Familias sudcalifornias: CÓMO Y POR QUÉ CREAR UN BANCO DE SEMILLAS EN CASA
Las semillas son la parte reproductiva de los vegetales, las que contienen todo el código genético para originar nuevas plantas como ellas. Son resistentes, de fácil conservación y transporte, e indispensables para generar una nueva cosecha, por lo que desde la prehistoria se ha aprendido a guardarlas como pequeños tesoros. De ahí el nombre de Banco de semillas.
Esto ha funcionado así hasta las últimas décadas, en que una gran parte de la población se ha desvinculado de la actividad agraria y de la naturaleza. Con ello, muchas especies autóctonas han perdido sus guardianes tradicionales, y la diversidad disminuye cada año, se pierden centenares a lo largo del planeta. Cada vez que un horticultor deja de cultivar su huerto, su conocimiento y sus variedades de semillas desaparecen.
Al mismo tiempo un grupo de empresas multinacionales con un inmenso poder económico -Monsanto, DuPont, Syngenta, y Groupe Limagrain- ha modificado genéticamente las especies más comunes para patentarlas y tener la exclusividad de venderlas, uniformando el mercado.
Estas semillas OMG no son fértiles, es decir, de su fruto no se puede volver a extraer una semilla que germine
La consecuencia es que los agricultores se han vuelto dependientes de ellas y de sus métodos de cultivo, que siempre van acompañados de una gran cantidad de productos fitosanitarios como herbicidas, plaguicidas y fertilizantes químicos de gran toxicidad.
Afortunadamente, todavía quedan muchas especies que no se han perdido. Pero es urgente que tomemos conciencia de la importancia de preservar las semillas biológicas y autóctonas, y es una tarea que hemos de hacer el mayor número de personas posible, para evitar su extinción irremediable.
Producir semillas es técnicamente muy sencillo. Sólo necesitamos partir de semillas ecológicas, paciencia y una serie de técnicas prácticas y fáciles de realizar, al alcance de todos. Para ello hemos de hacernos con un huerto o jardín orgánico. Cada huerto tendrá la impronta de la persona que lo cuida, y nunca debe ser mayor de lo que nos veamos capaces de cultivar. Diseñaremos el espacio según la disponibilidad del conjunto para cultivar nuestras hortalizas, plantas de flor y aromáticas.
El primer paso es hacer un semillero para proteger el crecimiento de las platas cuando nacen. Puede hacerse en cajas poco hondas, o en tacos, y se usa tierra fértil y esponjosa, por ejemplo compost. Se coloca una semilla siempre ecológica en cada taco, o se distribuyen espaciadamente por la caja, se cubren levemente y se van humedeciendo con regularidad. Cuando crecen y empiezan a no caber, se trasladan a su lugar definitivo. Y se van cuidando observando sus necesidades y proporcionando las condiciones de sol, aire y agua necesarias para su desarrollo. Cada especie marcará su tiempo de recolección. Además de usar para alimentarnos la mayoría de plantas de nuestro huerto, siempre dejaremos unas cuantas para que realicen el ciclo completo de su desarrollo y nos permitan la recolección de sus semillas.
Este círculo de fertilidad (semilla-planta-fruto-semilla) es sencillo de realizar, sólo requiere respetar los tiempos precisos que marca la propia variedad de planta para potenciar su desarrollo sin venenos fitosanitarios. Una vez que ha completado, llega el tiempo de la cosecha.
Técnicas para recoger las semillas:
- Semillas dentro de vainas: Se recolectan cuando las vainas están completamente secas en su planta. Se rompen las vainas y se extraen las semillas. Se retiran las impurezas y se guardan. Además de legumbres como judías, guisantes y habas, forman pequeñas vainas también las crucíferas como coles, coliflores, kale y rabanitos.
- Semillas en inflorescencias: Se recolectan con la flor completamente seca. Se corta la flor entera y se separan las semillas manualmente de las cápsulas que las contienen. Se avientan para eliminar impurezas. Además de zanahoria, apio y perejil, también para cebollas y puerros.
- Semillas de plantas de hoja: Las semillas están dentro de sus cápsulas. Hay que dejarlas secar completamente antes de cortar las cápsulas de la mata. Luego se aprietan para reventar la cápsula y extraer la semilla manualmente. Ejemplo: lechuga, escarola, acelga, remolacha, espinaca.
- Solanáceas: Se han de recoger con los frutos muy maduros. En los tomates se saca la parte gelatinosa con la semilla, en berenjenas se pone toda la pulpa donde hay semillas, se introduce en un recipiente de vidrio, en su propio jugo o cubierto de agua, se cierra y se deja fermentar una semana, hasta que se crea una fina capa blanca en la superficie, luego se limpian con abundante agua, se decantan con un recipiente grande lleno de agua y se cuelan. Por último se secan. Tomates y berenjenas, pero también es así para los pepinos.
- Cucurbitáceas: Se dejan madurar completamente en la mata, se abren, se vacían de semillas, se limpian y se dejan secar completamente. Calabazas, calabacines y melones.
- Aromáticas: Todas las especies de aromáticas se han de cosechar secas en sus plantas. Luego se limpian de impurezas con cribadoras muy finas por su pequeño tamaño. También se puede almacenar con los restos de planta. Albahaca, menta, marialuisa, romero.
Una vez recogidas las semillas se pueden limpiar tamizándolas con un colador para eliminar las impurezas, o también aventarlas. El secado puede hacerse en platos al sol, o cerca de una fuente de calor. Antes de almacenarlas es necesario seleccionarlas para desechar las que no estén en condiciones.
El almacenamiento se hace en botes de vidrio cerrados y fechados, con el nombre de la variedad, sus características y de donde provienen. Un truco para asegurarnos de mantenerlas secas es introducir trocitos de tiza que absorban la poca humedad que pueda quedar para que no se estropeen las semillas. Se guardan en un lugar seco y fresco. Estas semillas quedan liberadas para la vida.
FUENTE: Autor: Quico Barranco. Abuelo Hombre-Semilla en el camino Rojo. Productor y recuperador de semillas ecológicas – www.semillasmadretierra.com