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Crisol Internacional: “Un Paseo por el Báltico, Estonia”

Escrito por Andrea König Fleischer en Viernes, 21 Abril 2017. Publicado en Crisol Internacional, Cultura, Sociedad

¿Cómo se imaginan unas vacaciones casi perfectas? Descansando en una playa tropical o bajo la sombra de unas exuberantes palmeras, disfrutando de la brisa del mar y el suave golpeteo de las olas, mientras nos tomamos un refrescante cóctel; o bien, en la cima de algunas montañas viviendo una gran aventura y a la vez gozando de una vista panorámica extraordinaria, y con ello re-encontrando el sendero de nuestras perspectivas, o bien, quizá una visitando una urbe cosmopolita recorriéndola y haciendo “shopping” en las boutiques más “niece” o simplemente pasarla tranquilos en casita, rodeado de la familia, una buena platica y una rica comida casera. Realmente no importa  el escenario, mientras que nos cause la sensación de distracción y reposo, aunado al cambio de la rutina cotidiana y de los altibajos de la vida misma. Aún hay diversos lugares en el mundo poco conocidos para la mayoría de nosotros y justo por esa razón estos se han convertido en nuevos destinos turísticos con atractivos muy especiales. Uno de estos singulares lugares es indudablemente un país con poca extensión territorial que está ubicado al Este de Europa y que se llama  Estonia. País  que fue una de las Ex Repúblicas Socialistas de la antigua  Unión Soviética y que está ubicado en el Mar Báltico o Mar de Este, limitando con Letonia al Oeste, Rusia al Este, Finlandia al Norte y Suecia al Noroeste, conservando también más de 2,200 diminutas y muy idílicas islas dispersas en el Mar Báltico. Esta pequeña República  de apenas 1.3 millones de habitantes adquirió  apenas hace 27años su independencia de la entonces URSS, ingreso posteriormente en 2004 a la Unión Europea y hoy está transformando su sociedad y abriendo su economía a los mercados internacionales para alcanzar el progreso y un mejor nivel de vida…

Lo cierto es que  en el  recién renovado  centro histórico de la ciudad capital Tallin, hoy se respira un aire cosmopolita en medio de enigmáticas y majestuosas construcciones medievales que le recuerdan al viajero a  las ciudades nórdicas y de hecho mayormente a Estocolmo, capital de Suecia y o a Helsinki, capital de Finlandia que se encuentran a una corta distancia de apenas  2 horas de recorrido en ferry. A pesar del paso de tiempo y sobre todo de los cambios políticos posteriores a la década de los años ochentas y la Independencia del país, la mayoría de los estonios  hablan ruso y siguen cultivando tradiciones del Este y del Norte, que se manifiestan sobre todo a través de su cocina.

Una visita a esta recóndita parte del mundo resulta muy interesante para todos aquellos apasionados de la historia y la política y por ende del futuro. En este rincón de Europa del Este el viajero puede conocer la frontera austral de Europa, además de las costumbres y los sentimientos de los habitantes cuya identidad refleja la mezcla cultural entre  el Norte, el  Este y Oeste.  Basta con echar un vistazo a su rica historia y sus sorprendentes paisajes marcados por los primeros asentamientos humanos durante la era glacial, las divisiones territoriales durante la época medieval, los conflictos de intereses surgidos entre los  invasores nórdicos y los caballeros teutónicos, el protectorado sueco, la ocupación rusa hasta finalmente encontrar y fortalecer una identidad propia como nación. Una excursión de la siempre histórica y bella Tallin hacia las ciudades de Narva y Tartu es una aventura culturalmente excelente que además ofrece paisajes singulares a su alrededor, marcado por zonas boscosas  de robles, hayas y abetos, una campiña como de aquellos cuentos infantiles nórdicos de Astrid Lindgren, llenos de sorpresas, aventuras y casualidades fantásticas y además por si fuera poco, cerca del mar plateado donde se encuentran parques de ensueño,  viejas y ostentosas mansiones restauradas, que invocan una época gloriosa y próspera del pasado y especialmente de aquella aristocracia del Báltico alemán. La ciudad de Narva aún cuenta con un 95% de población rusa debido a su cercanía con San Petersburgo. El rostro de Narva todavía muestra las facetas de una ciudad industrial al estilo post soviético con edificios altos, compactos de color gris, fábricas y obreros cuya expresión refleja el cansancio de una larga y pesada jornada de trabajo. Regresando a Tallin resulta muy sorprendente que en pocos años la ciudad se internacionalizó, dando espacio a empresas  y franquicias multinacionales, especialmente bancos, tiendas departamentales y numerosos cafés. Como en muchas partes del mundo el estatus social es muy relevante y las compañías automotrices han hecho buenos negocios, vendiendo los últimos modelos de los autos de prestigiadas marcas como: Mercedes Benz, Audi, BMW y Volvo, que a su vez simbolizan el nivel de un progreso material.

Hablando de cultura, Estonia se ha vuelto multicultural y especialmente la población juvenil está haciendo grandes esfuerzos por aprender el idioma inglés, ya que Inglaterra y “América” son los  lugares de sus sueños y probablemente para ellos de una “vacaciones perfectas”.  Muchos  estonios  aún saludan en  ruso, sin embargo prácticamente  ya no existen letreros o anuncios en esta lengua. Lo interesante es que la música popular de esta nación justo expresa mucho sobre su identidad cultural: un pueblo marcado entre el cruce de grandes civilizaciones, aristócratas, pueblos nórdicos, teutones y rusos que hoy se manifiestan con una música contemporánea, orquestas y festivales de coros de clase mundial que a la vez han logrado preservar las tradiciones de su folklor y un espíritu nacional. Algo similar ocurre con el arte, la literatura, el teatro y el cine, influenciados por diferentes estilos y superando cualquier barrera lingüística. Muchas de estas manifestaciones se funden en el Museo de Arte Contemporáneo, el KUMU, una construcción arquitectónicamente impresionante que busca convertirse en un nuevo centro de atracción de la vida artística moderna ya existente entre Escandinavia y Europa. Seguramente no habrá ningún día de aburrimiento durante este “Paseo por el Báltico” y Estonia lugar quesin duda siempre será una región muy atractiva y especial para cualquier de sus visitantes de lejos o de cerca…

 

 

P.S.:  https://www.welt.de/reise/article156744606/Was-wir-am-neuen-grenzenlosen-Europa-haben.html

http://www.estemb.es/estonia/cultura

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