Crisol Internacional: “Un día de playa en Australia”…
Cuando en Sudcalifornia las vacaciones oficiales están en sus últimos latidos y los tan anhelados días de playa se vuelven más fugaces y por ello más preciados, la mayoría por razones de tiempo únicamente se limitan a ir durante los fines de semana, mientras que en la isla más grande y mágica del mundo, Australia, apenas empiezan a comenzar. El ritual de ir a la playa es tan ancestral como la vida misma y en el recuerdo de muchos se encuentran diferentes escenarios muy vívidos como aquel inolvidable viaje familiar a Acapulco, cuando “ calienta el sol…”, y para aquellos otros que su luna de miel fue en algún sitio tropical, como en las islas de Hawái o del Caribe, o bien, el bullicioso escenario de Copacabana en Brasil, o las remembranzas nostálgicas de Coney Island, Rhode Island y New Port Beach en la costa del este de los Estados Unidos. Contrastantes paisajes playeros que son notorios al seguir el Highway # 101 desde el norte de California, cruzando la frontera con México y transitando entonces por la Carretera Peninsular hasta Cabo San Lucas en Baja California Sur, donde también se encuentra una de las playas más famosas del mundo, la Playa de Amor. Igualmente y sin olvidar a los pintorescos litorales del Mar Mediterráneo con sus exclusivos balnearios y ni que decir de las bellísimas playas de ensueño que hay en Oriente y por supuesto en Oceanía. La Mancomunidad de Australia o Common Wealth como se llama oficialmentea Australia está rodeado completamente por el mar y representa el sexto país más grande del mundo, con una extensión territorial de casi 8 millones de km² y se encuentra a una distancia aproximada de 20 mil km de México; cuenta con una población de más de 20 millones de habitantes, concentrados predominantemente en sus grandes ciudades costeras como son: Sidney, Melbourne, Brisbane, Canberra (ciudad capital), Adelaide, Cairns y Perth, que se ubican en la periferia de esta enorme isla, famosa por sus canguros, tiernos osos koalas, cocodrilos, feroces tiburones blancos, medusas y arañas gigantes, mucha arena, extraordinarias playas, deportes acuáticos de alta competencia, desiertos y planicies infinitas y con una población aborigen de las más ancestrales y autóctonas del mundo, formando así un muy atractivo patrimonio natural y cultural.
Celebrar un día en alguna playa australiana conlleva todo un protocolo similar pero muy diferente al de los bañistas sudcalifornianos. Cuando muchos paceños salen a la playa en vehículos dramáticamente sobrecargados tanto de familia, compadres, amigos, cuates, mascotas y objetos diversos como sillas, mesas, sombrillas, toldos, hieleras, coloridos flotadores, salvavidas, cañas para pescar, garrafones de agua, bebidas con y sin alcohol para todos los gustos y edades, contenedores con comida enlatada y fresca, carbón y asadores de muy variados tipos e ingenios, mochilas diversas, toallas, cobijas, equipos para el snorkel, bolsas y bultos cuyos contenidos puedan ser un verdadero misterio para el astuto observador y el tesoro real de la familia playera, dispuesta en conjunto a gozar del refrescante chapuzón, de un panorama marino, escenario contrastante muy distinto al cada vez más común y dominante que es el pasar mayor tiempo frente a la televisión, al internet o clavado en el celular “texteando”o sumergido en otra realidad pero virtual .… Australia cuenta con aproximadamente 50 mil kilómetros de espectacular y muy bien conservada zona costera formada por islas, fastuosas playas, cornisas de arrecifes y muy largas carreteras que llevan a un sinfín de lugares que explorar, como por ejemplo Pacific Coast Touring Route, desde Sidney hasta Brisbane, a través de la Byron Bay y la famosa Costa de Oro; siguiendo la impresionante carretera Great Ocean Road o la ruta costera hacia la península de Mornington en Victoria. Otra opción es descubrir una de las 74 islas que conforman el complejo ecológico de las islas Whitsunday, con más de diez kilómetros de arena en un paraje prácticamente solitario, su visita supone un lujo por lo recóndito de su ubicación. Es considerada como un paraíso para muchos buceadores, ya que sus fondos marinos forman parte de la Gran Barrera de Coral, la más grande del mundo, declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1981. Muchos visitantes prefieren practicar el surf en Margaret River, al sudoeste de Australia Occidental o en la península de Fleurieu en la Australia Meridional. Australia tiene playas con arena extremadamente blanca casi como la nieve del Himalaya, con rocas que parecen esculpidas por algún artista y mareas moldeando sin parar la costa y sus formaciones inverosímiles. Específicamente en su costa del Sur, en la provincia de Nueva Gales, concretamente en la famosa playa de Bondi, cerca de la popular ciudad de Sidney, las cosas no son tan distintas, esta playa también resulta tan concurrida como El Tecolote, cerca de la Paz en Baja California Sur durante los meses del verano y cuenta con un folklor propio de música, ritmo, vestimenta, ricas barbacoas o picnics playeros, acompañado siempre por todo tipo de deportes y actividades acuáticas, desde el lanzamiento de frisbees, de pelotas, cometas, además siempre habrá alguien nadando, surfeando, participando en alguna competencia o simplemente gozando del sol y de la brisa. Cabe mencionar el significante detalle, que prácticamente se convierte en una diferencia cultural, que la gente no deja basura, no contamina sus playas y respeta cabalmente el entorno del que disfrutan.
Un día en la playa sólo o en compañía de la familia o de los amigos resulta ser entonces una verdadera experiencia inolvidable, así como también una auténtica expresión cultural en cualquier parte del mundo, porque refleja parte de nuestra idiosincrasia, de nuestros valores, costumbres y tradiciones, que sin darnos cuenta en las hermosas arenas pasamos a nuevas generaciones y si logramos hacerlo con el debido respeto, tanto hacia el entorno natural, como también hacia los vecinos playeros, será cada vez más memorable y significativo. Ahora bien, si además nos preocupamos por nuestro órgano más grande- la piel- con la protección adecuada contra los cada vez más intensos rayos UV, esta experiencia fuera de casa y lejos de los vanguardistas artefactos electrónicos siempre será benéfica, ya que el agua de mar tonifica y cuenta con una composición de minerales relevantes para nuestro organismo como son el zinc, potasio, yodo y los oligoelementos. Además, el nadar o flotar siempre relaja los músculos y también la mente, y el mar nos ayuda contra los problemas respiratorios que puedan ser aminorados al inhalar la fresca brisa para sentirse entonces más saludable, menos tenso, feliz y por supuesto, espiritualmente renovado después de un día de playa en cualquier parte del mundo…
http://salud.uncomo.com/articulo/beneficios-del-agua-de-mar-para-la-salud-6331.html