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INSECTICIDAS BENEFICIO O CALAMIDAD

Escrito por Jahiel Ernesto Machado Torres en Viernes, 08 Noviembre 2013. Publicado en Ciencia, Salud, Tecnología

El crecimiento de la populación mundial y, por consecuencia, el aumento de la necesidad alimenticia causó hace aproximadamente 30 años el inicio de la revolución verde que tenía como única prioridad el aumento de la cantidad de alimentos a todo costo. Desde entonces realmente se ha podido ver en el mundo un cambio extraordinario en la tecnología agropecuaria e indudablemente un aumento en la producción.

El dicloro-difenil-tricloroetano fue sintetizado en 1874 por un Alemán Othman Zeidler; en 1939 Paul Müller, químico suizo, quien observó que las moscas se morían al estar en contacto con el polvo DDT, hecho que le hizo ganar el premio nobel (Franco; 1985). Este acontecimiento marca el inicio de una nueva era de síntesis de pesticidas, que desde entonces y hasta la actualidad siguen utilizándose en la producción de alimentos.

Según la FAO un Plaguicida es cualquier sustancia o mezcla de sustancias destinadas a prevenir, destruir o controlar cualquier plaga, incluyendo los vectores de enfermedades humanas o de los animales, las especies no deseadas de plantas o animales que causan perjuicio o que interfieren de cualquier otra forma en la producción, elaboración, almacenamiento, transporte o comercialización de alimentos, productos agrícolas, madera y productos de madera o alimentos para animales, o que pueden administrarse a los animales para combatir insectos, arácnidos u otras plagas en o sobre sus cuerpo, los principales grupos de plaguicidas son los siguientes: Herbicidas (malezas), Rodenticidas (roedores), Molusqucidas (basosas y caracoles), Insecticidas (insectos), Bactericidas (bacterias), Fungicidas (hongos), Alguicidas (Algas).

A los plaguicidas, como a muchas sustancias o grupos de sustancias, se les puede clasificar en naturales y sintéticos. Aquí se tratarán principalmente los plaguicidas de origen sintético, debido a la importancia actual de su producción, uso y consumo.

El tema principal de esta lectura son los insecticidas. Todos hemos escuchado hablar de ellos, incluso en nuestras casas los utilizamos, los aerosoles, venenos para rata, insecticidas para nuestro jardín, jabones matapulgas para nuestras mascotas, etc, hay un gran número de sustancias activas con las cuales convivimos día a día.

Los insecticidas se clasifican según sus características químicas, al igual que nosotros en familias, que comparten ciertas características, los grupos principales de insecticidas son los siguientes: Carbamatos, Organoclorados, Piretroides, Organofosforados, Neonicotinoides, Insecticidas botánicos, etc.

Los principales usos de los insecticidas son los siguientes: la agricultura, la salud pública, el control estructural de plagas, la industria, el tratamiento de áreas verdes y de grandes reservas y depósitos de agua son las principales actividades donde se utiliza este tipo de plaguicidas.

Desde su aparición hace más de 50 años, la agricultura mundial experimentó cambios radicales, se produjo en lugares donde antes era imposible, se incrementó el rendimiento de los cultivos, la vida de estos mismos, y un sinfín de beneficios que marcaron nuestras vidas y formas de producir alimentos; todo esto género que su uso se extendiera rápidamente, pero no fue  sino años más tarde cuando se empezaron a conocer sus verdaderos efectos negativos.

Los compuestos químicos permanentes pueden estar debilitando los sistemas inmunológicos de varias especies y tal vez al ser humano, como esto es un efecto a largo plazo que se conoce a  través de varias generaciones; es hora de preguntarse si  los problemas derivados del avance tecnológico pueden ser resueltos con más tecnología o por el contrario más tecnología solo profundiza las dificultades.

Ahora se sabe que los insecticidas provocan problemas de diversa índole, por ejemplo: neuropatías, Aumento del riesgo a padecer de tumores cerebrales y leucemias en los hijos de padres expuestos a los plaguicidas durante la concepción, Polineuropatías, daños pulmonares, irritaciones de la piel, neurológicos (temblor muscular, confusión, dolor de cabeza, problemas psiquiátricos, etc).

El riesgo no solo está en aquellos que estamos expuestos continuamente a los vapores producidos por los plaguicidas, también  pueden estar en nuestros alimentos,  estas moléculas químicas son capaces de almacenarse en los frutos cosechados y permanecer allí hasta ser comercializados, actualmente existen normas mexicanas e internacionales que regular el uso de plaguicidas y determinan los niveles de sustancias químicas en los alimentos.

Mi interés no es asustarle, sino más bien informarle de la peligrosidad de este tipo de compuestos quimicos; ya que actualmente hay productores agrícolas sin escrúpulos, ni ética, que utilizan de manera inadecuada y excesiva estas sustancias y que ponen en riesgo la salud de las personas; a continuación enlistaré algunos casos importantes de intoxicación por consumir productos contaminados con plaguicidas:

Cada año mueren en el mundo 220 000 personas a causa de los pesticidas, según

 

datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 Fuente Sintox 2012.

 

En la gráfica se muestran los casos documentados de intoxicaciones por sexo y por edad. Fuente Sintox, 2012.

Estar informados acerca de cómo los plaguicidas nos afectan es vital, ya que no siempre tenemos los cuidados adecuados al utilizar estos compuestos activos; el consumo de frutas y verduras es parte muy importante de nuestra dieta diaria, lo mejor que podemos hacer para cuidarnos es saber de dónde vienen los productos agrícolas que consumimos, muchas veces los productores locales no tienen cuidado a la hora del manejo de estas sustancias y pueden provocar graves problemas de salud.

 

“Primero, fue necesario civilizar al hombre en su relación con el hombre. Ahora, es necesario civilizar al hombre en su relación con la naturaleza y los animales.” Víctor Hugo (1802-1885).

Acerca del Autor

Jahiel Ernesto Machado Torres

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