La hermosa península de Baja California cuenta con una ubicación privilegiada en el mundo que le ha permitido desarrollar los más impresionantes paisajes, irrepetibles y únicos, pero también debido a su localización se encuentra expuesta a fenómenos naturales llamados huracanes.

Un huracán es un fenómeno meteorológico cuyo movimiento genera un remolino en forma de embudo. Estos pueden alcanzar diámetros cerca de los 1,000 km y una altura respectiva de hasta 10 km aproximadamente. El viento que produce puede llegar a velocidades superiores de los 250 km/hora con ráfagas de hasta 400 km/hora, trayendo consigo fuertes lluvias.

Como se trata de un fenómeno tan amplios los daños que puede ocasionar en una región pueden llegar a ser considerados. Por eso que si vives en una región con posibilidad de un impacto debes de tener en consideración la información propocionada por los elementos de protección civil y tomar en cuenta las siguientes precauciones que debes tomar antes, durante y después.

Antes:

         Tener suministros en buen estado:

         Linterna y pilas adicionales.

         Radio portátil, operado con pilas, y pilas adicionales.

         Botiquín y manual de primeros auxilios.

         Alimentos no perecederos y agua potable, suficiente para varios días.

         Abrelatas no eléctrico.

Protege las ventanas que puedan resultar afectadas, también procura retirar objetos que puedan salir volando.             

Tengan un plan y una ruta de evacuación

         Quizá será necesario hacer uso de dinero por eso es mejor tener efectivo a la mano. Ya que a veces los sistemas como teléfonos, internet y sistemas red pueden caer, toman precauciones.

Tener la ropa adecuada para una evacuación a la mano (abrigadora, zapatos resistentes, cómoda y de preferencia impermeable).

Nota: es importante que todos los miembros de la familia sepan: cómo y cuándo desconectar el gas, la electricidad y el suministro de agua. Así como también llamar a los servicios de emergencia.

  Durante:

Desconecten el gas, la luz y el agua, en caso de que esté comprometido por el paso del fenómeno.

         Alejarse de puertas y ventanas, donde haya vidrios o espacios descubiertos.

Tener siempre a mano los suministros previamente mencionados.

Hay que mantenerse informado en todo momento.

Procura vigilar constantemente el nivel del agua cercano a la casa.

Si el viento abre una puerta o ventana, no avances hacia ella en forma frontal.

No salgan hasta que las autoridades indiquen que terminó el peligro.

Después:

Conservemos la calma.

Sigan las instrucciones transmitidas por las autoridades a través de los medios de comunicación.

Revisen que los alimentos se conserven secos y en buen estado.

Consume el agua potable que almacenaste o hierva la que va a tomar.

Revisen cuidadosamente la casa y verifiquemos que no haya peligro.

Si la casa no sufrió daños permanece en ella.

Asegúrate que los aparatos eléctricos estén secos antes de conectarlos.

Procura usar el teléfono sólo para reportar emergencias.

Si tu casa está en la zona afectada, no debes regresar a ella hasta que las autoridades lo indiquen.

Elimina el agua estancada para evitar plagas de mosquitos.

Recuerda que estar informados puede ser una gran diferencia y ayudará a reducir pérdidas materiales y evitar pérdidas humanas, siempre actúa con prudencia ante este tipo de eventos naturales.