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Familias sudcalifornias: Frases que pueden marcar negativamente la infancia

Escrito por Mi Nana en Viernes, 12 Junio 2020. Publicado en Cultura, Educación, Familia., Familias Sudcalifornias., Sociedad

AMOR DIVINO ES ORDEN DIVINO - Metafísica Activa

Como personas adultas a cargo de niñas y niños tenemos en nuestras manos una enorme responsabilidad, pues a veces con una simple palabra podríamos marcar de manera grave y en un segundo a nuestros pequeños. A veces los padres deseamos ayudar a nuestros hijos y con nuestros actos o palabras hacemos todo lo contrario, es por eso que aquí te dejamos algunos consejos relacionados con frases que frecuentemente utilizamos y no parecen agresivas, pero sin darnos cuenta envían un mensaje erróneo a nuestros hijos.

 

* “Buen trabajo”

Investigaciones has demostrado que el decir frases frecuentes como “buen trabajo” o “así se hace”, son frases muy vagas que no especifican un acto en sí, lo que genera que tu hijo que se haga de cierta forma dependiente de lo que tú dices, más que de su propia motivación. Debes ahorrar los cumplidos a tus hijos para cuando de verdad lo necesiten y ser muy específico en lo que comentes, tal  vez en vez de decir “gran juego” puedes cambiarlo por  “que buen pase le hiciste a Carlos” o “me gustó como le ayudaste a tu compañero de equipo”. Esto provocará que tu hijo piense que siempre hace un buen trabajo y pone empeño, pero que hay ocasiones o actitudes que mejoran los resultados.

 

* “La práctica hace al maestro”

Esta es una de las frases que por años hemos escuchado de nuestros padres y en realidad es cierto; entre más tiempo se le dedica a cierta actividad se logra ser mejor en ella, pero al decir esta frase el mensaje que reciben nuestros hijos es el de “No estás haciendo lo suficiente, por eso te estas equivocando”, y a menudo tus hijos se preguntan ¿Qué estoy haciendo mal? Trata de hacerles ver que siempre deben de seguir intentando, que deben trabajar duro para desarrollar mejor sus destrezas y los resultados se verán reflejados con el paso del tiempo  y se sentirán orgullosos de ello.

 

* “Está bien”

Si tu hijo se cae, se raspa un brazo y se  hecha a llorar, obviamente lo primero que pensamos es en decirle “está bien” “no es nada”, siendo que sí pasa, y él lo sabe porque siente el dolor, no es el tratar de borrar lo que pasó sino de ayudarlo a que entienda a que pasó algo, pero lo puede controlar, no a reprimirlo o negarlo como si no hubiera pasado. En este caso puedes abrazarlo para hacerle comprender que te das cuenta de lo que siente y que lo comprendes, y preguntarle si quiere un vaso de agua o un beso, (o ambas cosas), de manera que él sepa que lo comprendes y que eso tiene solución. Así lo estarás ayudando a enfrentar los problemas y controlar sus emociones.

 

*“¡Apúrate!”

Si alguna vez tu hijo acaba de lavarse los dientes y están listos para salir porque ya es muy tarde, pero en vez de esto se queda amarrando sus agujetas, algo que apenas está aprendiendo y lo hace muy despacio, seguramente te alterará saber que estás perdiendo tiempo valioso para llegar temprano. Si tú le gritas a tu hijo ¡Apúrate! Seguramente crearás un estrés adicional según lo comenta Linda Acredolo, coautora de “Mentes de bebé”. Así que trata de respirar, suavizar tu tono y hacerlo ver como un juego, tal vez diciéndole “hay que jugar  a ver quién gana” o “apostemos a ver quién se pone la camisa primero”

 

*“Estoy a dieta”

Actualmente este es uno de los problemas que es más notorio en la adolescencia, ya que al decirle a tus hijos que estás a dieta o que dejas de comer ciertas cosas porque “estás gorda”, provocas que tu hijo desarrolle una imagen negativa de su físico, según lo afirma  Marc S. Jacobson, Medico y Profesor de Pediatría y epidemiologia en el centro de medicina de  la Universidad de Nassau en Nueva York, recuerda que desde niños aprendemos lo que escuchamos y vemos de nuestra figura paterna y más adelante repetimos estos patrones inconscientemente, así que cuida bien lo que dices y como lo dices. Esto también aplica para el ejercicio cuando decimos “Necesito hacer ejercicio”, necesito es algo forzado, trata de decirlo no como un “castigo”, sino como algo que te ayudará a estar bien, como “Qué lindo amaneció el día, se me antoja ir al malecón a caminar”, esto hará la diferencia y hasta puedes contagiar a alguien más para que te acompañe.

 

* “No tenemos suficiente dinero para comprar eso”

Esta es una frase también muy común cuando vamos al centro comercial y nuestro hijo nos ruega por un juguete. Según la autora de “Niños y dinero” Jayne Pearl, nos dice que esto asusta a nuestros hijos y que le mandamos el mensaje de  que “No tienes control de tus finanzas”, dice que no debemos ser tan drásticos en la respuesta, tal vez tú como adulto estés estresado porque no tienes dinero suficiente para comprarle su juguete, pero no por eso debes transmitírselo a tu hijo,  puedes tomar un respiro, pensar que es algo normal en los niños y decir alguna otra frase como “No vamos a comprar eso porque estamos ahorrando para comprar por el momento otras cosas que necesitamos”. Si  insiste en discutirlo más a profundidad,  es el momento perfecto para hablar acerca de presupuestos y de cómo manejar el dinero, los niños son muy inteligentes y si se lo explicas, créelo que lo entenderán.

 

* “No le hables a extraños”

Algunas veces por el temor que tenemos de que a nuestros hijos les pase algo, tratamos de cuidarlos explicándoles erróneamente ciertas situaciones: “No le hables a extraños” o “No hables con desconocidos”, el hecho es que si tu hijo entiende el mensaje erróneamente puede traer graves consecuencias. Según Nancy McBride,  directora ejecutiva del Centro Nacional de Niños extraviados y explotados, de Lake Park Florida, esto puede provocar que el niño no le hable ni al bombero, ni al policía cuando ocupe ayuda porque estos son “extraños” o “no conocidos” para él. Es por eso que la mejor explicación que le puedes dar es con ejemplos reales, hacerle preguntas como por ejemplo ¿Qué harías si un hombre que no conoces te ofrece un caramelo u ofrece llevarte a casa? Y dejarlo que te conteste lo que piensa, en su caso corregirlo y decirle que es lo correcto hacer. También puedes decirle “Si alguien te hace sentir triste, asustado o confundido, debes decirme enseguida”, hacerlo sentir amado para que tenga la confianza de contártelo si es el caso.

*  ¡Ya no te quiero!

Tal vez no tan frecuentemente pero alguna vez le hemos dicho a nuestro hijo cuando hacen algo mal, algo como “Si sigues haciendo eso te voy a dejar de querer” o “Ya no te quiero porque eres malo”. Esto es algo que nunca debes de decir porque creas en sus actos inseguridad y miedo a que los dejes de querer por alguna acción que cometan, ellos deben aprender que tu amor es condicional, si deseas que cumplan ciertas reglas debes utilizar alguna corrección adecuada, pero no debes involucrar o condicionar el amor que le tienes, porque provocarás que cuando pase algo malo no te lo cuente por temor a que lo dejes de querer.

 

Estos son algunos consejos que te recomendamos para evitar bajar la autoestima de tu hijo y evitar conductas erróneas en el paso de su vida, es cierto que existen muchísimas más, aquí solo te mencionamos algunas, pero recuerda que el ejemplo es lo que mejor aprenderá tu hijo de ti, tú eres su ejemplo y él será tu reflejo, por eso también debes de cuidar hablar cosas que lo lastimen o cuestiones de “adultos” en su presencia, para que no crees confusiones, miedos o resentimientos que no son buenos para su vida.

 

 

 

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