Familias sudcalifornias: EL VALOR DE LA DISCIPLINA EN LA EDUCACIÓN INFANTIL

Primero, vamos a aclarar que cuando hablamos de “disciplina”, no significan maltrato u otro tipo de estrategia violenta.

Disciplina, según el diccionario, se trata de la coordinación e instrucción de comportamientos y formas para desarrollar habilidades o bien el seguimiento de cierto código de conducta, uno que sea beneficioso para quien lo pone en práctica, y para las demás personas. Así que la disciplina debe incluso formar parte de la educación básica de las y los niños, y no sólo como una opción a considerar.

¡Recuerden, en toda educación es necesario establecer límites oportunos!

Muchas veces pensamos que nuestros hijos o hijas sufrirán si les disciplinamos, pero la mayoría de las veces la idea de “Me duele más a mí que a ti” aplica muy bien a los padres, o abuelas y abuelos, según quien se encargue de la crianza.

No echen en saco roto lo que les diré a continuación:

Según algunos especialistas, las y los niños a los que se les ha enseñado el autocontrol, conoce sus límites y crece seguro de sí mismo. Y, por otro lado, un niño que no conoce límites de nada, seguramente tendrá mala conducta, además de que puede crecer con una frágil autoestima, pues de cierta manera se sentirá poco querido o atendido.

Lo principal: Reglas. Indícale cuáles son las normas que debe seguir. Hazlo con antelación. Si la incumple mantén una posición firme para que entienda que las reglas se hicieron para cumplirlas. Ten reglas claras dentro de casa, y las más importantes, las generales, deben aplicar igual para toda la familia.

Modera los “NO”: ¿Cómo? Estarle negando todo lo que haga no está bien. Ese “NO” perderá relevancia. Aprende 6 formas de decirle “no” de forma positiva. 

Coherencia: Cuando tienes la tarea de enseñar disciplina con amor debes mantener la calma, pero siendo firme. Sé coherente y mantén las reglas como el primer día que las definiste. Por ejemplo: si tu hijo todos los días debe alimentar al perro, déjale que lo haga. No hagas su trabajo. Los niños deben aprender que tienen responsabilidades.

Conductas repetitivas: Pregúntate qué cosas podrían estar provocando que mi hijo actúe de esa manera. Por ejemplo, los niños de 4 a 5 años suelen mentir. Comprende por qué lo hacen y si debes corregirlo, hazlo.