ECO IN-CORPOREO
Como una eterna primera vez, como un eco de mi cuerpo…
Sobre la mesa yo, sobre mis ganas tú, sobre la cotidiana nada.
Solo la no certeza de existir entre los pliegues de una piel, entre los minutos callados de una jornada, entre los movimientos a contratiempo de una danza, bajo los silencios de una cantata.
Es esto el espacio entre las palabras de mis versos…
Dormí placida, con esa tranquilidad que llego a mi cuerpo después de entregarse…
Soñé con la nada que es subirme en el violeta de las deshoras
Desperté en silencio. Para escuchar eco. Para quedarme con él, todo el tiempo posible. Para en días venideros recurrir a él en alguna montaña y encontrarme en mi ayer y mi mañana…
-JD-