¡EL AGUA ES LA VIDA, CUÍDELA!

Hace unos momentos abrí, como cada mañana,  la bandeja de entrada de mi correo electrónico y encontré un mensaje intitulado “Roles para el plantón”, enviado por la ONG Medio Ambiente y Sociedad, donde se da a conocer la logística que el Frente Ciudadano en Defensa del Agua y la Vida, constituido por 30 organizaciones de la sociedad civil, el Colegio Médico de BCS,  así como ciudadanos independientes, habrá de seguir, en su protesta contra  el megaproyecto minero Los Cardones, el cual pretende extraer en diez años más de 20 toneladas de oro a cielo abierto, en la reserva de la biosfera de la Sierra de La Laguna.

Oficialmente llamada Reserva de la biosfera Sierra de la Laguna, esta cadena montañosa forma parte de la Red Mundial de Reservas de la Biosfera protegidas por la Unesco. Contiene el único bosque de pino-encino de Baja California Sur y la única selva baja caducifolia de toda la península. Es un sitio donde se encuentra una enorme variedad de especies endémicas.

La Sierra de la Laguna constituye, además, una fuente de producción natural de agua para todo el sur de Baja California Sur, ya que en las partes altas de la serranía se captan los mayores niveles de precipitación pluvial (750 mm anuales) en el estado.

No obstante lo anterior, una amenaza se cierne sobre la Sierra de la Laguna y con ello sobre las cuencas hidrológicas de la región sur de la entidad, la minería del oro a cielo abierto por lixiviación con cianuro, que busca llevar a cabo la empresa minera Vista Gold.

Con el incremento en el precio del oro en un diez por ciento durante 2011[1], Estados Unidos y Canadá aumentaron su pretensión de extraer dicho metal en México, mediante el método de minería a cielo abierto por lixiviación con cianuro.

La minería a cielo abierto por lixiviación con cianuro presenta a los inversionistas la ventaja, frente a la subterránea, de que sus costes de arranque, excavación y transporte son menores, debido a la posibilidad de emplear maquinaria de mayor tamaño; a que permite una mayor recuperación de las capas, venas o filones; además de que no es necesaria la ventilación, el alumbrado, ni el sostenimiento artificial, y permite utilizar explosivos de cualquier tipo. Por otra parte se debe mencionar que en México el oro ya no se localiza en vetas, sino disperso, y en bajas concentraciones, según puntualiza el Dr. Juan Carlos Ruiz Guadalajara, investigador de El Colegio de San Luis, en el número 29 de Vetas, revista semestral de El Colegio de San Luis que se publicó en julio a diciembre de 2008, en su sección con la temática del oro.

No obstante las ganancias netas que obtienen aquellas compañías mineras que utilizan el método a cielo abierto por lixiviación con cianuro para extraer el oro, esta actividad ha sido cuestionada en muchas partes del mundo por sus efectos devastadores, ya que se crean inmensos cráteres que pueden ocupar más de cien hectáreas y entre 200 y 800 metros de profundidad. Se genera demasiado ruido con la molienda y trituración de rocas. Hay contaminación del aire con polvo, combustibles tóxicos, vapores o gases de cianuros, mercurio o dióxido de azufre. Además se reduce la presencia de agua subterránea, hay eliminación del suelo en el área de explotación y con la supresión de vegetación desaparece la biodiversidad de la zona.

Esas son, en principio, las razones que motivaron a alrededor de cuatrocientos ambientalistas a protestar, el pasado siete de mayo, contra el megaproyecto minero Los Cardones, cuyo resolutivo, respecto de la manifestación de impacto ambiental, puede ser presentado hasta junio, por la Secretaría de Medio Ambiente Y Recursos Naturales, pero que a diferencia del rechazo anterior al mismo proyecto, con los nombres de Paredones Amarillos y Concordia, esta vez podría ser aprobado.

Estos son, en parte, los argumentos que motivaron a cuatrocientos ciudadanos comprometidos con un medio ambiente adecuado para el bienestar y desarrollo de las personas a protestar en la explanada del Palacio de Gobierno, donde el delegado de la Semarnat en Baja California Sur, José Carlos Cota Osuna, se limitó a recibir las peticiones por escrito de los manifestantes y se comprometió de comunicar las peticiones a la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental.

Esas son algunas de las razones que llevaron a una parte de la sociedad civil a solicitar, sin éxito, una audiencia con el gobernador del estado, Marcos Covarrubias Villaseñor, y la negativa para ser escuchada es la razón que condujo a 30 organizaciones de la sociedad civil, el Colegio Médico de BCS,  así como ciudadanos independientes, a instalar un plantón en la explanada del gobierno del estado de Baja California Sur, por tiempo indefinido.

Viaje un afectuoso abrazo para todos quienes entienden que el agua es un derecho humano, considerado así en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos desde el 8 de febrero de 2012 y  es nuestro deber cuidarla.