Crisol Internacional: “Una Perla en la Polinesia, Isla Huahine”
Desde tiempos muy remotos, casi inmemoriales, las perlas han tenido un gran valor y un significado simbólico en diversas culturas. Por lo general se asocian con la buena suerte, la pureza y la inocencia, así como también con la humildad y la castidad, esto debido a su mismo origen, que se produce a partir de un simple grano de arena que con tiempo se convierte en una hermosa gema preciosa que sigue destacando y adornando no solamente los cuellos y algunos lóbulos reales o de personajes famosos y también complementando a través del tiempo el porte de una mujer de elegancia clásica. Baste con recordar a la famosa diseñadora francesa de modas Coco Chanel y una de sus inolvidables frases que decía: “Los diamantes pueden ser el mejor amigo de una chica, pero las perlas te harán brillar como la luz de luna.” Así también hay quienes afirman que las perlas no solamente atraen fortuna, sino la felicidad y buenas energías, neutralizando a la vez la negatividad o las llamadas “malas vibras”, estableciendo casi mágicamente un equilibrio emocional.
Como sea, en la bella Sudcalifornia de México, también hay un rico historial y muchas leyendas rodeando a esta joya del mar, personajes como Gastón Vives llevaron su belleza y su valor a escenarios internacionales y las perlas de Baja California dieron fama y prestigio en su momento histórico a la media península y a sus habitantes. Indiscutiblemente en cuanto a su valor, el precio de las perlas depende de factores como son su: tamaño, lustre e iridiscencia, forma, color y grosor de la capa de nácar. Las perlas más costosas son las marinas y las mejor cotizadas en la actualidad son las perlas australianas, que se cultivan en Australia, Indonesia y Filipinas. Justo ahí, lejos del barullo y de las rutas turísticas acostumbradas y por ello muy concurridas, se esconde una bella isla casi secreta con el misterioso nombre Huahine, de apenas 16 km de largo y 13 km de ancho, a la que se puede llegar por barco o avión y que está ubicada a una corta distancia de apenas 50 km de Bora Bora y a 175 km al Oeste de Tahití, lo que la ubica geográfica y políticamente en la Polinesia Francesa. Huahine es la más oriental del grupo de las Islas de la Sociedad y según los navegantes del Sud Pacífico, aún conserva las fragancias y sabores polinesios tradicionales y su belleza es singular: lagos, bahías inmensas, picos escarpados y playas fabulosas se alternan en este paraíso tropical rico en tranquilidad y naturaleza. Curiosamente Huahine no es en realidad una isla sino dos, Huahine Nui y Huahine Iti, (Huahine grande y Huahine pequeña) que están unidas como dos hermanas por un puente y cercadas por el mismo arrecife de coral que comparten y que crea bahías y una magnífica laguna interior circundante. Además, posee imponentes peñascos basálticos cubiertos de vegetación tropical que configuran un paisaje quebrado y multicolor.
Recorrer Huahine no solamente significa hacer un viaje de extrema aventura, sino también un re-encuentro con la Polinesia ancestral y con algunas de sus legendarias costumbres, leyendas y tradiciones. En su extremo nororiental, pasando por el lago Fauna Nui y Maeva, se asienta un importante centro cultural y religioso, que es más antiguo que la llegada a este apartado rincón del mundo de los primeros europeos,encabezados en 1769 por el intrépido Capitán británico James Cook, que arribó a un sitio que se denomina Matairea y que poéticamente significa “dichosa brisa”, donde sorprendentemente fueron descubiertos centenares de construcciones de piedra, entre ellos casas, establos además de campos de cultivo y sorprendentemente…más de cuarenta templos polinesios, llamados maraes que nos invitan a la reflexión sobre un pasado esplendoroso y místico que hoy extrañamente apenas despierta el interés de los arqueólogos e historiadores, cuando realmente deberían ser un vestigio valioso para toda la humanidad, capaz de unir los lazos del pasado con el presente.
Esta unión casi espiritual de los pueblos se puede tejer también con sus recursos y especialmente con las perlas que en esta región se cultivan y que aún representan honor y riqueza para los habitantes de esta paradisiaca isla. Es por eso que la fábrica de Perlas y Cerámica Nui simboliza para su pueblo orgullo, optimismo y armonía con la naturaleza, ya que históricamente se han dedicado al cultivo de las perlas, marcando con ello de una manera especial el nombre del archipiélago. Conservando además la tradición de sus ancestros, los nativos de Huahine quehan seguido cultivando y cuidando de sus perlas de un color más oscuro y también de las otras más apreciadas entre las 19 tonalidades existentes en el mundo. Así el visitante de la isla puede ir en una pequeña embarcación, tipo canoa y recorrer las cabañas y talleres de los artesanos dispersos en las orillas de la laguna para conocer y valorar su trabajo, el proceso del cultivo, convivir con su gente, apreciar parte de las tradiciones y tal vez adquirir una bella y genuinamente única gema preciosa de esta parte tan recóndita y alejada del mundo.
Huahine aún conserva como solamente lo hacen algunas islas del Sud Pacífico muchas tradiciones en pleno siglo XXI que la hace tan especial y convierte un viaje hacia ella en una experiencia sublime que también incluye el poder disfrutar de su riqueza y frescura culinaria y gozar de las variadas opciones de turismo activo que ofrece, desde galopar y recorres sus bellezas a caballo o bien, remando en un kayak o en una canoa sobre las olas aguamarinas y sin duda buceando y admirando su maravilloso mundo submarino o bien, practicando la pesca en altamar. Pero sobre todo este pequeño paraíso bajo el sol permite recordar su historia y tradición que siempre le permitirá brillar por siempre como “Una Perla en la Polinesia”, enlazando recuerdos con las esperanzas de sus habitantes y también de sus afortunados visitantes.
P.S: https://www.joya.life/blog/perlas-significado-propiedades-y-usos/
https://tahitinuitravel.com/destination/huahine/
