garantizar un futuro autónomo y económicamente próspero. En aquellos años se creó una compañía minera pública con el nombre de Nauru Phosphate Corporation. Según las fuentes documentales correspondientes:”El guano y los fosfatos convirtieron a sus menos de diez mil habitantes en personas ricas, muy ricas. La renta per cápita del país en los 70 superaba a la de Estados Unidos o la Unión Soviética y podían permitirse lujos como construir rascacielos en Australia o tener una pequeña aerolínea. En 1975 alcanzó su pico al llegar a los 363 millones de dólares y una renta per cápita de 50.000 dólares.” Pero los líderes isleños no pensaron en el futuro y que eso les pasaría una factura a las generaciones venideras. La sobreexplotación del recurso y las decisiones precipitadas en cuanto a las inversiones, orillaron al estado de Nauru a la ruina financiera y que los antiguos gobiernos del protectorado consideraran la intervención para repatriar sus habitantes a otras islas o territorios australianos como Queensland.
Así las fuentes periodísticas sobre el pasado económico de la isla citan:”El lucrativo negocio del que los isleños se habían beneficiado durante un siglo cayó estrepitosamente al pasar de generar más de mil millones de dólares australianos en 1991 a 138 millones en 2002. Además, la mayor parte del suelo de Nauru estaba demasiado acidificado como para intentar salir de la crisis con explotaciones agrícolas.” Los problemas de este pequeño edén se agravaron aún más hace apenas una década cuando la población pasó de ser de las más ricas del mundo a la más obesa en 2007. Lo que había ocurrido en la isla fue que la sociedad nauruana dejó de lado costumbres antiguas, como la pesca y el cultivo agrícola y abrazó la comida importada de Occidente, un error que les costó, según la Organización Mundial de la Salud, que actualmente un 94% de los nauruanos tengan sobrepeso. “De la noche a la mañana, el antaño orgulloso país de los doce clanes se había convertido en una nación en crisis, sin un plan de desarrollo a largo plazo y donde el pollo frito y el refresco de cola habían substituido a la pesca como plato típico”…
La historia de Nauru nos deja sin lugar a dudas una valiosa lección sobre el manejo de las riquezas naturales y también sobre la misma naturaleza humana, insaciable hasta cierto grado, parábola o moraleja del comportamiento desenfrenado del hombre, ambicioso y volátil, creando con ello TIEMPOS DE CRISIS, CUANDO TODO PUEDE OCURRIR Y NO SOMOS CAPACES DE VALORAR Y CUIDAR LO QUE TENEMOS PARA PERDERLO…QUIZÁS IRREPABABLEMENTE PARA SIEMPRE…
P.S.: https://www.siquia.com/2014/01/10-consejos-para-mantener-la-calma-cuando-todo-va-mal/
http://www.exteriores.gob.es/Documents/FichasPais/NAURU_FICHA%20PAIS.pdf
https://elordenmundial.com/la-tragedia-de-nauru-la-gran-caida-de-un-pequeno-pais/
https://www.msf.es/actualidad/nauru/nauru-abandono-y-desesperacion-fin-la-isla