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Crisol Internacional: “Zancadillas emocionales: ¡Espero todo… o no espero nada!”

Escrito por Andrea König Fleischer en Viernes, 17 Noviembre 2023. Publicado en Andrea König Fleischer, Conoces a Nuestros Colaboradores, Crisol Internacional, Opinión

La clave para ser más feliz es dejar de ponerte la zancadilla

La naturaleza humana es tan compleja como multifacética, ya que se puede manifestar robusta y o frágil y también moldeable y tenaz ya que entre más convivamos con nosotros mismos y con los demás, mayor conocimiento y aprendizaje se puede dar sobre nuestro estado físico y mental, lo que indudablemente influye directamente sobre nuestro comportamiento y nuestras emociones. Definitivamente no hay ser que siempre esté “de buenas” ni tampoco “de malas”, ya que nuestra existencia se pinta por más colores y matices más que el blanco y negro, y en pocas palabras podríamos afirmar que se adapta generalmente a las condiciones y circunstancias, tratando de “hacer o dar lo mejor”…

Asimismo cada uno de nosotros procura vivir lo más contento, plena y felizmente que se pueda y durante este proceso nos acompañan las llamadas EXPECTATIVAS…. Nacemos y morimos con ellas y vale mucho la pena reflexionar y conocer un poco más sobre su significado, sus manifestaciones y sus impactos. Para salir de dudas, conviene primeramente emprender la búsqueda etimológica y aclarar el término que proviene del latín exspectare, que a su vez está compuesto por el prefijo “ex”, que indica “fuera” y el vocablo “spectare” que significa “ver” o “contemplar”. A la vez la Real Academia Española (RAE) guarda los siguientes significados: “la esperanza de realizar o conseguir algo, la posibilidad razonable de que algo suceda o la posibilidad de conseguir un derecho, una herencia, un empleo u otra cosa, al ocurrir un suceso que se prevé”; expresado de otra forma las expectativas encierran deseos y anhelos silenciosos sobre eventos y personas subjetivas que son totalmente hipotéticos y simplemente existen en nuestra mente, pero que NO son reales, ni tenemos garantía alguna de que se cumplan…y son justo estas presunciones o supuestos que nos pueden causar desilusiones, decepciones, frustraciones y uno u otro dolor de cabeza o incluso dolor emocional. Es más, también existe una curiosa relación entre las palabras “especular” y “especulación”, las cuales también provienen del latín specularis, que denota a aquello que se refleja como un espejo, tal como si fuera una proyección de nuestros deseos, anhelos, ilusiones o incluso valores existentes en el mundo o en los demás.

En este contexto a menudo hemos escuchado la expresión de “poner la barra muy alta” que se origino en el mundo de los deportes, refiriéndose a las competencias, los récords y marcas las que NO siempre se pueden alcanzar o cumplir y nosotros hemos sido testigos de ello cuando vemos las Olimpiadas u otras competencias deportivas, musicales y artísticas. Ante todo tenemos que dejar muy claro que SOMOS HUMANOS, no máquinas o robots que con un simple apretón o un click pueden funcionar, alcanzar y superar metas y llevar a records impensables. A la vez hay que señalar y resaltar que las expectativas nos acompañan en nuestro día a día y no son ni malas, ni buenas…

Sin embargo, las expectativas nos pueden poner literalmente “zancadillas” en el camino, ya que cuando NO se cumplen pueden detonar diversas emociones y algunas de ellas pueden ser muy ambivalentes. Bien afirman los psicólogos que: “por una parte, condenan al que las alimenta a un rol pasivo ya que debe esperar que se produzca aquello que desea, pero al mismo tiempo esa persona ata a los demás a sus expectativas al comunicarlas implícitamente a través de sus actitudes, con lo cual intenta arrebatarles la posibilidad de elegir.” Tomar conciencia de ellas e identificarlas como parte de nuestros deseos e ilusiones que a la vez se basan en nuestras propias experiencias y circunstancias puede ayudar a desactivarlas o llevarlas a un nivel más realista. En vez de reclamar en voz alta que “la vida debería ser más justa…”, porque la vida misma y las personas nos pueden desilusionar una y otra vez. Más bien vale entonces recodar la sabía frase de la antropóloga norteamericana Margaret Mitchell: “La vida no está obligada a darnos lo que esperamos…”

Ahora bien, la función de las expectativas se relaciona directamente con nuestro futuro; estamos esperando que algo –mejor-ocurra, lo que puede ser desde un humilde deseo de que salga el sol o deje de llover, hasta una expectativa mayor de que alguien haga algo por nosotros y siempre puede existir la posibilidad que esto ocurra y así sea. Sin embargo, simplemente esperar a que suceda, NO se da automáticamente o por un acto de magia, aunque hay opiniones y teorías que afirman que existe una “Ley de la atracción”, en pocas palabras desear algo tan fuertemente para que se cumpla y pueda existir, pero eso es y será otro tema a investigar más a fondo.

Como sea esta breve la reflexión en torno a las expectativas y poder considerarlas más conscientemente nos brinda la oportunidad de tomar las riendas de nuestra vida, elegir nuestras decisiones más libre y proactivamente, así como el poder cumplir con nuestros deberes como ciudadanos de un país y del mundo, sin pedir NADA a cambio, disfrutando el momento al “carburar” nuestras expectativas a un nivel manejable y realista, abriendo nuestra mente y nuestro corazón; y porque no retomar un poco de la cita del escritor norteamericano Denis Waitley:“Espera lo mejor, planea para lo peor y prepárate para sorprenderte”. Así, para concluir y no enredarnos o caer con estas “Zancadillas emocionales…”sobre lo que pueden ser nuestras expectativas…tampoco NO debemos dejar que las expectativas ajenas nos dañen, lastimen y mucho menos agobien y torturen….al dejar clara nuestra perspectiva y nuestros sentimientos…

Asertividad: Mejorando mis Habilidades Sociales | Área Humana

P.S.: https://economipedia.com/definiciones/expectativa.html https://rinconpsicologia.com/expectativas-significado-ejemplos/ https://www.sanarai.com/blog/expectativas-por-que-nos-afectan-y-como-manejarlas-mejo

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