ÉSTE VIERNES, EL GOBIERNO DE BCS LOGRÓ QUE QUIENES SE MANIFESTABAN EN CONTRA DEL “GASOLINAZO” Y BLOQUEBAN LA CARRETERA A PICHILINGÜE, DESISTIERAN Y SE RETIRARAN DE MANERA PACÍFICA.
Apoyado por las autoridades que integran la Fuerza Pública del Grupo de Coordinación de Seguridad de Baja California Sur, Fedatarios Públicos y Visitadores de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos; la mañana de éste viernes 6 de enero, el Gobierno del Estado, logró que los inconformes contra el “gasolinazo”, que bloqueaban la carretera de acceso al Puerto de Pichilingüe, levantaran su plantón de manera pacífica y ordenada.
Por ello, el gobernador del estado, Carlos Mendoza Davis, hace pública, esta acción, informando a los habitantes del Estado, mediante éste mensaje:
Sudcalifornianos:
El día de hoy, en punto de las 6:30 horas, se levantó de manera ordenada y pacífica el bloqueo que afectaba diversos accesos de la carretera al Puerto de Pichilingüe, de la Ciudad de La Paz.
Esto, luego del operativo, encabezado por las fuerzas que componen el Grupo de Coordinación de Seguridad, en el que reúnen esfuerzos autoridades federales, estatales y municipales en el Estado, acompañados de Fedatarios Públicos y Visitadores de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Como resultado de esta acción, les informo que se ha reestablecido por completo el tránsito de personas, vehículos de todo tipo y, con ello, la entrada y salida de víveres y productos a todo el Estado.
En esos momentos, auto tanques con gasolina, provenientes de PEMEX se dirigen a resurtir las gasolineras y aeropuertos de La Paz y Los Cabos.
Otros camiones con productos, que incluyen medicinas y perecederos, continúan su ruta normal de abasto.
Antes de tomar esta decisión, amigos y amigas de Baja California Sur, dialogamos en diversas ocasiones con las personas que mantenían los bloqueos, sin lograr que se levantaran.
Los Subsecretarios de Gobierno y de Protección Civil, explicaron a los manifestantes los trastornos que sus acciones generaban a la vida de miles de sudcalifornianos, y a los miles de nacionales y extranjeros que visitan nuestros destinos turísticos.
Los bloqueos, sin embargo, continuaban.
Hoy, el tiempo se agotó.
Nuestras reservas de combustibles y de algunos alimentos llegaban, cuando mucho, hasta el fin de semana.
Esta situación amenazaba, con generar una crisis en los cinco municipios de la entidad.
Crisis de abasto de productos de primera necesidad, de medicinas en los hospitales, de combustibles en las estaciones de servicio, de operaciones aeroportuarias, por señalar algunas.
Ante la urgencia y el riesgo de parálisis generalizada, se optó por imponer la Ley y la Responsabilidad.
Como Presidente del Grupo de Coordinación en materia de Seguridad en Baja California Sur, celebro que el operativo haya sido exitoso, que prevaleció la cordura, la calma y el entendimiento.
Somos un gobierno abierto, respetuoso y tolerante.
No tememos negociar. Por el contrario, creemos en ello. Pero jamás negociaremos la Ley, ni el bienestar de las familias sudcalifornianas.
Entiendo el malestar y las afectaciones que los aumentos anunciados han generado en sus hogares.
Los entiendo claramente y comparto su preocupación. Pero eso no justifica que unos cuantos violen la Ley y amenacen con agravar una situación que, de por sí, ya es compleja.
Sé la difícil situación económica que padecemos y estamos trabajando en el ámbito de nuestra competencia y posibilidades para mitigar sus efectos en Sudcalifornia.
Buscamos atraer más inversiones, que los empleos que se crean beneficien preferentemente a quienes aquí radican, eficientar el uso de los recursos públicos, hacer más con menos, privilegiar las obras de infraestructura e impulsar los programas sociales en apoyo de quienes menos tienen y más necesitan.
Trabajemos juntos y hallemos en esta crisis, nuevas oportunidades para generar mayor crecimiento y bienestar.
Siempre velaré por el interés de la mayoría.
Los invito a querer más a Baja California Sur. Que las complejidades que marcan el inicio de este año, no nos detengan. Unidos, somos más fuertes que eso.
Deseo a ustedes, en nombre propio y de mi familia, que tengan salud, armonía y bienestar en sus familias, en el 2017. Que “Vivamos en Paz”.
Muchas gracias.