DÉCIMAS DE NOSTALGIA
1.Vagando en mi desatino...
He caído en la pendiente
De mi soledad creciente,
Que vivo como destino;
Y en el lento remolino
De los años voy girando
Y voy así terminando
Con mis años y mis días,
Que se tornan fantasías
Mientras te sigo buscando.
2. Anhelando tu venida
En muda espera, doliente,
Se agita a ritmo creciente
Mi conciencia estremecida.
Con certeza pretendida,
Mi divagación ardiente
Te imagina, te presiente,
Cercana pero aún velada,
Proyección alucinada
De mi demonio inconsciente.
3. Si con el tacto invisible
Del pensamiento te sigo,
En ese intento contigo
Me encuentro, eres asible;
Pero si el tacto sensible
Quiere alguna vez tocarte,
No sabe dónde encontrarte
En su impulso contenido,
Y en vela voy suspendido
Sin acertar a nombrarte.
4. Viviendo en el sinsentido
De tu realidad fingida,
Mi espera es busca fallida
De lo que temo perdido,
Así, vivo tu olvido
Formándome a mi manera,
Deseando que todo fuera
Con plenitud evidente
Tan real como en mi mente
La visión de tu quimera.
5. Querría que tu cabellera
De seda luciente y pura,
Acallar en la tersura
De sus rizos la altanera
Voz rebelde y pendenciera
De mi espíritu irredento;
Y aturdir mi pensamiento
En la enervante frescura
De tus brazos, mi locura,
Mi gloria, mi sufrimiento.
6.Y en el aroma emoliente
De tu vida disolverme,
Y aspirarte y envolverme
Con un apremio impaciente
En aquel efluvio ardiente
De tu fuego y tú presencia,
Y colmar con tu existencia
La estéril forma vacía
De mi errada fantasía,
De mi ser y mi conciencia.
7.Conmigo vives y mueres
En el silencio olvidado
De cada instante pasado
Sin que de ello te enteres.
Y sin saber si me quieres
Callado te sigo amando,
Y cada vez gravitando
Más hondamente en mi vida
Te siento a mi más unida
Mientras me sigues faltando.
8. No te tocan mis sentidos,
Y ausente pero presente
Dentro del pecho oferente,
En sus intensos latidos,
Y sin que estemos unidos,
Yo, que vivo de añorarte,
Blasfemo, pues al llamarte
Tú no sabes que te nombro
Y vivo así en el asombro
De no poder encontrarte.
9.Vives en mí, y en la muerte
Que me destruye incesante
Minándome a cada instante
Que pasa, mudo e inerte,
Presa de mi propia suerte
Igual mueres y en mis venas
Fluye el doblar de mis penas,
Pues al tiempo que te vivo
De tu nada estoy cautivo
Y con fuerza me encadenas.
10.Y sin poder detenerte
Ni detenerme en la fuga
Del momento que conjuga
Nuestra vida y nuestra muerte.
Crece mi afán de tenerte
A medida que los días
Pasan y mis noches frías
Se disipan con premura.
Pero también la amargura
De ver mis manos vacías.
Amadeo Peralta Adame.