Familias sudcalifornias: CÓMO PREPARAR A LOS MÁS PEQUEÑOS ANTE LA LLEGADA DE UN NUEVO BEBÉ
Los pleitos o los celos entre hermanos son algo frecuente, y con la llegada de un nuevo miembro de la familia esto se puede convertir en un verdadero inconveniente; los celos no son más que un estado afectivo del niño, donde muestra cierto temor a que el amor de sus padres le sea retirado. Es normal cierta actitud, generalmente llega a pasar cuando no trabajamos sobre esto desde la etapa del embarazo, lo que puede llegar a repercutir en el comportamiento del niño o niña.
Aunque este asunto de los celos por el nuevo bebé pareciera no ser tan importante, debemos dedicarle la atención necesaria, ya que causa un gran impacto en los niños, especialmente cuando es el primogénito, por lo que puede sentirse desplazado y manifestar ciertos trastornos como problemas de sueño, falta de concentración, desobediencia —frecuentemente a uno de los padres; todo esto probablemente conlleve a un castigo o crítica que a veces el niño suele referir al hecho de ser ignorado por sus padres o realizar comparativas negativas con el hermano nuevo.
Todos estos problemas se pueden evitar desde el momento en que sabemos que va llegar un nuevo miembro a la familia. Por lo que hay que empezar a planear, si vamos a realizar modificaciones en nuestro hogar, es preferible realizarlas antes de la llegada del nuevo bebé para que su hermano no sienta que todo se modificó por la llegada de su hermano(a). Hay que incluirlo en algunas decisiones, sobre todo si el que se va modificar es su cuarto, tal vez pueda escoger sus nuevos muebles o el color de la habitación.
Por otro lado, a cualquier edad algo normal en el nacimiento de un hermano es que se despierta la curiosidad o interés de saber cómo se forma, cómo nace, quién lo cuidará, dónde dormirá, etc. Todas éstas dudas hay que platicarlas con él, comentarle que cuando él estaba pequeño también fue igual, y que ahora le tocará a su hermano el mismo proceso por lo que requerirá un poco más de atención porque es pequeño y no se puede defender por sí mismo, pero después todo será normal. Hacerle saber que si quiere, él también le puede hablar, aun cuando no haya nacido para que vaya conociendo su voz, también le puede cantar para que se arrulle en el vientre o aun cuando nazca. Nos puede acompañar a comprarle alguna ropa y escoger un color bonito para el bebé.
Hay que informarle al niño o niña, que cuando el bebé vaya a nacer, mamá tendrá que irse al hospital unos días y que él se quedará con alguien o se quedará con papá, si es el caso. En caso de quedarse en casa un tío o un abuelo es preferible llevarle todos los juguetes, cobija o ropa preferidos, de manera que se sienta seguro donde se encuentre. Si en esas fechas tiene alguna actividad importante, hay que tratar de asistir y no desatenderlo para que no sienta que lo hacen a un lado, tratar de realizar todo normal con su rutina.
Debemos de tratar de que el nacimiento del bebé no se junte con otros tipos de cambios que al niño le cueste trabajo enfrentar, tal como sería un cambio de casa o de escuela.
Conforme van creciendo los hermanos van desarrollando su cualidades naturales o talentos, donde erróneamente se van encasillando un papel único, como “el estudioso”, “el responsable”, “el deportista”, por lo que hay que tener cuidado de hacerlo solamente con un hijo, y no con todos, ya que esto generarían ciertos celos o envidia por parte de los otros hijos. Hay que evitar hacer comparaciones entre los hermanos ya que todos tenemos una identidad propia, no podemos ser iguales al otro, sobre todo hay que hacer hincapié de sus capacidades por igual, con el fin de valorar el nivel de cada uno y no tomarlo como si uno fuera más que el otro, sobre todo en la etapa de la adolescencia cuando éstos temas suelen ser más delicados y nuestros niños más sensibles.