Crisol Internacional: “Workaholics ¿Adictos al trabajo?”
¿A caso en algún momento de nuestras vidas nos hemos enredados tanto en el trabajo y las tareas que se derivan de él, excediéndonos desmesuradamente para casi olvidarnos de TODO y de TODOS a nuestro alrededor por estar simplemente como popularmente se dice “clavados”, aunque otros dirían “concentrados”, en nuestro TRABAJO? Habrá muchas respuestas y existen matices al respecto: tanto los que lo niegan rotundamente, contestando vehemente “jamás” o “nunca”, como los que lo admiten con cierto sentimiento de culpa y claro los eventuales que somos la mayoría que a veces necesariamente nos perdemos en el horizonte ante montañas de papeles, apuntes, archivos abiertos en la computadora, llamadas telefónicas a todas horas, reuniones interminables y agendas saturadas de trabajo…anhelando que se aproxime el fin de semana para poder bajarle al ritmo y a la intensidad del TRABAJO y descansar a gusto…
¿Qué es realmente y que tan serio es el problema de la ADICCIÓN AL TRABAJO o convertirse en lo que algunos llaman o identifican como un “Workalcoholic”? El fenómeno fue descubierto ya hace cincuenta años, cuando el profesor estadounidense Oates lo utilizó para describir su propia situación laboral y la empezó a comparar con el alcoholismo. Más tarde el propio Oates creó el término “workalcoholism” como una necesidad excesiva e incontrolable de trabajar incesantemente, a un grado que afecte a la salud, la felicidad y las relaciones personales. Según estudios e investigaciones más recientes resulta que cada vez más personas, incluyendo a los jóvenes entran en contacto con sustancias químicas para “escapar” y aliviar tensiones, especialmente el estrés y problemas en la escuela, el trabajo, la familia y las relaciones interpersonales, haciéndose con ello y paulatinamente adictos a drogas o tóxicos. A la par ha crecido también el número de personas que trabajan intensamente durante largos periodos y que desarrollan esa dependencia SIN ingerir sustancias, situación que se ha identificado también como ADICCIÓN AL TRABAJO. En este contexto cabe resaltar que ser un trabajador, empleado, gerente, funcionario, investigador e incluso artista es una virtud y en muchos países una bendición que generalmente se basa en un talento y una o varias habilidades, pero “serlo o hacerlo en exceso y tener un elevado compromiso con la empresa, el gobierno o la comunidad” puede dar lugar a la adicción y por lo tanto riesgos a mediano plazo, tanto físico, como emocional y psicosocial. Caracterizado ya cuando el cumplimiento de las tareas y la asistencia a las reuniones de trabajo se empieza a anteponer a las relaciones familiares y sociales y puede convertir sin darse cuenta en una obsesión, ya que los constantes alabanzas y algunas recompensas a la gente que trabaja en exceso van viciando y retroalimentando el proceso, hechos que NO ocurren con las demás adicciones que son por lo general sancionados legal y socialmente.
Así se estima que el problema ya afecta actualmente un 20% de la población trabajadora mundial y principalmente a los hombres entre 40 y 60 años que como tradicionalmente son los proveedores del hogar son también más propensos a ese riesgo y ya existen actualmente más de 100 grupos de ayuda en el continente americano. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hay por ejemplo un 8% de la población española económicamente activa que trabaja más de 12 horas en su profesión para escapar de problemas personales y muchos de ellos lamentablemente acaban sufriendo de enfermedades cardiovasculares…
Ahora bien, ¿cuáles son los principales síntomas de este padecimiento? Al respecto hay concordancia entre los investigadores que se presentan tendencias compulsivas relacionadas con el trabajo duro y con dificultades para relajarse después. Así mismo una creciente necesidad de tener el control y un exagerado sentido del perfeccionismo, provocando que la comunicación interpersonal vaya decreciendo debido al esfuerzo excesivo por estar centrado en el trabajo y al igual, la capacidad de delegar tareas a los demás va paulatinamente bajando para no perder el control, asimismo la autovaloración es solamente enfocada en el trabajo, ya que es la actividad más relevante para el individuo afectado por este mal que los predispone a estar dispuestos a trabajar fuera de los horarios e incluso, durante los fines de semana lo que también incluye sacrificar las vacaciones o parte de ellas. También habrá que preguntarnos cuáles son algunos factores que llevan a esta dependencia al trabajo? Lamentablemente las presiones económicas, a veces reforzadas por las familias incluso el temor de perder el propio empleo, la competitividad en el mercado laboral, el fuerte deseo de conseguir el éxito con el puesto y nivel deseado, así como también la incapacidad para negarse ante un jefe sobre peticiones y trabajos o tareas adicionales o bien, el temor a los jefes prepotentes, exigentes y que amenazan constantemente al trabajador con perder su empleo o denigrarlo a otro nivel inferior. Otros causantes que pueden agravar la dependencia laboral son la falta de organización que lleva a la acumulación y sobresaturación del trabajo, un entorno familiar tenso o problemático, la ambición excesiva por el poder, el dinero y el prestigio, la incapacidad de establecer prioridades y en el caso de algunas mujeres profesionistas, la presión ante de la sociedad para poder sacar adelante a los hijos a toda costa aunque haya que sacrificarse al trabajar de “sol a sol”…
Los especialistas en el tema también han logrado diferenciar distintos tipos de “workalcoholics” como el “compulsivo-dependiente”, el “perfeccionista obsesivo-compulsivo”, el “orientado hacia los logros” y los “pseudoadictos” y como sea las consecuencias del problema son evidentes y totalmente negativas a mediano plazo, afectando irremediablemente la vida familiar conduciendo al aislamiento, la separación y la desintegración familiar. En cuanto a la salud pueden surgir problemas cardiovasculares, gastritis, hipertensión, problemas musculares y ansiedad que requieren tarde o temprano de atención médica. Antes que se presenten los efectos negativos de la ADICCIÓN AL TRABAJO es indispensable revisar nuestro “propio tren de vida” y cómo nos afecta y cómo repercute en los demás… Hacer conciencia sobre la situación y valorar que hay una gran cantidad de otras cosas que valen la pena realizar para disfrutar y compartir y que NO TODO ES TRABAJO en la vida. En las tareas laborales sin importar el nivel o la jerarquía del puesto es importante y necesario aprender a delegar, recapacitar que una jornada laboral bajo circunstancias normales es de 8 horas, incluyendo ratos de descanso o pausas y que el trabajo realizado en casa debe ser la EXCEPCIÓN…Y NO LA NORMA. Y si la casa se ha convertido en la oficina, ésta también debe tener horarios. No hay que confundirnos, bien es cierto que el trabajo nos da sustento y bienestar brindándonos beneficios económicos y nos puede otorgar además reconocimientos y probablemente chispas de alegría y euforia, pero NO ES SINONIMO DE LA FELICIDAD como tampoco lo es el ocio, pero encontrar el balance entre ambos puede evitar el convertirnos en “ADICTOS AL TRABAJO” y vivir más plenamente o como lo dijo el filósofo y sabio chino Confucio: “Escoge un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar un solo día en tu vida”…
P.S.: https://www.psicologia-online.com/adiccion-al-trabajo-1141.html
https://ehorus.com/es/adictos-al-trabajo/
https://www.bbc.com/mundo/noticias-43668941
http://www.ilo.org/inform/online-information-resources/research-guides/labour-statistics/lang--es/index.htm