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EL CARISMA Y SUS CONSECUENCIAS

Escrito por Maricela Chávez Gámez en Lunes, 03 Noviembre 2014. Publicado en Opinión, Política

En pocos días vamos a tener en la mesa de café nuevos tópicos que levantarán pasiones. Próximamente el caldero de las nominaciones a puestos de elección popular estará a todo hervor y los ciudadanos nos vamos a olvidar por un rato de las tragedias de Odile o de la economía nacional que me sigue llamando la atención escuchar que en fuentes oficiales dicen que vamos de gane mientras que los bolsillos de la sociedad están cada vez más pelados... Pero en fin... eso será otro tema.

Por lo pronto aterricé en una palabreja... CARISMA... Muchas veces hablamos de quien tiene o no ese preciado don de la divinidad... Ser carismático es un regalo divino ¡Sí Señor! y esa cualidad en las próximas semanas será altamente solicitada...

Empiezo por su definición según el diccionario: Proveniente del Latín "Charisma" con origen en un vocablo griego que significa “agradar”, el término carisma se refiere a la capacidad de ciertas personas para atraer y cautivar a los demás. Obviamente un sujeto carismático logra despertar la admiración del prójimo con facilidad y de manera natural, cosa por la que los políticos de "ahoritita" le venderían su alma al diablo ¿a poco no?

Pero sin vender nada comprometedor, todos aquellos que aspiren a ser bendecidos por la aceptación de la comunidad, tendrían que haber nacido con ese maravilloso don porque el carisma forma parte de la personalidad del ser humano... es decir... se trae o no... se nace con él o nomás no... No lo pueden comprar ni viene en paquetes oficiales... y punto, sin importar que se tomen muchas fotos, sin importar que regalen despensas, no cuenta salir en el diario ni aporta nada que apapachen a las liderezas de colonias populares. No hay para donde... cuando tienes la "sangre pesada”…Te jodiste... por "sangrón".

 Es cierto que estamos hablando de una capacidad asociada el éxito y hay quienes afirman que se puede ayudar a una persona a ser carismática a través de reforzar su autoestima, sus capacidades como orador y su apariencia... (Se complica la cosa para los gordos, los chaparros, los feos, los viejos o los muy rependenjos). Pero de nuevo apunto, como diría mi mamá: “El que es panzón... aunque lo fajen...”

Según especialistas como el sociólogo Max Weber, se considera que "el carisma" permite ejercer una forma de poder porque los ciudadanos lo perciben como un don extraordinario. Un líder carismático puede arrastrar a todo un pueblo a la tragedia... si no lo cree... recuerde a Adolph Hitler que manejó a Alemania a su entera voluntad y lo más increíble fue, lamentablemente, que su gente lo adoraba hasta la muerte (literal). Sin duda un liderazgo destructor y carente de racionalidad, pero innegable. Eso fue carisma... no de lo otro.

La gran mayoría de los líderes tienen un carisma especial, y la verdad, muchas veces esta magia les permite llegar mucho más allá de lo que en verdad representan sus méritos intelectuales o profesionales; así vemos que congregan a sus muchos seguidores hasta el delirio a grados tales de conseguir que la gente, LES CREA... es más... hasta votan por ellos. Aquí me acuerdo de Vicente Fox que hizo salir a miles de ciudadanos del abstencionismo electoral; fenómeno político sin duda lo es también AMLO, el Peje tendrá de todo, mentirosillo, con más salidas que un colador, más resbaloso que un pescado pero de que tiene lo suyo... ni como discutirlo; en BCS, Leonel Cota movió masas populares que rompieron todos los moldes. Por él y su enorme carisma se rasgaron las vestiduras muchos militantes apasionados y se enfriaron compadrazgos y amistades, virtud que aún al paso de los años en que estuvo en la cima, lo mantiene en primera línea aunque a muchos no les guste. Escuché decir... Leonel es como el América. El 50 % lo odia pero el otro 50% lo idolatra... en menor alcance, estuvieron también los liderazgos de Angel César Mendoza o de Antonio Wilson González (que yo recuerde, el único que ha llegado cargado en hombros a las puertas del Palacio Municipal) Pero sin duda, grandes ejemplos de lo que significa el ser carismático.

Pero en nuestro ambiente jocoso y lugareño tenemos más de la contrapartida de una persona carismática, esto es, abundamos en supuestos líderes que nomás no logran conectarse con los demás y que guarda un profundo resentimiento contra quien si goza del don, primero por acaparar la atención que, en su opinión, le corresponde a ellos mismos, y ¿saben por qué? porque la ausencia de carisma provoca ENVIDIA y en todo grupo relativamente numeroso de personas suelen existir ambos roles. Y como es de esperarse, la relación que se crea entre ellos es intensa y peligrosa.

El envidioso vive su situación de manera muy tortuosa y creyendo siempre que todos los demás a su alrededor están poco preparados, incapaces, sin talento, etc. etc... y que injustamente no se les reconocen sus capacidades ¡Pobrecito! pero las ansias de poder llevan a los individuos a situaciones increíbles o insospechadas. Se pone de a gratis la traición y la injuria, se olvidan amistades, se ignoran talentos, se trepa por encima de quien se deba trepar y se les olvida cualquier sentimiento de fidelidad con tal de alcanzar sus objetivos... por eso decimos que el poder enferma... o la otra, muy válida también como buena filosofía de banqueta... "dale a un pendejo una cachucha y se sentirá general"...  Es decir; se pierden los límites de "lo moral". Sin embargo, por lejos que pueda llegar la envidia, jamás conseguirá hacerse con el carisma.

Se reconoce académicamente que la autoridad carismática es una de las tres formas de autoridad (las otras dos son la autoridad legal o la racional) que Dios solo se la concedió a unos cuantos, pero tiene la fuerza suficiente para llevar a su feliz poseedor a los cuernos de la luna.  Es de esperarse que esta condición de "persona carismática" se encuentre en sociólogos, psicólogos, locutores, gente relacionada con el cine, estrellas musicales, gerentes de empresas y académicos pero sobretodo en los Políticos.  De perdida que su CARISMA nos ilusione por un ratito y volvamos a tener fe en quienes conducen nuestros destinos aunque luego nos salgan como nos salen.

Estamos a punto de entrarle a los festines de las elecciones... tenemos en la mesa a los contendientes... Primero las damas: Nuestra Presidenta actual Esthela Ponce y Rosa Delia Cota su antecesora... luego  los señores: el más novato y foto-dependiente  Ricardito Barroso, el colmilludo don Isaías González, el popular Antonio Agúndez, el controvertido y simpático  Alfredo Porras, El Señor Javier Obregón., el joven enjundioso José Saúl González, otros controvertidos Don Narciso Agundez y el joven Carlos Mendoza y creo que el último de mi lista el Señor Don Guille Santillán ... el don del que hablamos definitivamente no se les concedió a todos ellos, ni modo... pero sigan haciendo la lucha... igual hasta nos convencen...

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