Familias sudcalifornias: TARDES DE CAFÉ Y PAN
Espacios de memoria e identidad, narraciones orales: conocimiento de la historia propia y adquisición del legado.
Quién iba a imaginarse que las reuniones aparentemente sencillas y cotidianas de prenderle a la jarra de peltre, colar el café y acompañarlo con pan es un espacio fundamental para la comunicación intergeneracional de las familias sudcalifornias.
Quién ha vivido este ritual a lo largo de los años y las generaciones, quizá no ha llegado a dimensionar cuán importante resulta este espacio de sabiduría ancestral.
Entre chopear y chopear de pan uno aprende el origen de su apellido y cómo los padres de los padres de los padres le hicieron para formar lo que ahora la tercera, cuarta o quinta generación disfruta.
Descubrir el gesto de la tatarabuela que heredamos o conocer las palabras de antes, esas que toca a uno hacer perdurar o dejar en el olvido.
En el general, el sudcalifornio mayor, que puede ser la nana o el tata. Es aceptado y validado en esos espacios y su voz y conocimientos son apreciados y atesorados.
Las generaciones jóvenes, aunque ya no entiendan mucho del mundo que narran, porque ya cada vez existe menos. Buscan encontrar la enseñanza y reconocer su pasado; lo cual genera arraigo y pertenencia a esta hermosa tierra.
Las tardes de café con pan de las familias sudcalifornias son un tesoro vivo, un espacio de comunicación y encuentro que debemos procurar seguir conservando.