Familias sudcalifornias: NIÑOS QUE COMEN CON LOS ABUELOS
Si tú eres una madre o un padre que debido al trabajo no llegas a tu casa hasta muy tarde, y tienes que dejar a tus hijos bajo los cuidados de los abuelos, incluso a la hora de la comida, no te culpes, eres uno de los padres de la actualidad. Incluso, en estos tiempos de crisis no es algo fuera de lo común que ambos padres deban trabajar, y los niños se queden a cargo de alguien más, si en este caso se trata de los abuelos, pueden sentirse privilegiados de contar con unos padres que les apoyan en cada momento.
Deben estar tranquilos de que sus hijos coman con el abuelo o la abuela, ya que esto además de fomentar el vínculo con ellos, garantiza –de alguna manera- la buena nutrición de nuestros pequeños. Esto debido a que con la edad nuestro organismo nos va exigiendo ser más cuidadosos con lo que comemos, tener una dieta más balanceada rica en calcio y vitaminas para mantenernos sanos y protegernos de futuras enfermedades, y quizá, en muchos casos, esa será la dieta que se compartan con los nietos.
Un estudio sobre el gasto y el consumo de los adultos mayores, realizado por la Dirección General de Estudios sobre Consumo de Profeco, dio a conocer que los primeros dos puntos en los que gasta su dinero un adulto mayor son: primero, en hábitos de consumo de alimentos y bebidas, y segundo, en la salud. Así que ahora los abuelos compran alimentos saludables y por tanto, consienten a los nietos que diariamente los acompañan en las comidas, premiándolos con un yogurt, un agua de sabor natural, una gelatina o haciéndoles un rico pastel de frutas o zanahoria.
Lo anterior lleva a ir formando niños sanos en su crecimiento y hábitos alimenticios, formando la convivencia y educación de comer a la mesa y a la misma hora y premiándolos con comidas caseras en vez de comidas “chatarra”. Yo recuerdo que cuando comía toda mi comida, mi abuela me daba un rebanada de pastel helado, gelatina o mi postre preferido: arroz con leche y pasas; lo cual además de un rico postre, fomentó el lazo de amor entre nosotras, algo que siempre se recordará. Así que relájense si sus hijos pasan largo tiempo con los abuelos y les llega la hora de comer.