Familias sudcalifornias: SER MAESTRA EN EL HOGAR, EN TIEMPOS DE CUARENTENA
Aunque en México llevamos casi un mes en cuarentena, es cierto que para padres y madres nos cayó de sorpresa el tener a nuestros hijos e hijas pequeñas en casa, y eso provoca que de pronto nos sintamos agobiadas frente a las tareas que esto implica, no sólo la atención y el asunto doméstico, sino también respecto a los trabajos escolares que ahora debemos apoyar a realizar.
Las mañanas solitarias, sacando nuestros pendientes o yendo a trabajar, han dejado paso a días largos y monótonos en que nos absorbe la incertidumbre, el agotamiento mental y la demanda de nuestros hijos e hijos. La cuarentena (COVID-19), nos ha obligado a cambiar la dinámica familiar, laboral y educativa radicalmente, y no nos ha dado tiempo de prepararnos, ni de tomar aire siquiera. Debemos enfrentar con los propios recursos, todo lo que se viene para que la vida pueda seguir adelante, incluyendo la educación de nuestros hijos e hijas.
Claro, no es lo mismo enviar a los niños y niñas a la escuela y ayudarlos con las tareas, que únicamente repasan el contenido, a estar encargadas por un tiempo indefinido, de sacar adelante el aprendizaje completo con actividades diseñadas por otra persona, que nos parecen demandantes, complicadas y retan nuestra paciencia.
Entonces, ¿cómo se una buena maestra o maestro desde casa en esta cuarentena?
Muchos padres y madres se sienten realmente sobrepasados ante este panorama, en el que no tenemos ningún control, pero sí muchas demandas de distintos tipos, y sí, sentimos que nos llueve sobre mojado.
Debemos tener en cuenta que el tema no es únicamente tener a los niños en casa y armarnos de paciencia, también se trata de lidiar con el estrés que genera un posible contagio, la necesidad de trabajar desde casa, un panorama económico incierto. Así que, primero, debemos ser pacientes con nosotras frene a la situación, respirar y planear cómo actuar.
Quizá el primer paso es cambiar de actitud y más allá de sentirnos irritadas, podemos observar esta situación como una oportunidad para enseñar a nuestros pequeños, valores que tienen que ver con una crisis como la que vivimos. Podemos aprovechar la oportunidad que se nos da para conocer a fondo a esos seres tan parecidos a nosotros que tanto nos necesitan y extrañan, nuestras hijas e hijos.
¿Cuántas horas al día podías realmente convivir con tus hijos? Por convivir no me refiero al diálogo a veces distraído que tienes con ellos camino a la escuela, o mientras le sirves el desayuno o la comida, me refiero a un diálogo donde se miren a los ojos, y puedan hablar de corazón a corazón.
Pueden tú o tus hijos sentirse atrapados en su hogar, obligado a pasar ahí todo el día, hora tras hora, pero también puedes mirar como una oportunidad que se te regale un tiempo invaluable para valorar, reorganizar y disfrutar el lugar que has elegido para vivir, y que compartes con quien siempre afirmas que es tu mayor regalo: tu familia.
Las y los profesores de nuestros hijos la han pasado difícil, pero con su mayor esfuerzo y cariño, han diseñado como mejor han podido, un plan para aprovechar al máximo este tiempo de distanciamiento social sin que se pierda el aprendizaje. Así que valoremos ese trabajo y probemos adaptarlo al propio contexto de nuestro hogar. Recomiendo entrar en contacto con la profesora o profesor y, sin agobiarle, puedas tender un puente de comunicación para que también sientas el apoyo en caso de dudas urgentes.
Sí, tal vez algunos no han sido conscientes de que no es lo mismo estudiar desde casa que hacerlo en la escuela. Seguro se les olvidó que no estudiamos para enseñar, y que nuestros hijos no nos escucharán como a ellos, no por ser desobedientes, sino por la confianza que existe en casa. Sin embargo, puedes buscar tutoriales en Youtube o algunos libros sobre enseñanza que te ayuden a emplear dinámicas para mantener la atención de tus hijas e hijos, así como para activar su mente en caso de que los pequeños se sientan cansados o agobiados por la propia situación.
Por último, también es recomendable que hables con otras madres o padres de familia, que puedan compartir sus experiencias, así como las dinámicas que les han funcionado; esto ayudará muchísimo a que seas una gran profesora o profesor para los peques de casa.