Crisol Internacional: “Una sonrisa de mamá, Ecuador”
Dándole la vuelta al mundo hay una cosa que invariablemente no cambia en ninguna parte y esa es sin lugar dudas, es la sonrisa de una madre… Ya que a pesar de cualquier infortunio o adversidad, cualquier pena o problema y por más difícil que este sea o se presente en la vida, son las madres que los enfrentan con valentía y total determinación. Convertirse en madre indudablemente significa un cambio total de las rutinas de vidas de una mujer, un ajuste en el orden y en el tiempo y también en la forma de actuar y pensar de la mujer. Ser madre NO, no es un hobby y mucho menos una actividad temporal, es un compromiso para TODA LA VIDA, ya que ser madre significa ante todo dar el corazón y entregar todas las fuerzas y energías del mundo para sacar adelante a la familia y así como existe el sacrificio de una madre, también existe el gran amor de una madre, que siempre es eterno e infinito y que se manifiesta de mil formas, como seguir los pasos de los pequeños que con su ayuda y amor algún día serán grandes y habrán aprendido a través de ese ejemplo. Bien sabemos que la maternidad no significa sonreír siempre, sino aguantar penas, muchas noches de insomnio, constantes preocupaciones y sobre todo, tener y mostrar una paciencia ilimitada…
Proyectando lo dicho al entorno de Sudamérica, en la República del Ecuador han ocurrido dos décadas de sustantivos cambios, reflejados en mejoras en la situación de los derechos de la mujer y también en la reducción significativa en las brechas de género, así como también, en tangibles cambios en el rol y la estructura del Estado y en su propuesta de gestión y desarrollo para el empoderamiento de las mujeres y la igualdad entre los géneros. Durante los últimos 20 años han sido las mismas mujeres las que se han organizado para crear nuevas oportunidades de empleo y de desarrollo y un ejemplo sobresaliente es justo el caso de las MADRES, las que en su mayoría y a pesar de las consecuencias devastadoras del temblor del 2016 seguían entonces y siguen ahora luchando por sus derechos a través de iniciativas y acciones concretas organizados por el Ministerio de Justicia en estrecha coordinación con las Naciones Unidas. Los proyectos incluyen temas de prevención de la violencia de género que ayudarán a empoderar y proteger más a las mujeres y también a las niñas, tras la situación de la crisis nacional. Basta mencionar que en medio del sofocante calor y las condiciones extremadamente difíciles, las mujeres y particularmente las madres fueron dedicando su interés y trabajo hacia temas de manejo de las microempresas para poder levantar y mantener un pequeño negocio para resolver la crítica situación familiar y seguir adelante. Ecuador sobresale por ello en el entorno mundial como el país más emprendedor de América Latina con un crecimiento sostenido de la Tasa de Emprendimiento Anual relativamente alta del casi 30%, marcando una diferencia ante la escasez de alternativas laborales, buscando oportunidades propias en función de talentos y habilidades propias. Una de cada cuatro personas en Ecuador ha emprendido un negocio y casi el 40% de ellas son mujeres, madres en su mayoría, lo interesante es que logran consolidar su proyecto y en menos de 4 años lo convierten en una microempresa rentable. Estos hechos muestran con claridad los avances en la sociedad ecuatoriana y especialmente en la forma de pensar y hacer las cosas de sus mujeres, dispuestas a asumir riesgos para alcanzar un mejor porvenir…
Son también las mujeres ecuatorianas las que ya han establecido una Red de Empresarias, organizando y adecuándose a las nuevas realidades y exigencias tecnológicas. Según las estadísticas oficiales se observa una mayor proporción y motivación de las mujeres emprendedoras que iniciaron su negocio por necesidad, especialmente a causa del desempleo y subempleo, mostrando de esta manera una actitud positiva hacia la vida y de cómo se pueden y deben resolver los momentos difíciles rápidamente. Los beneficios obtenidos de estas actividades son actualmente más que evidentes, ya que las mismas mujeres, nuevamente en su mayoría madres, han alcanzado un mayor desarrollo humano y muy especialmente una mayor grado de autoconfianza y autoestima, aspectos ambos muy importantes para apoyar y en muchas ocasiones mantener una familia.
Existen casos prácticamente emblemáticos en ese país como la historia de Gloria Saltos, originaria de la ciudad de Ambato, que inició su pequeña tienda hace ya más de 4 décadas, estudiando y superándose posteriormente para convertirse en una exitosa empresaria que hoy en día maneja 20 almacenes de prestigio a nivel nacional. Otra caso de una valiente mujer ha sido Teresa Castro de la provincia de Manabí, que después de las crisis económicas a medianos de los años noventa decidió crear su pequeño comedor “EL Desayuno de Tere” y a pesar de haberse graduado en enfermería se dedicó a especializarse en gastronomía, empezando a vender “bolones”, platillo típico ecuatoriano que se prepara con plátano verde o maduro mezclado con carne o queso. La constante labor de Doña Tere le hizo ganar el premio nacional del “Sabor” al mejor bolón de Guayaquil y varios premios y reconocimientos más por la Cámara de Comercio. Lo curioso del caso es que a pesar de que nunca había hecho una gran labor de publicidad su pequeño negocio floreció y parte de este éxito consistió que Doña Tere asegura “siempre haber sido soñadora, viniendo de una familia numerosa y humilde, me obligó a trabajar y emprender mi propio negocio”…y muy probablemente siempre mostrar “una sonrisa no solamente de las madres ecuatorianas”, sino tantas para no decir de todas las madres del mundo, porque solamente ellas saben lo que es amar y trabajar al mismo tiempo, sin claudicar, ni rendirse jamás….
P.S.: https://lamenteesmaravilosa.com
https://www2.unwomen.org/ sobre la situación de la mujer ecuatoriana
http://www.pacarinadelsur.com/home/mascaras-e-identidades/1288-cinco-casos-exitosos-de-emprendimiento-femenino-en-el-ecuado
