¿CUÁL ES LA FAMILIA QUE DIOS CREÓ?
En una de sus últimas homilías el cardenal Norberto Rivera pidió a los fieles de su iglesia “orar por los poderes Legislativo y Judicial para que promulguen y ejerzan leyes que defiendan a la familia como Dios la creó”. Como se sabe, este líder religioso junto con otros de la iglesia católica se han opuesto a la iniciativa del presidente Peña Nieto para reformar el artículo 4 constitucional así como diversas disposiciones del Código Civil Federal para garantizar la igualdad y la no discriminación a la comunidad lésbico gay (LGBTTI). En dicha iniciativa se establecen el matrimonio igualitario, el derecho de adopción y la identidad de género de esta comunidad.
Siempre será difícil, y muchas veces intolerante, la discusión de los derechos civiles en el marco de la creencia o no creencia en un Dios (o en varios) y en los preceptos que este Dios manda ya que para ello se vale de seres humanos que interpretan estos mandatos y como humanos pueden fallar en esta interpretación como en cualquier otra. De hecho a lo largo de la historia del catolicismo los que se han dicho representantes de Dios han cometido muchos errores y excesos en sus interpretaciones divinas que hoy han tenido que reconocer. Uno de ellos en el siglo XV, quizás el más penoso, fue el caso del papado de Alejandro VI, Rodrigo Borgia, y la relación incestuosa que tuvo con su hija Lucrecia, uno de sus diez hijos ilegítimos, amén de sus frecuentes fiestas donde abundaban el vino y las mujeres. Interesante vida familiar la de don Rodrigo.
Después en el siglo XVI vendría otro de los capítulos oscuros de la iglesia católica, la persecución y ejecución de personas acusadas de “herejía” oficialmente a través de la Inquisición, otra interpretación singular de la voluntad de Dios. Ya más recientemente está el caso del otorgamiento que hizo el Papa Pio XI al dictador Francisco Franco de “Caudillo de España por la gracia de Dios” hace menos de un siglo. Después el catolicismo se convertiría en la religión única del fascismo europeo aunque, justo es decirlo, después el papado de Pio XII osciló entre la protección a algunos de los perseguidos por el fascismo alemán y un anticomunismo extremo aliado de las nuevas dictaduras de la posguerra. La cereza de este pastel puede ser la “vida familiar” del padre Maciel influyentísimo jerarca católico, fundador de los Legionarios de Cristo, que tuvo su muy particular interpretación de la familia que su Dios le mandó hacer.
Antes de la fundación del catolicismo la familia existente en las distintas culturas ha sido muy diversa. Desde la matriarcal, donde la mujer era el centro del poder y la organización social, hasta la aparente familia comunal en los primeros grupos humanos. Se argumentará, con razón, que sobre estos modelos no existe documentación probatoria sino “sólo” interpretaciones antropológicas. Admitámoslo. Lo que sí está documentado es que monarcas como Salomón, rey de Israel, pudieron tener cientos de esposas y/o cuncubinas. Como también es plenamente verificable que el subgrupo mormón de la iglesia cristiana protestante admitió la unión polígama por lo menos hasta finales del siglo XIX.
Para este grupo la multiplicidad de esposas se justifica “sólo cuando es permitido específicamente por el Señor”. Para ello ponen el ejemplo de Abraham, Isaac, Jacob, David, Salomón y Moisés. La dificultad en el ejercicio de este derecho polígamo sobreviene cuando se pide la exhibición de la “autorización” que emite el Señor (Dios) de estas uniones. No la hay, sólo existe la “interpretación y aceptación” que de ello hacen los líderes religiosos. Volvamos a la pregunta inicial, entonces ¿cuál es la familia que Dios creó? Mientras cavilamos sobre esta pregunta, la vieja demanda de la comunidad LGBTTI no puede seguir esperando hasta que la sociedad laica mexicana llegue a un “consenso”, que nunca habrá, sobre “el tipo de familia que Dios creó”.
La solución es relativamente sencilla, las religiones impondrán sobre sus fieles las normas que consideren dictadas por sus dioses y el estado gobernante garantizará a los ciudadanos el ejercicio de sus libertades civiles y derechos individuales. ¿Quién dijo antes que al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios?