Crisol Internacional: ¿Un paraíso perdido, Kiribati?…
Tras la reciente conmemoración del “Día Mundial del Agua” el pasado 22 de Marzo y especialmente proyectando el evento hacia Oceanía, con sus miles de recónditas islas, dispersas en la inmensidad de Pacífico Central y Sur, nos puede surgir la duda o curiosidad si todos esos lugares, en su mayoría tropicales, exóticos, maravillosos son realmente paradisiacos? Al respecto seguramente lo son, pero habrá igualmente muchas respuestas a esa interrogante y obviamente hay diferencias notables en cuanto al gusto particular de cada lector y también en el grado de desarrollo y avance de cada sitio a través del tiempo; así como también variaciones en sus climas y paisajes y dependiendo de dónde nos concentremos en esa vasta región podríamos opinar y contestar la pregunta con mayor precisión y objetividad. Así hay un sitio muy remoto y muy poco conocido que se llama Kiribati, oficialmente su nombre es la República de Kiribati, antes llamada Islas de Gilbert, en honor del capitán inglés que las descubrió en 1788. Kiribati es un país insular situado al Noroeste de Australia, que conforma un extenso archipiélago en la zona central oeste del Océano Pacífico. Tiene una extensión total de tres millones de kilómetros cuadrados siendo su territorio similar a la extensión total de la India. Kiribati está integrado por 33 atolones coralinos, donde se encuentra el atolón más grande del mundo llamado Kiritimati. (Isla Christmas) y cuenta también con zonas volcánicas en la isla de Banaba. El legado cultural de la isla está marcado por el mestizaje de sus pobladores: polinesios, micronesios y europeos, principalmente ingleses, franceses y españoles.
Durante la Segunda Guerra Mundial la zona de Tarawa fue ocupada por los japoneses y se volvió en uno de los escenarios de las batallas más sanguinarias contra la Marina de los Estados Unidos, una década después los ingleses emprendieron las primeras pruebas nucleares en medio de la Guerra Fría. Kiribati alcanzó su independencia hace menos de 4 décadas y en el año de 1999 se convirtió en Estado miembro de las Naciones Unidas dando un paso muy importante hacia la modernidad y la colaboración multilateral.
Sin embargo, en la actualidad Kiribati no solamente enfrenta los constantes desafíos del CAMBIO CLIMÁTICO que aqueja a toda esa la región y que ya han provocado migraciones emergentes de los habitantes de las islas, sino también, los problemas de sobrepoblación en su ciudad capital llamada South Tarawa que se ubica sobre una pequeña franja de tierra de aproximadamente de 16 km² que concentra más de 50 mil personas, siendo una densidad similar a la de las grandes urbes asiáticas como Tokio y Hong Kong, pero… SIN gozar de la infraestructura y del grado de desarrollo y bienestar de aquellas. Por ello, la situación social de sus habitantes se ha vuelto precaria ante la fuerte presión demográfica existente y las crecientes necesidades que atender, las condiciones que enfrentan muchos países considerados en vías de desarrollo como son: el abastecimiento de los alimentos suficientes, el suministro de agua potable e instalaciones sanitarias adecuadas. Irónicamente y a pesar de las abundantes lluvias, especialmente durante la temporada de huracanes, los tanques para recolectar el agua de lluvia son escasos. Prácticamente toda la población depende de los acuíferos subterráneos, que se localizan en las partes bajas de la isla, cerca del aeropuerto, pero cada vez más esos canales se ven afectados por la filtración del agua de mar. Existen ya varios proyectos de investigación científica para prevenir la crisis del agua y proteger este valioso recurso y su almacenamiento, colocando instrumentos oceanográficos alrededor del arrecife para medir el impacto de las olas, la fuerza de la corriente, el nivel del agua de mar y la calidad del agua potable subterránea. Pero la situación es tan drástica como lo expresa el asesor de los recursos acuáticos de la Secretaría de Ciencias geológicas: ”Si el agua del mar llega por encima de su nivel, tendría un efecto inmediato catastrófico y causaría salinización por un tiempo entre 15 meses y dos años, provocando que el agua potable fuera imbebible”…
Tristemente el paisaje de aquel paraíso exótico y prístino que fue Kiribati hace algunas décadas se va borrando constantemente ante el fuerte impacto de la actividad humana y como tomado de una película de ciencia ficción aparecen escenas apocalípticas: las playas cerca de los centros más poblados se están llenando de todo tipo de desechos y montañas de basura. Ante el irremediable contoneo de las mareas, casi en un abrir y cerrar de ojos, se nos presenta una dramática imagen del AYER Y HOY, ANTES Y DESPUÉS DE LA LLEGADA DEL HOMBRE a esa región y surge una cruel advertencia de lo que podría ser y pasar en otras regiones isleñas o peninsulares y de lo rápido que se está deteriorando y perdiendo…un verdadero paraíso terrenal que ya está a punto de perderse en el horizonte…
Para enfrentar la situación crítica que se vive en la isla las autoridades están tratando de impulsar un estilo de una vida más tradicional, como por ejemplo retornar a las costumbres de consumir las plantas locales como el taro, el arroz y los frutos de árbol del pan que son fáciles y baratos de preparar. Pero como en muchas naciones alrededor del mundo se requiere de un cambio en la mentalidad, una mayor consciencia hacia el ambiente y los recursos en Kiribati son muy limitados. Si consideramos además que el estilo de vida se basa en la mera subsistencia es más que urgente tomar acciones inmediatas para conservar y prever un futuro que aún está incierto ante las amenazas externas del CAMBIO CLIMÁTICO y es imperativo que la comunidad nativa accione responsablemente frente a la crisis, antes que sea demasiado tarde y veamos con tristeza y nostalgia “Un paraíso perdido”…
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/02/140204_ciencia_kiribati_isla_poblacion_amenaza_np
http://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/grandes-reportajes/kiribati-contra-viento-y-marea-2_9768