Crisol Internacional:”Teplice, musa de bohemios y grandes maestros”
Recordar nuestro sitio vacacional favorito siempre puede traernos buenos recuerdos sobre las experiencias y aventuras vividas ahí, así como también nos ofrece un ligero cambio de ánimo, alegría y sin duda distracción mental. Tal vez así ocurre también para algunos habitantes de la ciudad de La Paz, en Baja California Sur en México, que se les conoce como “paceños” con el histórico “Balneario del Corumuel” o como para muchos otros mexicanos con Acapulco o bien hoy día con Cancún ,y para muchos europeos la visita al la“ Côted´ Azur” o Riviera Francesa en el Mediterráneo.
Así que, al pensar y recordar una inolvidable experiencia o anécdota vacacional no solo nos levanta el ánimo y el espíritu y con ello mejora nuestras perspectivas y actitud hacia la vida cotidiana, trabajo y las múltiples actividades que giran a su alrededor. Bien confirman los psicólogos que tomarse unas vacaciones por lo menos una vez al año “nos permite reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, mejorando a la vez nuestros niveles de creatividad, productividad y concentración, además de fortalecer a nuestro sistema inmune….”
Al respecto seguramente cada uno de nosotros tiene su lugar preferido e interesantemente a través de la historia de las sociedades contemporáneas es posible descubrir algunos sitios que han sido y otros que siguen siendo muy populares, llenos de nostalgia y magia, así como clásicos y elegantes como lo es el balneario más antiguo de Centroeuropa,“Teplice”, ubicado en aquella entonces multi-citada e histórica Checoslovaquia, hoy República Checa, ubicada al Norte de la provincia de Bohemia. Justo ahí se encuentran aguas termales curativas que fueron descubiertas hace ya más de nueve siglos y que según los médicos de varias generaciones han ayudado a mejorar problemas del aparato locomotor, que es justo el mecanismo y estructura que facilita nuestras respuestas musculares ordenadas por el sistema nervioso y que nos permite la realización de todo tipo de movimientos.
Históricamente “Teplice”fue el destino predilecto de emperadores y reyes, adquiriendo mucha mayor fama cuando el célebre compositor alemán Ludwig van Beethoven se alojó justo allí para disfrutar del poder curativo de esas aguas. Según los archivos históricos fue la Reina Judith de Turinga, una mujer visionaria y emprendedora de sus tiempos la que en pleno siglo XII, tuvo la fascinante idea de crear el primer balneario en el corazón de Europa, además de mandar a construir el primer puente sobre el Río Moldavia en Praga y así facilitar las vías de comunicación hacia esa popular ciudad europea. Con el paso del tiempo la fama del “Balneario de Teplice” rebasó las fronteras de aquel Reino de Bohemia y el alquimista y médico suizo Paracelso nombro a Teplice entre los diez balnearios más importantes de Europa.
Caben resaltar también los datos referentes a su origen que revelan que:“ Las aguas termales aparecieron mucho antes, hace 18 000 años, cuando las lluvias sobre los Montes Metálicos empezaron a atravesar las rocas volcánicas de Riolita ricas en sílice.”
Bien, afirman tanto los médicos como fisioterapeutas de la época moderna que:”El contenido de las aguas termales de Teplice es único. Por ello y con fines curativos se utilizan los manantiales “Pravřídlo y Hynie” cuya temperatura oscila entre 39 y 44°C ya que por esas condiciones producen efectos analgésicos y de relajante muscular que ayudan a mejorar problemas del aparato locomotor entre otros beneficios. La fuente “Pravřídlo” se encontró en varias ocasiones en peligro de desaparecer ya que en 1755 dejó de correr agua tras un terremoto ubicado en la lejana Lisboa, mientras que un siglo después paró tras una catástrofe ocurrida en la cercana mina Döllinger.
Asimismo, los científicos que han estudio el contenido de estas aguas casi milagrosas explican que: “El agua de ese sitio es un hidrógeno de bicarbonato de sulfato de sodio con un mayor contenido de flúor, radón y metales preciosos. Esta combinación es antiinflamatoria y cura los tejidos. Debido a estas propiedades curativas únicas permite a los visitantes apaciguar sus problemas físicos y mover las partes del cuerpo que sufren de rigidez tras un accidente o una operación”.
Definitivamente las terapias y tratamientos curativos aplicados con estas aguas termales han traído resultados positivos y un efecto relajante en pacientes, que en la actualidad también pueden acudir tanto a la electroterapia, magnetoterapia y a tratamientos con base en el láser para auxiliar la cura de sus padecimientos. Bien afirmaba el antropólogo y ecologista norteamericano Loren Eisely: “Si hay magia en este Planeta, está contenida en el agua…” y tal parece que las aguas termales de Teplice afirman esta cita y visión desde hace muchos siglos. Ahora bien este famoso balneario también está llena de un espíritu y ambiente de “bohemía” e inspiración clásica, ya que no sólo Beethoven sino otros famosos volvieron.
Hoy, adicionalmente, se puede visitar también una de las casas que lleva el nombre del famoso compositor, que resguarda una decoración artística de estilo “retro” con inspiración en su obra musical: revelando arañas y papel pintado en las paredes que están hechas con las partituras del compositor. Asimismo, también hay un “Centro Thermalium” con piscinas de agua curativa, fría y caliente, sauna y unas vistas panorámicas realmente esplendorosas y espectaculares.
En fin, que tanto las estancias de aristócratas, artistas, escritores y otras celebridades que paseaban entre los ostentosos edificios de Teplice le ganaron a la ciudad los sobrenombres de la “Petite Paris” o el “Salón de Europa”, ya que en la ciudad convergen y se fusionan diferentes estilos arquitectónicos de diversas épocas, abarcando desde el clásico antiguo a lo medieval, y también lo barroco con toques de modernidad y confort. En el recinto del “Palacio de Teplice”, que guarda los restos de la Reina Judith, se encuentran también las ruinas de una basílica romana. El palacio alberga el “Museo Regional de Teplice” que ofrece exhibiciones dedicadas a la historia de la región, siendo un atractivo adicional además del famoso balneario.
Teplice también cuenta con un elegante parque, que fue diseñado al estilo inglés y cerca de él está un jardín botánico que exhibe plantas de muchos lugares del mundo para relajarse y simplemente contemplar su belleza. A la vez la agenda cultural de la ciudad ofrece conciertos de la Filarmónica de Bohemia del Norte Teplice, orquestra protagonista del Festival de Ludwig van Beethoven que se celebra cada verano, recordándonos la magia y “Musa de bohemios y grandes maestros…”
P.S.: https://www.psicologaemmanavarrodepalencia.com/la-importancia-de-las-vacaciones/
https://espanol.radio.cz/los-mejores-balnearios-checos-8721447/7
https://www.visitczechrepublic.com/es-ES/05db47be-ab6d-4c11-830f-29385d539098/place/t-teplice