Familias sudcalifornias: CÓMO HACER UN ALTAR DE MUERTOS EN CASA
La celebración del Día de Muertos, considerada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, es una de las tradiciones más hermosas y significativas que tenemos en México, además es una manera de recordar con cariño a nuestros seres queridos que ya han partido de este mundo.
Esta tradición tiene sus orígenes en la época prehispánica, ya que se creía que al morir las personas emprendían un viaje hacia el Mictlán; durante estas fechas se hacían ofrendas a Mictlantecuhtli, el señor de los muertos, y Mictecacíhuatl, señora de los moradores del recinto de los muertos. La travesía de las almas por el Mictlán duraba 4 años, hasta llegar a la última dimensión del inframundo, en la cual las almas descansarían eternamente, ésta era conocida como “Obsidiana de los Muertos”.
Para seguir preservando nuestras tradiciones, te compartimos cómo puedes armar un bello y colorido altar de Día de Muertos:
Primero elige el espacio considerando que el altar deberá permanecer allí desde el 31 de octubre hasta el 3 de noviembre. Después decide de cuántos niveles quieres que sea tu altar, cada nivel tiene su significado, por ejemplo, si lo haces de dos niveles estarás representando el paso de la tierra al cielo. Los altares de 2 o 4 pisos simbolizan el paso por el purgatorio, o sea, la purificación de las almas. El altar de 7 niveles representa la liberación total de los 7 pecados capitales.
Posteriormente acomoda cajas o jabas de madera a modo de escalones, una sobre otra, y recuerda que el piso cuenta como primer nivel. Decora las cajas usando manteles y papel picado que contrasten.
En el primer nivel haz una cruz de sal o cenizas; este fue un elemento introducido durante la evangelización, representa la purificación y ayuda a las almas a no corromperse en su traslado. En este nivel también puedes decorar con pétalos de cempasúchil que representan el paso por la tierra. También haz un arco ya sea de flores naturales o artificiales, carrizo, palmeras o frutas, el cual representa la puerta de entrada al inframundo. En los niveles siguientes se colocan los platillos favoritos del difunto, las calaveritas de azúcar, el pan de muerto y los objetos personales. Es importante recordar que la veladora más grande o cirio debe estar en el último nivel, porque representa la guía para que el difunto nunca pierda su casa ni su camino; si quieres, puedes ponerla al lado de su foto.
Coloca las demás velas alrededor del altar, la flama es la luz y la esperanza que guía en este y el otro mundo. En algunas comunidades indígenas cada vela representa un difunto. Si los cirios tienen algún motivo morado significa duelo; si se colocan en forma de cruz implica los cuatro puntos cardinales que orientan al ánima.
El vaso de agua se sitúa en alguno de los costados del altar y en el otro extremo se coloca el copal. El agua ayuda a mitigar la sed del alma que viene de un largo camino. La fragancia del copal o el incienso purifica el ambiente, además ahuyenta los malos espíritus. Por su parte, el papel picado representa el cielo y se coloca sobre el altar de modo que queda colgando.
Para que tu altar sea el más bonito, te recomendamos que uses flores de cempasúchil de varios colores, no olvides que, por su olor y color, dicha flor dirige a las ánimas a nuestro hogar. Otras flores que puedes usar son alhelí y nube, debido a que por su pureza y ternura acompañan el alma de los niños.
Otros elementos infaltables son: el petate, que sirve para el descanso de las ánimas; así como el xoloitzcuintle, fiel compañero de las ánimas, es quien las ayuda a cruzar el caudaloso río Chiconahuapan, el último paso para llegar al Mictlán.
¡No limites tu creatividad y disfruta en familia de esta tradición llena de simbolismos y color!