Familias Sudcalifornias: CÓMO FOMENTAR LA COMUNICACIÓN ENTRE PADRES E HIJOS
La relación de padres e hijos no es una tarea fácil; como padres, siempre queremos lo mejor para ellos, sin embargo esto no siempre se lleva a la práctica, sobre todo cuando nuestros antecesores no nos enseñaron a compartir y expresar nuestros sentimientos, sino que aprendimos a base de golpes y gritos. Tal vez sea un poco difícil al principio pero con un poco de paciencia y más práctica podemos cambiar radicalmente la comunicación con nuestros hijos para un resultado más positivo.
Es común que cuando uno de tus hijos quiere contarte un problema, termines dándole un sermón que no te pidió, tal vez ni siquiera te tomaste el tiempo para escucharlo detenidamente y descubrir el trasfondo del problema, tal vez terminaste dándole una solución rápida saliendo del lugar, cuando el solo quería que lo escucharas; o bien, quisiste tomar su lugar para comprenderlo mejor, y terminaste frustrado, sintiéndote tan incomprendido como él.
Esto tal vez lleva un poco de tiempo, un gran cambio no es de la noche a la mañana, pero lo primero que debes entender es que tu hijo necesita tenerte a su lado sin interrupciones para escucharlo, así que si en ese momento no tienes tiempo, o estás irritado, así las cosas no van a fluir; primero termina lo que debas hacer y desocúpate para hablar con él en un lugar tranquilo, donde estén al mismo nivel, tan cerca que puedas verlo a los ojos.
Una vez que estén solos pregúntale qué es lo que le pasa y déjalo hablar, hay que aprender a escuchar, deja que tu hijo o hija hablen del problema, trata de no interrumpirlo, solo hay que hacer unas cuantas preguntas para verificar que tú estás comprendiendo lo que él siente y lo que realmente dijo, tu hijo debe sentir que lo estás tomando en cuenta y que es importante, que realmente te estás esforzando por entenderlo y ayudarlo.
Una buena manera de saber si tú estás entendiendo lo que tu hijo te está platicando, es decirle frases como “te noto que estás muy enojado”, “te miro un poco triste”, “realmente crees que las cosas son así…”, esto confirmará que están en la misma sintonía.
Una vez comprendido el problema, ayúdale a tu hijo a buscar la solución, aunque tú la sepas de antemano, por favor no se la digas, “no empieces con el sermón de siempre”, mejor pregúntale “qué piensas hacer” o “qué crees que sea lo mejor para hacerlo”, si él tiene una respuesta, tu sólo repítela y conversen con base en eso; analicen cuáles son los pro y los contra de esa solución, a veces tenemos la solución pero necesitamos hablarla con alguien de confianza o con alguien que nos apoye y nos dé ánimo para llevarla a cabo. Si vez que tu hijo está muy mal anímicamente, abrázalo y déjalo que se desahogue y que se calme, para que una vez liberado un poco de estrés pueda pensar en una solución positiva.
Si sigues estos consejos podrás mejorar la comunicación con tus hijos, aprenderás a escucharlos y a que ellos tomen sus propias decisiones cuando tú no puedas estar cerca, ya que de lo contrario, si siempre le estás diciendo lo que tiene que hacer, sin escuchar y de manera autoritaria, lo obligas a ser un poco dependiente de lo que tú digas, o bien, a tomar acciones contrarias solo por enojo o rebeldía.
Recuerda que para unir a la familia hay que buscar juntos la solución a los problemas siempre que sea posible, el apoyo y trabajo en equipo los hará sentirse unidos e importantes el uno para el otro.