CUESTIONARIO DE PROUST
Se dice que nunca terminamos de conocer a una persona, y quizá esta frase no sólo alude a la complejidad del ser humano, sino a que poco nos detenemos a reflexionar sobre cuestiones fundamentales de la vida, del “otro” o nosotros mismos.
En pleno siglo XXI, entre el trajín de la vida diaria, las crisis sociales y la tecnología que nos atrapa, poco tiempo nos queda para dedicarnos a dialogar y comprender a nuestros amigos, pareja, familiares, colegas, etc. Una de las paradojas de la actualidad, es que podemos estar conectados en cuestión de segundos con alguien que esté al otro lado del mundo, pero a su vez, podemos desconocer totalmente a nuestros vecinos, incluso a las personas con las que diario convivimos. Pero esto no es algo que sólo respecte a nuestro siglo, desde hace tiempo el ser humano se ve inmerso en sus rutinas dejando de lado la importancia de conocer a sus congéneres. Así que como antídoto de esta “indiferencia” han surgido juegos, cuestionarios, test, entrevistas, chismógrafos, redes sociales, etc.
A finales del siglo XIX se puso de moda un juego de salón inglés que consistía en contestar a una serie de preguntas personales y anotar las respuestas en un álbum de confesiones. Cuando el escritor francés Marcel Proust contaba apenas con 15 años, respondió a uno de estos cuestionarios titulado Confesiones; un álbum para documentar pensamientos, sentimientos, etc. El álbum de preguntas se lo dio su amiga Antoinette Faure, hija de Félix Faure —que un año después llegaría a ser presidente de Francia—, y aunque las preguntas estaban en inglés Proust respondió en francés.
Años después, cuando Proust ya pasaba los veinte años, respondió a otro cuestionario similar llamado Las confidencias de salón, pero esta vez totalmente en francés. Esta segunda versión, traducía algunas preguntas de la versión inglesa y agregaba otras nuevas. El manuscrito original de estas últimas respuestas, conocido como Proust por sí mismo, fue encontrado en 1924 —y subastado en 2003—. Así que, estas dos versiones —las del álbum inglés, Confesiones; y las del francés, Confidencias—, aunque no sean de la autoría de Proust, siguen manteniendo popularidad gracias al novelista; llamando a esta serie de preguntas “Cuestionario de Proust”.
Entre 1975 y 1990, el periodista francés Bernard Pivot rescató dicho cuestionario para su programa de entrevistas titulado Apostrophes, donde invitaba a personalidades del mundo de la cultura a responder dichas “confesiones”. Algunos de los escritores que pasaron por el Cuestionario de Proust fueron: Susan Sontag, Milan Kundera, Nabokov, Norman Mailer, Marguerite Yourcenar, Marguerite Duras, Umberto Eco o Tom Wolfe, entre otros. Además, también lo hicieron importantes líderes políticos como el Dalai Lama o François Mitterrand, cineastas como Roman Polanski o François Truffaut y otros intelectuales como Claude Lévi-Strauss o Pierre Bourdieu.
Así que, en Sudcalifornios.com quisimos despedir este año 2015 realizando el Cuestionario de Proust a nuestros colaboradores; algunos aceptaron la invitación y el resultado será publicado en nuestra página el último sábado de este año y el primero del 2016; logrando un acercamiento y un espacio de reflexión con su lado más humano.
¡Disfrútenlos!