Familias sudcalifornias: LOS BENEFICIOS DE SEMBRAR UN HUERTO FAMILIAR
Tener un pequeño huerto familiar es el primer paso hacia una alimentación sana y económica durante la mayor parte del año. No hay pretextos. Puedes diseñarlo de diferentes tamaños y según el espacio con el que cuentes, siempre adaptándolo a las necesidades del hogar.
Empezar a sembrar tu propio huerto es un proyecto que podrás compartir con toda la familia, que te dará grandes satisfacciones y aportará alegría a tu casa. Y si aún no te convence la idea, aquí te compartimos los beneficios que esta actividad te brinda:
Convives en familia: Se trata de un plan en el que todos pueden involucrarse y contribuir al éxito del huerto, incluso las niñas y niños pueden ayudar removiendo malezas, regando, cosechando o plantando nuevas semillas, ya que no representa una actividad de riesgo y se mantendrán entretenidos durante largo rato.
Ahorras dinero: Comenzar y mantener un huerto familiar no requiere de mucha inversión, además, a largo plazo resulta un gran apoyo económico en los gastos de la cocina, por todas las verduras y frutos que lograrás producir.
Cuidas al medio ambiente: Ya no necesitarás utilizar las típicas bolsitas que hay en el supermercado para empacar tus vegetales, por lo tanto, la contaminación por el uso del plástico disminuirá considerablemente en tu día a día.
Fomentas la vida al aire libre: Esta actividad ayudará a tu familia a ganar la batalla contra el sedentarismo, pues las tareas del huerto requieren estar en contacto con la naturaleza y salir al menos un momento al aire libre. También será una buena motivación si queremos alejarnos un rato de las pantallas y el celular.
Comes saludablemente: Tus hijas e hijos se interesarán por comer una mayor cantidad de frutas y verduras frescas recién cosechadas por ellos mismos. Un huerto en buen estado siempre te brindará hortalizas de temporada; al alimentarnos con ellas, el cuerpo aprovechará al máximo los nutrientes que contienen y así evitamos los procesos de conservación en frío que deterioran las cualidades de las verduras.
Te relajarás: El contacto con la tierra, el agua y las plantas es una de las actividades más relajantes que hay, ya que funciona como un tipo de “meditación”; el trabajo que se hace en un jardín suele ser un trabajo silencioso, por lo que también te ayudará a encontrar un minuto de paz e introspección.
Conocerás tus alimentos: Tendrás la seguridad del tipo de agua con la que estás regando tu huerto, sin tener que preocuparte por infecciones estomacales causadas por aguas contaminadas. Los vegetales que cultives, sobre todo si empleas abonos orgánicos y ecológicos, estarán libres de residuos químicos derivados de los plaguicidas.
Contribuyes al reciclaje: Construir un huerto en casa no implica hacer grandes gastos y es una excelente manera de reciclar artículos viejos. Para fabricar “macetas” puedes usar cajoneras viejas, trastes en desuso, garrafones rotos, botellas de plástico y lo que se te ocurra. Si buscas en internet, te sorprenderás con todas las alternativas que existen para reciclar materiales, así como diversos métodos para cultivar tus propias hortalizas.
Tener un huerto familiar implica un gran esfuerzo, pero sin dudas vale la pena, pues además de cosechar frutos y hortalizas en casa, también fortaleceremos la unión familiar mientras cultivamos la tierra. Sólo necesitamos iniciativa y buscar las formas de iniciar el proyecto.