Crucial que las nuevas generaciones estudien y protejan la herencia cultural de las pinturas rupestres de BCS
El arte rupestre constituye uno de los patrimonios culturales más frágiles en el mundo y por lo tanto en B.C.S., en los últimos años se ha manifestado una angustiosa urgencia por la necesidad de protección a este arte paleolítico, tanto en el interior de las cuevas como al aire libre, por los inminentes problemas de degradación natural y por la antropogénica de rapiña y grafiti, por lo anterior, es significativo que los centros educativos hagan una llamada de atención y despierten la conciencia colectiva de transmitir a las generaciones futuras este riquísimo legado.
Para ello el pasado martes 14 de marzo la Mtra. Tamara Montalvo Arce compartió con los alumnos del ITES en Cabo San Lucas una ponencia sobre las pinturas rupestres de B.C.S. Como es sabido, las pinturas rupestres de la Sierra de San Francisco fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1993, por considerarse exponentes de una cultura sumamente refinada ya que las pinturas constituyen por su composición, dimensiones, precisión de trazos, variedad de colores y, sobre todo, por su abundancia, un testimonio excepcional de una tradición artística única en su género.
Asimismo, se analizó que la mayoría de los sitios con pinturas rupestres en nuestro estado se encuentran enclavados en paisajes extraordinarios ofreciendo adicionalmente un singular “paisaje cultural”. Además de ser conocidos, conservados y disfrutados por la sociedad estos sitios con arte rupestre, también deben convertirse en elementos claves y endógenos para diseñar estrategias de desarrollo sostenibley ordenación del territorio, fundamentales en las localidades en las que se ubican dichos sitios, y de los cuales se pueden extraer evidentes beneficios.
Baja California Sur tiene todavía mucho que ofrecer al turismo del siglo XXI, por ejemplo, toda su cultura rupestre y petroglífica con las debidas protecciones adecuadas, sus fantásticos restos paleontológicos, su cultura ranchera y rural, su riqueza salinera como espectáculo industrial o natural, y su significación terapéutica, cultural y científica y porque el Estado en sí es un gran museo geológico con 12 millones de años de antigüedad.
La Mtra. Montalvo que funge actualmente como Secretaria del Patronato del mismo Instituto Tecnológico, comentó que en el caso de la Licenciatura en Turismo, es muy alentador comprobar que sus docentes se preocupen por darles a sus alumnos las herramientas necesarias y adecuadas para desarrollar proyectos con una visión sustentable convirtiéndolos en nuevas generaciones que sabrán llevar a las comunidades beneficios económicos, pero sobre todo anteponiendo la conservación adecuada de los sitios con patrimonio cultural, pero más alentador aún es percibir en los alumnos ese interés genuino por conocer y conservar con plena responsabilidad de que pasen a la siguiente generación íntegramente todos los patrimonios culturales.
Es de gran interés científico el determinar con las nuevas tecnologías, la composición de los pigmentos, resinas, fluidos y minerales diversos con los que preparaban los colores para las pinturas rupestres y conocer las herramientas que utilizaron para los petroglifos puesto que no dominaban el hierro aún.
Baja California Sur cuenta con centenares de sitios con pinturas rupestres en cuevas y pictogramas parietales de diversa dimensión en exteriores, pero su riqueza en petroglifos aún es indeterminada. La obra de Enrique Hambleton, como la de Crosby y la de Aníbal López son precedentes de las que está produciendo el Instituto Sudcaliforniano de Cultura con destinatarios infantiles que son de gran importancia, pero para un estudio científico es mejor acudir a las obras de investigadores del INAH, de la UNAM o de la ENAH. Aunque suene extraño, debemos considerar como sagrados los sitios de arte rupestre y parietal exterior o petroglífico y por ello la difusión cultural y la educación para la conservación y protección del patrimonio cultural es crucial.