Cultura sudcalifornia: DULCES REGIONALES DE B.C.S.
A partir de la llegada de los misioneros jesuitas a la península de Baja California en el siglo XVII, se dio un mestizaje culinario que años después se nutrió con el arribo de los primeros colonos, y poco a poco esto derivó en una gran variedad de platillos y dulces típicos de la gastronomía sudcaliforniana. La mayoría de las jaleas y conservas que se producen en la región están elaborados de frutas que crecen en las zonas fértiles de la media península, las cuales cuentan con manantiales, ojos de agua u otras fuentes del vital líquido, algunas de estas ricas frutas son mango, guayaba, papaya, toronja, dátiles, higos, naranja, limón, limón real, caña y calabaza.
FOTO: Dinora Soto
Cabe mencionar que fue durante el periodo de la colonización y evangelización de la antigua California, cuando los jesuitas introdujeron a la península el cultivo de diversos árboles frutales en lugares fértiles como la Misión de San Javier en Loreto, así como en San José y San Miguel de Comondú, dichos cultivos tuvieron exitosos resultados. También fue en esos tiempos que se empezaron a elaborar diferentes tipos de dulces y conservas para sobrellevar épocas difíciles debido a la carencia de alimentos y para soportar viajes a lugares lejanos, ya que por sus vitaminas y azúcares tienen un alto contenido energético.
Dependiendo del lugar y la temporada del año podemos encontrar diferentes tipos de dulces, por ejemplo, en Todos Santos y San Bartolo son muy representativos los dulces de mango (como los orejones con o sin chile) y el guayabate; en La Paz y algunos poblados cercanos podemos saborear diferentes preparados de la pitahaya como jaleas, nieves, paletas heladas y hasta tartas, así como dulces de papaya y calabaza, en San Ignacio y La Purísima son muy característicos los dátiles enmielados y el pan de dátil; en Comondú se preparan conservas con cítricos y la zona de El Vizcaíno es la principal productora de higos.
Los dulces tradicionales se suelen encontrar en los mercados municipales, algunos comercios y pequeños negocios pertenecientes a las familias sudcalifornias que se han dedicado a preparar estas delicias durante años y cuya receta ha pasado de generación en generación. Es importante señalar que para lograr producir las ricas conservas y los dulces no sólo se trabaja largas horas en la cocina, ya que su producción también implica un arduo trabajo en las huertas, sembrando y cosechando las frutas, y manteniendo sanos los árboles frutales.
Sin duda, los dulces típicos sudcalifornianos son parte esencial de la cultura y gastronomía de Baja California Sur. ¿Cuál es tu favorito?