Gastronomía sudcalifornia: GALLETAS RONCADORAS
Las tradicionales y sabrosas galletas roncadoras son parte importante de la cultura gastronómica de Baja California Sur, se les llama “roncadoras” por el sonido que producen al morderlas, ya que son bastante crujientes; esto se debe a que pasan por un doble horneado para que queden completamente secas, y dicha preparación tiene que ver con su remoto origen.
La historia de la galleta roncadora, también conocida como galleta marinera, surge alrededor del siglo XVI, cuando era uno de principales alimentos que los navegantes transportaban en sus largas travesías marítimas. Por eso antiguamente también se le llamaba “pan de barco” o “pan de pirata”.
Los navegantes, al pasar varias semanas y meses en el mar, tuvieron la necesidad de conseguir un alimento que se pudiera conservar durante mucho tiempo; debido a la escasez de comida habían optado por el pan, pero como su duración era poca en comparación con los periodos que pasaban en altamar, fue que los panaderos crearon el “bizcocho”. Tal como su nombre lo indica, “bizcocho” proviene del latín 'bis coctus' que literalmente significaba 'cocido dos veces'. Los panaderos de aquella época horneaban este alimento especialmente para los marinos que viajaban entre España y América. Naturalmente, no se trataba de una galleta como la que hoy conocemos, sino de un pan delgado y poco fermentado, de manera que la doble cocción eliminaba toda humedad en las mismas y lo hacía más duradero, evitando así la aparición del moho.
Con la llegada de los colonos españoles a la árida península de Baja California, la galleta marinera, al igual que otros alimentos, evolucionaron y se volvieron parte de la gastronomía regional; con el tiempo adoptaron el nombre de “roncadoras”, por el crujido que hacen al comerlas.
En la cultura popular choyera existen cómicas historias que cuentan que hay niños que le dicen a su mama: “la galleta se tomó mi café”, debido a que al remojarlas absorben el líquido en el que las bañas.
FOTO PRINCIPAL: @ketzal_mexico / Kétzal