CUBA ESTÁ CAMBIANDO
(Parte 1)
Desde hace alrededor de cinco años, he tenido oportunidad de visitar Cuba con cierta regularidad. A partir de mi primera cita en ese país de tanta controversia y, al mismo tiempo tan enigmático, ha estado siempre presente mi deseo de apoyar en lo que me es posible, haciendo servicio voluntario. Algo que aprendí de mis padres.
Como muchas de las cosas que nos suceden en la vida, Cuba ha estado presente en la mía desde mi infancia y marcó mi Ser. Recordar algunas expresiones y costumbres que formaron parte de mi vida familiar y escuchar a mi abuelita materna mencionar con frecuencia anécdotas de su papá (mi bisabuelo), un español de nombre José Santa Ana que llegó a Cuba a los once años de edad. Posteriormente, siendo un joven, decidió venir a México a probar fortuna, estableciéndose hasta el fin de sus días en Todos Santos, Baja California Sur, en donde contrajo nupcias con Julia Villarino, nativa de este hermoso lugar.
Cuba está cambiando definitivamente. Después de haber hecho una pausa de mis visitas durante casi tres años, pude observar y comprobar reformas muy significativas: la remodelación de muchas casas y algunos lugares públicos. La construcción de habitaciones comerciales en domicilios particulares, ya que los hoteles son insuficientes para la creciente afluencia turística de los últimos tiempos. Gran cantidad de carros de modelos mucho más reciente de diversas marcas, como Toyota, VW, Ford, Chevrolet, Mitsubichi, Peugeot, etc. Mucho me sorprendí al ver un gran número de Mercedes Benz que se desplazaban frecuentemente por las calles. Pequeños microempresas particulares, así como, negocios más formales en los que la inversión cubana-americana no pasa desapercibida por lo que empiezan a verse clases sociales con diferentes realidades. Las viviendas ya pueden ser vendidas a otros cubanos y no solo permutarlas, ni perderlas, en caso de salir del país. Algo que causó gran asombro en mí fue que ya tienen oportunidad de conectarse con el mundo a través de internet. Ahora todos han obtenido celulares y quieren el mejor. Es impresionante como en tres parques de la ciudad de Matanzas, los jóvenes y, no tan jóvenes, se reúnen diariamente para captar la señal WiFi comprando una tarjeta con clave la cual tiene un costo de 1.5 CUC que es el peso cubano convertible, equiparable al dólar estadounidense, y tener acceso a internet, redes sociales y posibilidad de video llamadas a amigos y familiares que se encuentran fuera del país, La juventud ha adquirido la moda que usa su generación en el mundo y las marcas famosas. Están mucho más enterados de lo que sucede a nivel global, los programas de televisión han actualizado su tecnología. Las personas se expresan más libremente de la situación que viven sin el temor que anteriormente se percibía. Muchas cosas más se están modificando.
Es probable que la desaparición del embargo entre Cuba y Estados Unidos sea parte de lo que está propiciando los cambios, sin embargo, existen muchos grupos interdisciplinarios de muy diferentes partes del mundo que se han enfocado en aportar al pueblo cubano información y conocimientos que también ha influido en parte de su cambio.
Cuba está cambiando y eso, es maravilloso. Sin embargo, la Cuba del ayer, dejará en quienes fueron protagonistas de esta etapa de régimen socialista, un halo de nostalgia confinada tan solo en recuerdos que quedarán por siempre en su memoria.