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Familias sudcalifornias: ¿QUIÉN EJERCE LA AUTORIDAD EN TU FAMILIA?

Escrito por Mi Nana en Viernes, 22 Enero 2021. Publicado en Cultura, Educación, Familia., Sociedad

La coherencia: cuando ejemplo y autoridad van de la mano - Podcast

A lo largo de la cultura hispana el símbolo de autoridad en la familia ha sido el padre y la madre, sin embargo la persona que tenía “la última palabra” era el papá, con ese toque de autoritarismo que lo hacía ver el “más malo” de todos, el que castigaba, el que ponía las reglas y las hacía seguir; por otro lado, la madre ha sido quien se hace cargo de los hijos mientras el padre sale a trabajar, es la que sacaba el pergamino de reportes cuando el papá regresaba, para que empezara a repartir los castigos en los hijos. Aunque no podemos decir que este sistema autocrático no haya funcionado del todo, porque hizo entrar en cintura a muchos pequeños y centra la autoridad en el padre y la madre, también es cierto que infunde en muchos niños el miedo al padre, el miedo al castigo o incluso el de ver a un padre, como un capataz que sólo da órdenes, sin fomentar el trabajo en equipo ya que el niño solo escucha y obedece; no se fomenta la opinión, además de que no se da derecho de expresar su sentir y pensar, lo provoca cierta frustración y que el niño no pueda relacionarse de forma natural en un grupo.

En la actualidad, el asunto de la autoridad en la familia es un poco más complicado, ya que con el gran índice de divorcios y familias disfuncionales, la autoridad está dividida entre varias personas, con esto nos referimos a la madre o padre separados, al abuelo o la persona que los cría, a la persona que lo lleva a la escuela, etc. Esto viene creando en el niño un ambiente de confusión donde muchas de las veces no sabe a quién “hacerle caso”, porque entre tantas personas y el ajetreo de la semana, todo mundo le dice qué hacer y termina no haciendo caso de nadie, lo que provoca cierta ansiedad en los niños y los padres no saben qué hacer, porque sienten que están perdiendo el control sobre los niños y temen perderlo completamente.

Esta ansiedad o temor por perder el control muchas veces pueden llevarnos a una crisis, pero no se preocupen ya que estos momentos son también una oportunidad para analizar y replantear nuestro actuar.

Podemos tomar ese momento de una manera positiva analizando a la familia y determinando en qué se está fallando, qué estamos haciendo mal y una vez detectado, nos obliga a tomar acción y establecer un cambio benéfico para la familia, en el que todos deben estar en sintonía.

Ahora bien, qué podemos hacer para promover la verdadera disciplina que fortalezca emocional y espiritualmente en la familia: lo primero es hablar; la madre y el  padre  deben comunicarse y hablar sobre las responsabilidades de cada quien, o bien entre las figuras de autoridad, si pueden anotarlas, sería mejor. Una vez que se pongan de acuerdo sobre las responsabilidades de cada uno, se invita a todos los miembros de la familia a una reunión para dialogar sobre el tema y pedir su opinión, para que participen en el establecimiento de normas para cumplir las responsabilidades, además de comunicarles que todos las tenemos y por lo tanto, también hay consecuencias en caso de no hacerlas, la diferencia es que como las normas saldrán de los miembros de la familia, no solo de los padres, esto implicará también cierta obligación a cumplirlas, además las consecuencias también saldrán de entre los miembros de la familia de común acuerdo.

Un punto importante es hacerles ver a los miembros de la familia, que todos somos importantes como parte del grupo, podemos ayudar o cooperar con los otros miembros, cuidarse y apapacharse cuando se necesite, comunicarles que cada quien tiene derecho a un espacio para leer, jugar, etc. el cual debe ser respetado por los otros.

En este sistema de cooperación se comparte cierto poder y autoridad con los hijos, donde al establecer las responsabilidades y comprender la importancia de su cumplimiento, se va fomentar la co-responsabilidad de los hijos, ya que no serán normas impuestas, sino que se tomaran en cuenta sus formas de pensar y se sentirán parte importante y respetable de la familia.

No es fácil establecer un sistema de cooperación de este tipo y es muy importante que las figuras de autoridad estén en total acuerdo, con el mismo objetivo y dispuestos a ser responsables en seguirlo, ya que los hijos lo tomaran en serio y seria aun peor, sentirse defraudados por los padres, lo que provocaría el efecto contrario y pérdida de credibilidad.

 

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