Familias sudcalifornias: CÓMO ORIENTAR A TUS HIJOS EN EL USO DE LAS REDES SOCIALES
Las redes sociales se han convertido, en relativamente poco tiempo, en un elemento omnipresente en la vida de los más jóvenes.
Estas plataformas virtuales son un medio con el que el adolescente promedio se siente bastante familiarizado, y esto es así para lo bueno y también para lo malo. Y es que si bien las empresas que diseñan e impulsan estas redes sociales hacen esfuerzos por que el uso de estas sea lo más sencillo posible (para hacer que lleguen a todo el mundo, también a los más jóvenes), lo cierto es que para hacer una utilización adecuada de estos recursos digitales hay que aprender varias cosas que no vienen explicadas “en el manual de instrucciones”, por así decirlo.
Estas son varias lecciones importantes que, como padres, madres y/o educadores, conviene tener en cuenta al enseñar a los más pequeños a usar redes sociales como Instagram, Twitter o Tik Tok.
1. No dar por sentado que se posee la identidad digital
El hecho de sentir que se está en un mundo que conocemos bien y que podemos estar visitando de manera cotidiana no implica que, realmente, dominemos ese entorno. De hecho, las redes sociales son conocidas por crearnos la ilusión de que nos hemos adueñado de una parcela de Internet, la cual lleva nuestro nombre de usuario y avatar, pero que en realidad pertenece sobre todo a la empresa que está detrás de esa plataforma digital.
2. La importancia de la privacidad
Es fundamental pensárselo dos veces antes de publicar algo, y tener claro que en las redes sociales aquello que no se comparte abiertamente con todo el mundo no tiene por qué ser privado. Del mismo modo, merece la pena desconfiar de quienes nos pidan compartir información privada en exclusiva con ellos, y si no se les conoce en persona, es fundamental no hacerlo.
3. Las redes sociales son un filtro de la realidad
Las redes sociales están ideadas para filtrar los contenidos y hacer que lleguen a nosotros aquellos con más potencial para hacernos sentir sentimientos y emociones intensas. Por ejemplo, admiración, envidia, ilusión, rabia, etc. Esta tómbola emocional es parte de lo que hace que se cree una expectativa acerca de lo que veremos en los próximos segundos si seguimos haciendo “scroll” por la pantalla.
4. Hay que saber identificar la ansiedad generada por las redes sociales
Muchos de los problemas derivados del uso de las redes sociales tienen que ver con no saber reconocer bien las emociones que nos producen estas. Esto se cumple sobre todo en los más jóvenes, debido entre otras cosas a la falta de experiencia.
Como consecuencia de este fenómeno, por ejemplo, muchos adolescentes confunden la ansiedad producida por la expectativa de saber el impacto que causarán en redes sus publicaciones, con sentimientos de culpa por no contar con la suficiente validación por parte de los demás. No hay que olvidar que el modo en el que se gestiona la ansiedad puede llegar a ser más problemático que el malestar producido por la ansiedad en sí misma.
Así pues, una lección importante que pueden aprender los más pequeños es que como las redes sociales están hechas para despertar en nosotros sentimientos constantemente, la ansiedad estará tarde o temprano entre ellos, y cuando llegue el momento hay que saber reconocerla como lo que es porque de no ser así corremos el riesgo de intentar solucionar desesperadamente problemas que solo existen en nuestras cabezas.